3. Los chicos nuevos

2.8K 241 16
                                    


Capitulo 3

Una prueba sorpresa.

Si hay algo más, que odio, aparte de levantarme temprano son las pruebas sorpresas ¿Por qué a los adultos les gusta tomarnos lecciones sin avisarnos? Al parecer les fascina hacerlo.

Paulina me hace una seña de que me siente en el puesto vacío que hay antes del suyo, ya que hay una persona que está ocupando mi sillón y no soy yo, y eso no me gusta, pero no me voy a poner hacer un berrinche ahora mismo. Estoy segura que el Ingeniero me sacaría de su clase por interrumpirlo y por haber entrado sin su permiso a la clase, llegue un poco tarde, pero como la puerta estaba abierta, entre a hurtadillas aprovechando que él se encontraba a espaldas de mi escribiendo algo en el pizarrón. Tenía que aprovechar, era ahora o nunca. Tampoco quería que me llamaran la atención recién iniciando clases.

Me siento tranquila en el lugar que ya me había indicado y empiezo a sacar mis cosas ignorando por completo al chico que se encuentra a mi lado. Agarro mi bolígrafo y empiezo a copiar lo que hay en el pizarrón, me indigno fuerte cuando observo las ochenta y tantas preguntas de repaso, no sé si algún día termine.

Después de unos diez minutos, el Ingeniero termina de escribir y se sienta en su escritorio mientras nos observa a cada uno de nosotros con una mirada despectiva. Finjo estar copiando sus preguntas mientras respondo como si supiera cada una de ellas y como si fuera lo más fácil del mundo. Pensándolo bien, me arrepiento no haber prestado más atención en clases cuando estuve en la secundaria, no entiendo nada de lo que tengo en la hoja.

No quisiera reprobar.

Iniciando clases y ya empezando con el pie izquierdo, puedo escuchar esas palabras salir de mi madre. Como dicen por allí, voy a ver a los lados a ver si consigo información. De reojo y fingiendo como si pensara me inclino hacia el chico a mi lado y casi me voy para atrás cuando veo que está entre las últimas preguntas. Solo ha pasado un poco más de media hora y ya tiene casi todo ¿A caso es flash?

–Copia.

Regreso mis ojos a la hoja y me enfoco en ella, parece que escuche mal o el chico a mi lado está tratando de ayudarme. Me muerdo el labio mientras giro mi cabeza hacia él, disimuladamente para asegurarme si es a mí mismo a quien le estaba hablando. Y en efecto, es a mi persona a quien está mirando ahora mismo, que mis ojos terminan encontrándose con un par de ojos realmente grandes e increíblemente exóticos con ese color marrón que le da al infiltrarse el sol en ellos. Vaya que son demasiado bellos. Y él me acaba de sonreír amablemente.

–Hazlo, yo cuido al Ingeniero cuando venga hacia acá.

No puedo creer lo que me está diciendo, que me quedo sin saber qué hacer.

¿Es a mí?

–¿Es en serio lo que me estás diciendo? –Pregunto para asegurarme. Ni en la secundaria tuve tal oportunidad como está y eso que hubiera deseado que pasará en los exámenes finales.

–Si. –El chico empuja su hoja hacia mi pupitre dejando ver por completo todo lo que ha contestado.

No pierdo más tiempo y empiezo a copiar, tal como está, luego de unos minutos me doy cuenta que el Ingeniero podría darse cuenta de que hay dos pruebas con las respuestas iguales así que marco diferente en las últimas opciones y es así como termino por agradecerle a un ángel caído del cielo. Es que lo es, si no fuera por él, mi prueba ahora mismo se iría vacía. A parte siento vergüenza, que pensara de mí.

Me dan ganas de levantarme e irme a sentar a otro lado ahora que se ha ofrecido a llevarme la prueba y dejar en el escritorio del Ingeniero, sin embargo, me quedo en el mismo lugar esperando que regrese. Pienso que se va a volver a sentar, pero va directo a la salida y me quedo con las ganas de agradecerle. Bueno, ya habrá otro rato para hacerlo. Salgo también y espero en la puerta a que Paulina que salga, quién está siendo una de las últimas en entregar la hoja al Ingeniero.

LA PROMESA  (Joel Pimentel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora