24. Crush

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Capítulo 24.

Debí haber estado aún bajo los efectos de las drogas, de otro modo no habría sido tan lanzada. ¿Que pensara de mi? Ni siquiera tengo cara para verle, ¿Porqué derrepente siento está vergüenza? Ya han pasado dos días ¿Es arrepentimiento? Lanzo un bufido de frustración, debo convencerme que no fue nada malo. No fue nada del otro mundo, además en poco tiempo se convertirá en mi esposo.

—Buenos días hija —mi abuelo aparece en la cocina.

Lo saludo y ayudo a Mery a servirle el desayuno, me siento frente suyo para continuar comiendo juntos mientras me pregunta cómo me fue el fin de semana hasta que:

—¿Y donde está mi futuro nieto? —pregunta, haciendo que me atragante con el jugo que estoy bebiendo—. No lo he visto por la casa.

—Sus padres llegaron de viaje y fue a recibirlos.

—¿Y no ha vuelto? —Meneo mi cabeza—. Debería decirle que los invite para cenar todos juntos.

—Claro.

—Cuando lo veas, dícelo. —pide.

Resoplo, no puedo hacerlo aún siendo vergüenza por lo que pasó. Mi abuelo me mira de reojo.

—Esta bien.

Después de lo que pasó entre nosotros dos lo escuché irse a la madrugada del sabado, no lo detuve. Fingí que dormía mientras dejaba un beso sobre mi frente y susurraba un "Te quiero" su mensaje en mi celular hizo que volteara a verlo "Mis padres regresan de su viaje, iré a recogerlos, ¿el lunes vamos a clases juntos? No te vayas sola, déjame llevarte".

No había podido dormir estos días y ya era lunes, eran las cinco de la mañana y no podía seguir durmiendo, así que me puse arreglarme, al bajar a la cocina Mery recién se había levantado así que la ayude, desde entonces no a bajado Joel. Tal vez debería aprovechar para irme, me siento mal no esperarle después de que me ha pedido que lo haga pero también siento mucha pena por lo de anoche, ¿Que le diré? Será un momento incomodo para los dos.

—Abuelo me voy a clases —me despido, dejo un beso en su mejilla y salgo— Hoy entro temprano.

Mi abuelo también se despide sin antes decirme que vaya con cuidado y regrese temprano. No me demoro más y salgo de la casa rumbo a clases. Esto no es fácil, parece que todos saben que huyo de alguien, mejor dicho de Joel por la forma en como me miran.

Cruzo la avenida con los nervios de punta, creo que ando alucinando y viendo cosas que no son. El claxon de un auto me hace sobresaltar en mi camino, molesta volteo a verlo para amenazarlo al menos con la mirada y lo que tanto temia se hace presente. No puede ser.

—Señorita, ¿necesita que la lleve? —dice, estacionando en una esquina el auto.

Mi corazón empieza a golpear con fuerza mi pecho, necesito controlarlo.

—Hola —lo saludo, disimulando una sonrisa cuando me acerco—. ¿Cómo estás?

—Extrañandote. —Eso no me lo esperaba—. Ven, sube —pide sonriendo, abriendo la puerta del copiloto para mi.

Esto no es mucha cursilería, ¿alguien nos está viendo a caso? Miro a todos lados esperando no encontrar a nadie con los ojos fijos en nosotros ¡Ahg! Creo que estoy viendo muchos Kdramas.

LA PROMESA  (Joel Pimentel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora