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— Si me sigues acariciando el cabello me dormiré —, dijo Mane mientras Alexa acariciaba su larga melena en medio de la clase y yo intentaba dormir, solo que la profesora hablando no me dejaba.

Esta mañana nuestra querida directora fue a despertarnos para avisarnos que por lo de anoche, nos tocaba barrer el patio al terminar las clases.

Esa vieja amargada no tuvo juventud, perdió la virginidad después del matrimonio y se dio cuenta de que su esposo es mal polvo.

Estaba a punto de quedarme dormida cuando un golpe en mi mesa hizo que me sobresaltara casi cayendo del asiento.

— ¡Señorita Green, si no le interesa la clase se puede ir! —, la profesora Cho me miraba retante y yo sonreí.

— No se preocupe, a mi me... —, bostezo y me estiro — Encanta su clase.

Saco una de mis mejores sonrisas y esta rueda los ojos mientras mis amigas intentan aguantar la risa.

— A tu habitación —, me enconjo de hombros y tomo mis cosas.

Caminaba a pasos lentos por el largo pasillo casi cayendo en el piso del sueño, no había dormido más de tres horas y en cualquier momento me dormiría en cualquier sitio.

Entro en mi habitación y cierro la puerta. Como siempre quito mi camisa antes que la corbata y la tiro en mi cama, cuando me dispongo a ir al baño, alguien se levanta de la cama de Mane.

— ¡AAAAAAAAHHHHH! —, mi grito de terror seguramente lo escucho medio internado. Cuando veo una cabellera platinada saliendo de entre el edredón casi muero del susto. Después distingo quien es y me doy cuenta que es maldito de Suga.

Cuando se levanta mi enojo baja un poco al ver como se veía, la verdad es que le quedaba excelente el uniforme.

Zapatos negros de vestir, pantalón beige a su medida, la camisa blanca con la corbata perfectamente puesta y el saco vinotinto abierto que se apegaba a sus brazos. Excelente imagen a mi vista.

Pero de igual forma, ¿Quién se cree este gusano para entrar a mi habitación sin permiso?, o más bien, ¿Cómo entró?.

— Shhhh, que ruidosa eres, si así eres por un susto no me quiero imaginar teniendo sexo —, dice mientras sonríe y lentamente se va acercando.

— ¿Qué haces aquí? —, digo entre dientes y ¿molesta?.

— Vine a buscar a Alexa, ¿Problema? —, sentí algo raro en mi cuerpo pero lo ignoré. Se me queda viendo y me iba a devolver a agarrar mi camisa cuando sus pasos lentos se vuelven una carrera y me tomo de la cintura.

— No te la pongas —, susurro en mi nuca.

— Sueltame.

— ¿Qué pasa si no quiero? —, deja un beso en mi hombro.

— Te estabas cogiendo a mi mejor amiga anoche, no seas cínico —, ríe por lo bajo y siento su pecho vibrar en mi espalda mientras aprieta su agarre en mi cintura.

— No paso nada, se le cayó el trago en la ropa y yo me quite...

— No te estoy pidiendo explicaciones —, aunque moría por saber eso aún sin entender porqué. ¡Maldita sea, concéntrate!

— Pero tú si hiciste con Jimin —, besa mi hombro y cierro los ojos.

— No paso a mayores —, digo casi en un susurro.

Sus manos se pasean por mi abdomen y me apega más a él, cuando creía que eso no era posible. Una de sus manos quita el cabello de mi nuca y empieza a dejar besos en esta y yo peleaba con el temblor de mis piernas.

WRONG © | SUGA - BTS. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora