O c h o

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Cuando abrió los ojos,comprendió que estaba en otro mundo.Lo primero que vio fue el mar.A sus pies,arena negra que se volvía incluso aún más oscura cuando la espuma de las olas la alcanzaba.Brillaba ante el espléndido sol que coronaba el cielo azul;jamás había visto algo semejante,el horizonte estaba formado por lo que parecían islas,aquel lugar era inmenso y no era más que el principio de todo.A pesar de que lucía el cielo despejado,el ambiente era oscuro.Incluso el azul del mar era más intenso que en cualquier otra parte.La nieve y el frío desaparecieron para dar paso a una humedad y un calor bastante pesado.

-Bienvenida a nuestro mundo-a Gyda se le había olvidado que estaba acompañada,estaba demasiado ocupada observando aquel fascinante paisaje.Había algo que llamaba demasiado la atención,como si una especia de energía te invitara a querer conocer más de aquel lugar-Vamos,tenemos que llegar al castillo lo antes posible.

-¿Dónde estamos?-preguntó haciendo caso omiso a su orden.

-En Fenur,ahora vamos-le ató las manos con una cuerda bastante gruesa,hasta el momento había podido confiar en ella pero en su mundo,no podía arriesgarse a que las cosas salieran mal-Andando.

Había muchas leyendas tras el nombre de Fenur,el mundo que vio crecer a los asesinos y guerreros más despiadados de todos los tiempos.En él,existía la magia oscura,no había cabida para la buena voluntad ya que sus habitantes eran educados desde pequeños como meros objetos;cuando cumplían los dieciséis años ya estaban perfectamente entrenados y podían unirse al Ejército de los Oscuros,así era cómo se hacían llamar,pero había algo que iba más allá de todo aquello.Existían secretos que tarde o temprano saldrían a la luz,incluso aunque fueran dolorosos.Eran necesarios para Gyda y para el resto de pueblos.

-No me has dicho cómo te llamas-Gyda caminaba por delante,empujada por el hombre al cual quería ponerle un nombre.

-No te interesa,vas a morir pronto.

-Por eso mismo quiero saberlo,necesito conocer todos y cada uno de los nombres de quienes mataron sin piedad a miles de personas-había algo en su interior que le decía que no debía dejarse intimidar por él,estaba furiosa y no permitiría que la vieran actuando con miedo.

-No permitiré que me hables así-la empujó haciéndola caer al suelo.Se acercó a su rostro,ambos se retaron con la mirada pero ninguno parecía ceder en su combate-No seas estúpida y haz lo que se te dice,ante nuestro rey no serás tan valiente-cogió su mano y la levantó del suelo sin demasiado esfuerzo-Me llamo Markus.

-Bien Markus,me encargaré de hacerle ver a tu rey que ni tú ni él sois tan importantes como para hacerme sentir miedo-escupió en el rostro y le dio una patada en la entrepierna,cosa que le costó muy cara ya que él no se conformó con quedarse quieto,sino que le propinó tal puñetazo en el ojo que en seguida notó cómo empezaba a hincharse.

La tensión entre Markus y Gyda cada vez era mayor,el resto del camino no pronunciaron ni una palabra.Ella sabía que moriría aquel mismo día,pero se consoló a sí misma pensando en que al menos los dioses la recibirían con las puertas abiertas.Al menos en el Ukko estarían su hermano y sus padres.Sonrió al imaginar cómo sería ese reencuentro,¿estarían orgullosos de ella a pesar de no haber sido capaz de salvarles?

-Hemos llegado.

Sus pensamientos se esfumaron al contemplar el castillo que tenía delante de sus ojos.Ya de lejos se podía ver la fortaleza,construída sobre un acantilado.Las olas impactaban contra sus paredes de piedra,indestructibles.Conforme se iban acercando,Gyda pensaba que se trataba de un castillo muy peculiar,pero transmitía fuerza y poder ante cualquier enemigo que se atreviera a atacar.La piedra negra que lo conformaba estaba desgastada por el paso del tiempo,pero esto solo le aportaba más belleza.Nunca había visto un castillo,en su pueblo el rey vivía en una cabaña con más lujos que el resto,pero jamás había visto algo así.

IndomableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora