Estaba a punto de levantarme cuando sus palabras me hicieron volver de nuevo a la silla.
Si algo él sabía perfectamente y con gran claridad, era que él sin duda era una de mis más grandes debilidades; lo peor de todo es que yo ayudo a afirmarlo.
Él se mantenía serio con su mirada fija en mí y yo solamente estaba callada mordiendo una de mis uñas.
Se acercó a pasos lentos hasta la silla a mi lado midiendo cada una de sus pasos por cualquier reacción que yo pudiera tener, aunque después de lo que dijo era lógico que no me pararía.
— Te debo demasiadas explicaciones pero, primero discúlpame por lo que sucedió en casa de Jungkook hace unos días —, volví mi vista hacia él y se veía increíblemente sincero — Estaba celoso, al punto de que me fui de tu apartamento y solo le deje dinero a mi acompañante para que se fuera en un taxi. Me niego a verte en manos de otro que no sea yo.
Estaba cavando un hueco en mi pecho sin siquiera esforzarse.
Esperé tanto escuchar estas palabras por tanto tiempo que ahora se me hace imposible creer que de verdad esta pasando, que de verdad lo tengo de frente y que a pesar de todo sigue siendo el mismo Suga de aquella noche.
— Te niegas pero, ¿Qué pensabas cuando me abandonaste? —, todo lo que muchas veces quise decirle empezó a salir de boca — ¿Qué pensabas al pedirle a Jungkook que me dijera todas esas cosas? ¿Porqué no a V? ¡Tenías un maldito móvil al igual que yo! ¡Me pudiste enviar un mensaje!.
Quita su sombrero y lo coloca en el escritorio de mi padre, mueve su cabello e intento concentrarme en el momento y no en lo jodidamente bien que se ve.
Toma mis manos entre las suyas y mis brazos se erizan con solo sentir su toque.
— No fue mi intención, lo juro —, deja un beso en cada una de mis manos y puedo sentir como poco a poco voy bajando la guardia — Se lo dije a él por la confianza que ustedes se tenían, por ser tu mejor amigo a pesar de todo. Más que por eso, es porque sé que a parte de tus amigas es de las personas en las que más confías y de los pocos que te conocen verdaderamente y podían apoyarte.
— Su manera de apoyarme gracias a eso, fue haciendo que tu ausencia no doliera tanto, ayudándome a olvidarte.
Relame sus labios y luego los coloca en una línea.
— ¿Me olvidaste? —, se acerca a mis labios quedando a solo centímetros y yo no puedo responder — ¿Llegaste a olvidarme?.
Su nariz ya rozaba con la mía y deje que poco a poco mis ojos se cerraran para lo que venía pero, la puerta de la oficina se abrió dejando ver a la secretaria de mi padre parada con cara de sorpresa después de hacernos sobresaltar por entrar sin preguntar.
— L-Lo siento, n-no quería.
— No te preocupes, ya yo me iba —, dije levantándome de la silla a punto de que mi corazón saliera de mi pecho de lo fuerte que latía.
— Ania...
— Después hablaremos, Suga —, Lin Su sale de la oficina volviendo a dejarnos solos pero yo ya estaba dispuesta a terminar esta conversación.
— ¿Podemos vernos más tarde? —, lo pienso por unos momentos y asiento — No te vayas sin mí hoy.
Asiento y salgo a pasos rápidos directo al elevador cuando tropiezo con un cuerpo más grande que yo.
— ¿Todo bien? —, subo mi mirada y me encuentro con mi padre.
— Papá...
— Como has crecido —, me toma por las mejillas y deja un beso en mi frente para irse a su oficina.
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WRONG © | SUGA - BTS.
FanficPorque es típico que los hijos de millonarios sean mimados, malcriados y crean tener el mundo a sus pies. Los castigan mandándolos a internados y centros de ayuda cuando se les pasa algo por alto: Son hijos de jefes. Saben liderar y salirse con la...