Tan sólo bastó un segundo para que la vida de Gyda cambiara por completo.Aquella noche,unos jinetes encapuchados asaltaron su aldea y la hicieron arder en llamas.Lo único que quedó del lugar donde creció eran las cenizas.Sus padres,su hermano y todo...
Vivir en el corazón de los que dejamos detrás de nosotros no es morir.
El mundo entero se paró justo en aquel momento.Todos se quedaron quietos,las espadas inmóviles en el aire o a punto de ser el arma que pone fin a la vida.Los rostros gritando con la boca abierta,el dolor en los ojos al ver cómo quien caía derrotado en la hierba era un familiar o ser querido,la impotencia por no poder hacer más.Lo único que veía a su alrededor era caos.Cerró los ojos y vio a su hermano en el suelo,calcinado.Revivió aquel momento en el que vio a las personas que más quería muertas,jamás volvería a estar con ellas.La historia se estaba repitiendo,pero ya era tarde,había que terminar lo que empezó hace tanto tiempo.
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Markus se metió en el tumulto con el caballo,negro,grandioso y armado de valor como su jinete.Arrasó con las vidas de aquellos que una vez fueron sus vecinos y amigos,pero nada de lo que vivió en un pasado era real.Ya no era aquella persona.No le importaba morir si lo hacía luchando contra los que vieron cómo asesinaban a su padre y no hicieron nada.Recordó la escena e incluso se culpó a sí mismo,él tampoco pudo salvarlo.Entonces vio a aquellos ojos llenos de rabia correr hacia él.Tras ella,buena parte del ejército la seguía.La reconoció al instante.Asesinó a su hermana.Aún la recordaba.A ella y sus desgarradores gritos suplicando piedad.Un relincho agudo lo hizo apartar la vista de la muchacha y se centró en el soldado que había conseguido derribar y matar a su caballo de una estocada.Markus se levantó del suelo y peleó con todas sus fuerzas acabando con el hombre que intentaba acabar con él,matándolo y suspirando aliviado al ver que sus ojos ya no miraban a nada en concreto.
En lo que pareció una eternidad,Mara alcanzó a Markus y lo hirió en el costado,haciendo que se diera la vuelta.
-¡Tú la mataste!-gritó con lágrimas en los ojos.
Markus abrió los ojos para decir algo,pero unas alas en el cielo y una luz hizo que ambos miraran hacia arriba.Fue entonces cuando Mara se abalanzó sobre él y con su escudo,se protegieron,evitando morir quemados.Las llamas alcanzaron buena parte del cuerpo de Mara,haciéndola gritar de dolor.Sus gritos no fueron los únicos que pudieron oírse.Cuando todo hubo pasado,apartó el escudo y vio a decenas de los suyos corriendo despavoridos envueltos en llamas.
-Estoy dispuesto a luchar por todos vosotros.Si luego quieres matarme,no pienso poner resistencia.
Markus le tendió su mano y ella la miró desconfiada,aún lloraba de dolor al ver a su pueblo sufrir,pero finalmente colocó su mano sobre la de Markus y logró levantarse con gran dificultad.Si sobrevivía a aquella noche,curarse sería un infierno.
Lena clavaba su espada en el abdomen de un hombre al que conocía,era bastante habitual verlo en el mercado.También vio morir a un chico que apenas rozaba los dieciocho años de edad.En su rostro, sudor y salpicaduras de sangre de otros.En sus ojos,el terror de la guerra y la inquietud al mirar a su alrededor y no ver a su hija.No estaba allí,expuesta a la muerte,pero quién sabe lo que le había hecho.Aquellos pensamientos se disiparon cuando la vio.Freyja apareció entre las llamas,acompañada de Kave.Ni siquiera Gyda se percató de su presencia,aún permanecía con las rodillas hincadas en el suelo y sintiendo el calor del fuego.Incluso su mente estaba ardiendo.
