Eran las siete con treinta y yo aún estaba acostada en mi cama con una pelea mental entre ir o no ir.
No sabía nada de Alexa y Mane estaba entregada al amor y el sexo con Jimin, a pesar de tener en cuenta lo que va a pasar.
Quisiera por un momento poder ser así, pero sé las consecuencias que va a traer enamorarme. He escuchado mucho de eso y la verdad es que no quiero vivirlo.
Vuelvo a ver la pantalla de mi móvil la cual se encontraba partida en la mitad, pero aún podían distinguirse las cosas.
— Ya no tengo más nada que perder... —, me levanto y busco un short de mezclillas negro, un brallet blanco y unos botines del mismo color. Estaba decidida solo a ir y volver, pero igual, quería arreglarme.
Rápidamente hice ondas en mi cabello y aplique un maquillaje sencillo concluyendo con un delineado perfecto en mis párpados.
Tomo lo que queda de mi móvil, mis llaves y salgo de la habitación cuando son las siete con cincuenta.
Cuando llego está el otro guardia de turno quien me frena y me pide algo a cambio. Maldigo cuando recuerdo que no traje nada y no podía seguir perdiendo tiempo.
— Sabes que no puedes pasar si no me das algo —, me mira de arriba a abajo y ruedo los ojos. Baboso.
Subo el brallet y le muestro mis pechos, éste sonríe y muerde sus labios y abre la puerta.
Bajo el brallet y paso sin siquiera agradecer.
A pasos rápidos paso por el pasillo oscuro al lado del gran patio del internado de hombres. Llego a una puerta y la abro con delicadeza, mira hacia los lados y al ver que no hay nadie paso corriendo, abro la puerta principal y salgo llegando directamente al estacionamiento.
Veo hacia todas partes y no lo veo, paso por cada auto y él simplemente no está. Decido sentarme en una banca y espero casi una hora, pero no llega, nunca aparece.
Respiro profundo y me insulto a mí misma por creer que de verdad vendría, es un cobarde, un maldito cobarde.
Cuando llego a mi habitación, aún las chicas no están, saco mi móvil y me doy cuenta que está apagado por falta de batería.
Conecto el aparato y espero para poder prenderlo, mientras que eso pasa, me cambio de ropa quedando unos pequeños shorts negros de dormir y una camisa de tirantes rosa.
Muchas veces he pensado en dejar de comprar cosas de color negro pero mi carácter me lo impide.
Me devuelvo hacia mi móvil y lo prendo, recibiendo cantidad de mensajes al instante.
Eran siete de Alexa, cinco de Mane y dos de J-Hope.
Solo reviso el primero que estaba en la bandeja porque no tenía ánimo de leer todos los demás.
J-hope:
"Te estamos esperando, es la continuación del cumpleaños de Jin. ¡Apurate!"
Abajo hay una foto adjunta y sonrío al ver la gran sonrisa de J-Hope en medio de mis amigas quienes le estaban dando un beso en sus mejillas.
¿Y si él estaba ahí? ¿Me dejaría esperando por ir a una fiesta? Bufo y solo apago mi móvil y me acuesto para en solo segundos caer dormida.
(...)
Unas caricias en mi brazo me hacen despertarme sobresaltándome.
Cuando abro los ojos, tengo la pared en frente pero las caricias siguen en mi brazo.
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WRONG © | SUGA - BTS.
FanficPorque es típico que los hijos de millonarios sean mimados, malcriados y crean tener el mundo a sus pies. Los castigan mandándolos a internados y centros de ayuda cuando se les pasa algo por alto: Son hijos de jefes. Saben liderar y salirse con la...