LA PROMESA (Joel Pimentel)

25. La fama de Erick

Capítulo 25

Joel.

Durante estas semanas estábamos llenos de trabajos y proyectos. Empezábamos tercer ciclo y cada vez se iba complicando más el convertirnos en abogados. Era un reto llegar hasta el final, creo que todas las profesiones lo son pero aquí era donde ponías sería dedicación a lo que haces.

El primer ciclo era un poco sencillo que nos sobraba el tiempo para irnos a fiestas, salir con los chicos, entre otras cosas. Ahora sí nos reuníamos era para realizar los proyectos y después cada quien en lo suyo con los trabajos pendientes que teníamos en casa y ese lugar se estaba convirtiendo en mi favorito con decir que en la universidad ya casi ni coincidíamos con ___ pero al llegar allí, estaba ella. Muchas veces en la sala haciendo sus tareas, otras veces esperando en mi habitación y otras veces simplemente allí, en casa.

En fin, cada momento que tenía con ella, lo aprovechaba, compartíamos muchas cosas; veíamos películas, cocinamos juntos, la ayudaba con trabajos que no podía sola, ella hacía lo mismo aunque un poco torpe porque el trabajo lo tenía que volver a repetir pero bastaba esos pretextos para tenerla a mi lado y que no se fuera algun otro lugar que no fuera mi habitación.

Realizamos el ensayo para Metodología Jurídica cuando escucho la voz de Erick a mis espaldas.

—¿Y cómo van ustedes? —pregunta, distrayendose nuevamente. Es la tercera vez que pregunta sobre cosas que no vienen al tema, espero que está vez haya terminado su parte. 

Continuando con su pregunta, pensar en ella me hace sonreír sin que pueda evitarlo. Estoy seguro que estamos pasando por nuestro mejor momento en nuestro noviazgo, sin problemas, sin provocaciones, con una tranquilidad increíble y espero que esto no acabe.

—De lo mejor. —le contesto. Erick hace una mueca de desagrado.

—Cuidado. No quiero contagiarme con el virus del amor —suelta con diversión, eso me hace voltear a verlo.

Está sobre la cama, acostado boca arriba con el lápiz en su oreja y en sus manos trae el texto de la materia que estamos repasando.

—No decías lo mismo cuando salías con Nataly —le digo. Ver su reacción me hace reír.

Sé que he dado en el clavo cuando de golpe se sienta, tiene historia con ella y con un final para nada feliz. Se enfrió el amor para Nataly, pero para Erick me parece que aún sigue allí, tibio.

—¡Eso es un golpe bajo! —se defiende, señalándome—. Ella no supo valorar a este muchacho —se palmea el pecho fingiendo tristeza en su mirada, vuelve a verme y dice—. Te apuesto a que en dos meses regresa.

—Con esa fama que te la estás dando ahora, lo dudo. —le pico, volviendo a mi tarea.

Mi amigo finge ofenderse.

—Claro, como a ti tienen de mandilón y ni a fiestas te quiere dejar salir.

Detengo mi escritura, su comentario ha hecho que escriba mal. Tomo el borrador de goma y limpio el error.

—Eso es por los proyectos —respondo, sin darle mucha importancia.

No es que ___ me haya prohibido salir con ellos, simplemente ya no me apetece ir de fiesta con el fin de conocer mujeres y pasarla bien, no los juzgo, están en todo su derecho de disfrutar la vida. Sin embargo, mi situación es diferente, tengo un compromiso y respeto mucho a ___ que pronto se convertirá en mi esposa, no quiero arruinar mi relación por una diversión de una sola noche.