«I was doing fine on my own
And there wasn't much I lacked
But you've stolen my air catcher
And I don't know if I want it back.»˟ ˟
Han pasado dos meses.
Dos meses desde que noté como si me hubiesen apuñalado por la espalda, gracias Josh.
¿Y sabéis que?
Sigo sintiéndome la misma mierda.
Si bien estoy mejor que al principio, ya nada es igual.
Quizás solo es cosa de tiempo ¿No? Aunque llegados a este punto ya debería haberlo superado o al menos estar bien.
Me he hecho más tatuajes, he terminado con todos los del brazo derecho y tengo la mayoría del brazo izquierdo.
Mi padre me dijo que al menos ahora ya no parezco tanto una niñita.
También he empezado a hacer ejercicio, no por nada en especial, simplemente es que no quiero pensar.
Esta vez no voy a exagerar, amaba a Josh como nunca había amado a alguien, al principio tenía en mi cabeza eso de que podíamos terminar en cualquier momento pero a medida que iba pasando el tiempo me ilusionaba más hasta que creí que él era el definitivo.
Vamos Tyler, ¿El definitivo? ¿Con 21 años de mierda que tienes? Ya estás mayorcito para pensar esas cosas.
Alguien chasqueó los dedos delante de mi cara sacándome de mis pensamientos.
—Tyler, ¿estás bien?— dijo Zack.
Me quedé en silencio durante unos segundos y miré al plato que tenía justo en frente mío.
—Sí sí, solo....solo estaba pensando.— dije mientras movía la comida con el tenedor.
—¿Estás seguro?— asentí sin muchos ánimos mientras seguía comiendo.— Menos mal.— sonrió y seguido de eso continuó con lo que estaba contando antes, no presté mucha atención a lo que decía, debería atender más cuando cuenta cosas.
Terminamos de comer y después de recoger todo, fui a mi cuarto.
Pasó una hora, empecé a escuchar muchos pies subiendo por las escaleras y gente hablando en voz baja soltando risitas de vez en cuando, mis hermanos abrieron la puerta.
Jay tenía una pelota de baloncesto entre sus manos. Se acercó a mi.
—Llevas muchísimo tiempo sin pasar el rato con nosotros, ¿estás triste?
Que tu hermano de once años venga a preguntarte eso, significa que quizás es el momento de cambiar, aunque sea solo por ellos tres.
No iba a ser tan fácil como pensarlo, pero quiero creer que lo es.
—Estaba.— dije después de suspirar.
—¿Por qué?— ¿cómo le contesto a eso? Se dió cuenta de que no contesté— Papá dice que eres "maricón"— remarcó mucho las comillas— ¿Estás triste por eso?
—No exactamente.
—Pero no es malo ser eso.
—Lo sé, ¿jugamos?— cambié de tema quitándole la pelota.
Ellos sonrieron, admitamos que yo también.
Salí de mi cuarto hacia el jardín con la pelota y ellos tres corriendo detrás mío para placarme en cualquier momento con la intención de quitármela.
Estuvimos toda la tarde jugando, llevabamos mucho sin pasar un momento como ese, digamos que se echaba de menos.
Lo mejor de todo es que mi padre no molestó en ese tiempo que estuvimos jugando.
Ya era de noche.
00:56
He pensado en algo, no tiene lógica y lo más seguro es que acabe mal.
¿Y si le hago creer a mi padre que ya no soy gay?
Él cree que es una enfermedad y quizás, solo quizás, si no hay alguien insultandome diariamente pueda superar esto cuanto antes. Pero eso sería ocultar lo que soy ¿No?
No quiero volver a pasar por la parte de salir del armario, aunque sólo sería con mi padre y dentro de mucho tiempo, de nuevo.
No sé ni qué estoy pensando, nada tiene sentido.
Seguir pensando en eso sólo iba a confundirme más por lo que me dormí.
06:13
Me desperté de golpe, había tenido una pesadilla pero no de esas de niño pequeño, había sido sobre algo serio, aunque lo peor de todo no era eso.
No sé qué le pasó a mi cabeza pero me había ilusionado creyendo que Josh estaba a mi lado y sin querer, empecé a llorar.Vuelvo a la pregunta de siempre, ¿No puedo dejar de dar pena?
Aparentemente iba a ser un día triste, a lo mejor es que yo soy triste.
Miré a mi ventana, estaba abierta, hacía frío.
Espera.
Yo nunca duermo con la ventana abierta.
Me levanté y la cerré, supongo que la habría dejado abierta anoche por accidente.
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