V e i n t e

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Así es como funciona el mundo,el rey vive de sus súbditos,sus súbditos para el rey.La vida en Otso era así,al igual que en muchos pueblos y clanes.Einar,la mano derecha del rey,procuraba velar por el bienestar de los suyos y por eso se convirtió en el hombre de confianza del rey.Lo acompañaba en todas y cada una de las expediciones.Cazando,explorando e incluso intimidando a cualquier enemigo que estuviera dispuesto a acercarse demasiado a su frontera.Otso era un lugar alejado de todo,rodeado de bosque;exportaban madera de sus árboles al igual que el pescado de calidad que los campesinos pescaban para el rey.Así funcionaba,todos cumplían una función dentro del pueblo,sin embargo no todos gozaban de los mismos derechos e igualdades.

No había cabida para los hombres débiles.Si no sabían luchar,fuera.Si eran demasiado canijos o incapaces de realizar ciertas actividades físicas,entonces quedaban desterrados para siempre.Les esperaría la muerte.Algunos estaban de acuerdo con el rey,pensaban que un pueblo debía estar formado por hombres fuertes.Las mujeres,en cambio,tenían que realizar las tareas domésticas.Durante toda su vida,les hicieron creer que aquel era su lugar,que su labor era muy importante y que sin ellas no llegarían a ninguna parte,pero Gyda se reafirmó en su postura;su labor no era aquella,las convencían de ello haciéndoles creer que eran valiosas,pero en Otso las mujeres solo servían para eso,servir.

Entonces,¿por qué se molestaba en luchar contra algo que también se ha dado en su pueblo? Porque el ser humano está para eso,para evolucionar,y porque había llegado el momento de crear una sociedad igualitaria.No solo lo hacía por ella.Lo hacía por las que ya no podían luchar,por las que aún quedaban y por las que vendrían después.Por primera vez,se avergonzaba de su pueblo.Era consciente de las circunstancias antes de la masacre,pero ahora se preguntaba cómo habría sido su vida si hubiera seguido viviendo allí.

—¿En qué piensas?—Erika la sacó de sus pensamientos y la trajo de vuelta.—Te veo ensimismada.

—Pensaba en lo afortunada que eres por pertenecer a los Hupa.

—Bueno,ahora ya solo quedamos Hinun y yo.

—Siento mucho que Hari haya acabado así.

—Yo también.En nuestra tribu la muerte no es más que un viaje para reunirnos con los espíritus,no existe el dolor para la persona que muere,pero sí para los que se quedan.

Sus ojos se posaron en Hinun,apoyado en la pared rocosa de la cueva mirando el fuego.En sus ojos llorosos se reflejaban las llamas,su mirada denotaba venganza.Quería vengarse por todo lo que habían hecho.

—Hinun lo superará,hemos crecido y luchado juntos,lo conozco muy bien.La muerte se supera siempre,pero la cuestión es,¿tú estás bien?

En cuanto formuló la pregunta,pudo sentir las manos de Hel sobre su cuerpo.El sonido de su vestido desgarrándose,los asquerosos gruñidos y perversas palabras que salían de la boca del monstruo.Su llanto,mientras sentía como su vida se consumía como la llama de una vela.

—Quiero entrenar—contestó con un hilo de voz.—Quiero ser lo que siempre he querido.Quiero ser como tú.

—¿Como yo?

—Una guerrera.

—Gyda,no puedes aspirar ser algo que ya eres.

—Pero Erika mírame,no hago más que dar problemas en lugar de acabar con ellos.

—Te entregaste para salvarnos a todos,no es tu culpa que ese desgraciado esté mal de la cabeza.

—Es la maldad en persona.

—Lo sé.

—Siento mucho no haber podido proteger a Kave—confesó cabizbaja.

—Y nosotros sentimos mucho no haber podido protegerte a ti.

IndomableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora