Diana
- Binevenida- me saludó Marco cuando abrió la puerta de su casa. Era noche buena, y como todos los años lo celebraba con mis amigas.
- DIANAA- oi que cierta rubia me llamaba desde dentro de la casa acercándose para arrastrarme hacia el interior.
Una vez dentro, observé el nuevo sofá que habia en la sala. Era negro y tenía espacios suficiente para todas las personas que dormían los fines de semana en esa casa.
- Lo compramos la semana pasada en las ofertas de navidad. Es el regalo de Marco para la casa, aunque no deja que nadie se siente en el sin haberse lavado antes.
- No seas tan exagerada. Te puedes sentar tranquila. Tan solo procura no ensuciarlo si quieres volver a venir a mi casa- asentí algo temerosa. Había visto a Marco una vez enfadado, no quería verlo dos.
*****
-Feliz año nuevo- gritamos todos mientras nos abrazamos cuando sonó la última campanada.
- Toma, bebe, hay que celebarlo- me dijo Cami con una sonrisa mientras me extendía un vaso lleno de alcohol. Este día también era solo una escusa, una escusa para ponerse borracha, una escusa para salir de fiesta por todo lo alto y olvidar un año. Ya que después de todo, mañana iba a seguir todo igual, no había ninguna diferencia entre hacia 5 minutos y ahora, el mundo no se habia solucionado mágicamente. Tan solo, la gente se había puesto feliz.
Me levanté de la mesa para ir al baño y sentí como alguien me daba un empujón. Mi cuerpo se fue de lado, posiblemente por la poca estabilidad que tenia debido a ir un poco bebida, o por el fuerte empujon recibido, la cuestion es que terminé cayendo al suelo, tirando todo lo que habia encima de la mesa.
-Auh- me quejé tocándome la espalda mientra veía a mi agresora, una Leo bastante borracha que había estado saltando por todo el salón- Mierda- y estas eran mis quejas cuando un líquido se cayó desde la mesa hasta mi ropa.
- La bebida- Lisa se apresuró en tomar los vasos de la mesa y en detener el líquido, mientras Leo me miraba con una cara de disculpa.
- ¿Diana, estás bien?- me preguntó María, que tendía la mano a mi dirección con preocupación.
María había venido con Marco para celebrar el año nuevo, prácticamente no habíamos intercambiado palabras en toda la noche. Dos extrañas, eso era lo que parecíamos.
-Si, gracias. Voy a limpiar este desastre- dije mientras me dirigía hacia la cocina.
- ¿QUIEN HA TIRADO LOS CUBATAS ENCIMA DEL SUELO?- mierda. Marcos se había enfadado.
-HA SIDO DIANA- le contestó mientras Leo, haciéndome un gesto de disculpa.
-DIANA.
*****
Después de haber escuchado la bronca de Marco por tirar todos los cubatas y dejar reluciente la mesa, ahora me encontraba limpiando el trapo. Estaba completamente mojado de el alcohol que tenían nuestros cubatas, haciendo que mis manos estuviesen pegajosas, y no era una sensación muy agradable que se dijera.
- ¿Alguien quiere lacasitos?- escuché que Cami preguntaba desde el comedor.
-YOOO- contesté gritando. Amaba esas cosas de chocolate, eran de otro mundo.
Mientras contestaba me estaba girando hacia la sala, con tan mala suerte de golpear con el tra0o un vaso y tirandolo al suelo.
Me quedé mirándo la bebida toda por el suelo, mierda, quería morirme y Marco iba a ser la persona que me mataria. ¿Que cojones hacia ese vaso ahí?
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Yo tengo 18 años
RomanceEn edición. "¿Y tú que edad tienes?" "22" "Se va a enterar tarde o temprano que tienes 18" "No si nadie se lo dice" "Señorita Walker" En ese momento no me pude creer lo que veía... Ella iba a ser mi nueva profesora de historia.