«We'd have a tempo change every other time change
'Cause our minds change on what we think is good
I wasn't raised in the hood
But I know a thing or two about pain and darkness.»˟ ˟
Toqué a la puerta de casa de mis padres, segundos después Zack la abrió.
—¡Tyler! Qué sorpresa verte por aquí.— dijo sonriendo.
—Es que necesitaba buscar una cosa.— le devolví la sonrisa.
—¡Zack! ¿Quién es?— me dió asco escuchar la voz de mi padre.
Zack me miró sin saber qué decir, entré y cerró la puerta.
—¡Soy yo!— dije caminando hacia el salón. Mi padre resopló asqueado.— Tranquilo, yo siento más asco por tí del que sientes tú por mi. ¿Está mamá en casa?
—Sabes que estas no son formas de venir a mi casa, ¿Verdad?
—Es que no he venido a VUESTRA casa a por TÍ, sabes ¿verdad?— apretó los puños.
—Pero has venido a mi casa.
—Casa donde todavía hay cosas mías y en la que vive mi madre, a la cual le agrado.— se levantó de golpe, cuando hacía eso es que iba a golpearme.
—Papá...— dijo Zack mirando al suelo con todo de advertencia. Mi padre volvió a resoplar.
—Tu madre está en el jardín.
—Gracias.— salí al jardín.
Mi madre me vio nada más que salí, dejó de regar las plantas y me abrazó.
—¿Cómo es que has venido?
—Quería buscar una cosa, ¿Te acuerdas del piano de juguete que me regaló el psicólogo?— asintió.— ¿Sabes dónde está?
—Que yo recuerde está en una caja del sótano, espera, voy a buscarlo contigo.— entramos a casa y bajamos al sótano.
Comenzó a buscar entre todas las cajas que había.
—Yo creí que estaba en esta caja...— dijo rascándose la cabeza pensando en dónde estaba.— Sí, estaba en esta caja, lo dejamos ahí hace muchos años.
[Flashback]
Estaba en el sótano, no podía controlar mi cuerpo.
Siendo sincero, no parecía yo.
Agarré el piano de juguete que llevaba tres años guardado en una caja y empecé a tocar una canción.
Pero la canción ya no era igual, al faltar esa tecla sonaba diferente, era agradable a la vez que extraña, pero no lo que yo quería.
Estaba en mi habitación, aparté un montón de cajas de mi armario y metí el piano, volví a poner las cajas de forma que no se viese.
Miré a la ventana.
~
Me desperté sudando, llevaba un mes teniendo sueños de ese estilo todas las noches, no entendía ninguno.
Miré a mi armario, estaba igual a cómo lo dejé la noche anterior.
[Fin del flashback]
—¿Las cosas de mi cuarto siguen igual a cuando vivía aquí?
—Sí, nadie tocó nada.
—Necesito mirar algo.— subí las escaleras lo más rápido que pude hasta llegar a mi cuarto.
Abrí la puerta del armario y comencé a apartar las cosas con cuidado.
Moví una de las cajas y se escuchó un golpe.
El piano se había caído de detrás de esa caja.
¿Había hecho yo todo esto?
Lo agarré, no era igual a la última vez que lo vi.
Tenía marcas en cada tecla, parecían hechas con sangre ya seca.
Miré al hueco donde al principio había una tecla, se podía ver la punta de un papel doblado.
Iba a sacarlo y mirar qué era pero alguien tocó mi hombro haciendo que me girase sin pensarlo y sin querer tirase el piano.
—P-Perdón por asustarte.— era Jay.
-
Me daba miedo volver a casa por el hecho de que iba a estar solo. Me gustaba estar solo pero no en esos momentos ya que al parecer hago cosas de las que luego no me acuerdo.
Fui a la tienda de música en la que trabajaba Josh.
Tenía el piano de juguete guardado en la mochila.
Al entrar no vi a Josh así que me acerqué al mostrador para preguntarle al chico que había ahí.
—D-disculpe...¿Está Josh aquí?— me miró durante un momento medio sonriendo, creo que estaba procesando la pregunta.
—¿Josh?
—¿S-sí?
—Claro, ven.— comenzó a andar y yo le seguí.— ¿A que se debe ese interés por Josh? Yo también trabajo aquí.— fingió un puchero y me reí.
—Es que tengo que hablar con él.
—¡OH! ¿Eres Tyler?— asentí.— Te imaginaba más...mmm...no sé, más feo.— volví a reírme y antes de que pudiese contestar volvió a hablar.— Ahí tienes a tu amado, un placer conocerte.— el chico se fue de vuelta al mostrador y yo me acerqué a Josh.
—Hola Ty.— saludó sonriendo, como casi siempre.
—Hola, vine porque me daba algo d...— me interrumpió.
—Tranquilo, no tienes que darme explicaciones, ya sabes que puedes venir siempre que quieras.— sonreí ante eso, me alegraba no tener que decirle que me daba miedo estar solo en casa como si tuviese diez años.
-
Le expliqué todo a Josh mientras volvíamos a casa.
Al llegar saqué el papel y lo miramos.
"?? – Char-Mar Ridge Reserve:
5'79 km."-