Yo tengo 18 años

Capítulo 10

Me quedé mirando sus ojos grises unos segundos, que me analizaban sin disimulo y con cuidado. Tendría que ser una mala broma aquello, un sueño, o más bien dicho, una pesadilla.

-B-bueno pues saque un boli- habló finalmente, nerviosa y aún un poco aturdida por verme allí. Miró el papel de la lista un segundo, para luego levantar la cabeza y volverme a ver, como si estuviese viendo un fantasma o alguna ilusión óptica.

¿Que coño hacía aquí Sofía?

Era la primera cosa que se me pasó por la mente, viendo cómo dejaba la hoja en la mesa. Yo solía ser la última persona de las listas siempre, por algo mi apellido empezaba por W.

Tomó un montón de folios y empezó a repartirlos uno a uno, mientras explicaba las instrucciones. Cuando llegó a mi sitio se quedó mirándome unos segundos, comprobando si era real, si de verdad la que estaba sentada allí era yo.

Yo me limité a agachar la cabeza una vez tomé el examen, evitando que viera mi nerviosismo. Podría morir en aquel momento al sentir como todo mi cuerpo se paralizaba.

Se había juntado el maldito examen, que iba a suspender y eso me provocaba demasiada ansiedad, en tener a Sofía en frente mía. Iba a suspender, Sofía me tendría que estar odiando en aquel momento, iba a tener a Sofía nueve meses como profesora.

Tomé una respiración profunda en busca de un poco de paz. Tenía que tratar de concentrarme en el examen, porque si pensaba en las dos cosas iba a darme algo.

Leí con cuidado la primera pregunta, luego la leí otra vez y luego una tercera, pero no sabía que acababa de leer. No solo era que no me sabía la mitad de cosas, encima no me podía ni concentrar.

Tendría que haber hecho como Lisa y simplemente no haber venido hoy al examen.

Pasé a la siguiente pregunta, en busca de algo que me supiese y me permitiese empezar a escribir algo.

Pasados los 45 minutos ya prácticamente había terminado de contestar todas las preguntas, posiblemente mal contestadas, pero al menos había conseguido hacer algo.

Levanté mis ojos hacia Sofía, su mirada seguía fija en mí y lo había estado las pocas veces que le había visto. Demonios ¿Que había hecho yo para merecer esto?

Decirle que tienes 22 años para empezar, sabiendo que tienes 18.

Con cuidado me levanté de la silla y caminé hasta ella, dejándole el examen sobre la mesa.

Ella lo tomó entre sus manos y se puso a leerlo mientras yo volvía a mi sitio. Cuando me senté vi como la mayor leía y releía mi examen. Que rabia me daba que hicieran eso... después de revisarlo lo que viene a ser por centésima vez, levantó la vista y me miró con cara de interrogación.

A saber todas las barbaridades que le había escrito ahí. Ahora si pensaría que aparte de mentirosa iba mal en los estudios, que no era así. Solo iba mal en su asignatura para colmo.

Cuando dejó por fin el examen a un lado apoyé mi cabeza en la mesa para cerrar los ojos unos segundos, segundos que se convirtieron en minutos.

- Diana, vamos- notaba que alguien me movía del hombro y la voz de Leo a mi lado.

- ¿Ya es hora?- pregunté medio dormida, estaba a punto de volver a quedarme dormida.

-Sí, ahora tenemos ingles- Levanté la vista, vi a Cami colgándose la mochila en sus hombros junto a varios compañeros de clase salir por la puerta mientras despedían a Sofía, que cargaba con los exámenes y el libro de nuestra asignatura.