Sofía
Estaba harta de James ¿No sabía disimular? Estaba segura de que salía humo de mi cabeza al ver cómo el señor "disimulo" miraba descaradamente el trasero de mi novia mientras hacía su clase educación física. Poco me quedaba por empezar a gritarle.
Nos encontrábamos en la reunión de una excursión para los de primero en una de las mesas que había al exterior, ya que el profesor James no paraba de insistir. Al principio no entendía bien, hacía frío y no teníamos ninguno ganas de salir fuera, pero cuando he visto a Diana corriendo por la pista de atletismo a trote suave lo he entendido. La parecer su clase tenían hoy examen de correr.
- Oye James ¿Puedes prestar atención lo que estamos diciendo?- llamé su atención y él se giró con su cara de niño que no ha roto ni un plato.
- Sí, claro ¿Por donde íbamos?- fingió interés mientras se acomodaba bien en el asiento de metal, aunque estaba segura que nada más tuviese la ocasión trataría de volver ver a Diana, mi novia, cabe destacar.
- Estabamos hablando de la excursion con los de primero- le aclaré forzando una sonrisa y él asintió con la cabeza e hizo como si estuviera prestando atención.
Y así transcurrió toda la hora que teníamos libre, el profesor James mirando el trasero a mi noviay yo evitando matarlo allí mismo.
*****
Me encontraba en la sala de profesores aguantando la charla de Daniela sobre la excursion. A que mala hora acepté ir la verdad, tendría que haberme negado. Aunque claro, seguía siendo la nueva profesora, que tan mal quedaría que no quisiera involucrarme en una excursión?
Vi como Diana pasaba por delante del conserje, seguramente para irse a su casa o a la residencia. Tenía que hablar con ella sí o sí.
No podía continuar ignorando el hecho de que mi novia se hubiera ido echando humo de mi casa el otro día y yo me hubiese quedado como una completa imbecil sin saber que pasaba. Tenía que solucionarlo de algún modo porque odiaba estar mal con ella, ya había estado 4 meses esperando a poder tener algo con Diana y ahora que lo tenía, sentía que la había perdido por una cosa, que no tenía ni idea de que era.
James pasó también por delante de conseguir, colocándose bien la chaqueta a paso apurado. Ah, no. Ya había estado mirándole el culo por una hora, el señorito James ya había tenido suficiente por hoy.
- Disculpe, profesora Daniela, pero me tengo que ir ya tengo unos asuntor urgentes que resolver. Mañana terminamos la conversación. Adiós- y sin decir nada más salí prácticamente corriendo dirección donde se habían ido los otros dos.
¿Hacía falta recalcar que no me gustaba que James estuviese cerca de Diana?
- Walker- la llamé cuando vi que se había detenido en la puerta principal para hablar con él. Ella se giró en mi dirección y bajó la mirada al suelo, seguramente continuaba enojada conmigo.
- James, hablaremos otro día- oí que le decía. Punto para Sofía. Él asintió con la cabeza y después de una pequeña despedida se marcho hacia el aparcamiento de profesores. Gran punto para Sofía. -Hola- me saludó tiernamente, aún sin mirarme a la cara.
- Buenos días- devolví el saludo mientras me ponía enfrente de ella- ¿Podemos hablar?
- Si, yo también quería hablar contigo- una pequeña sonrisa se me formó en la boca al escucharla decir eso- Pero aquí no ¿Podemos ir a otro sitio?
- ¿Mi casa?- pregunté, sabiendo que no teníamos muchas opciones para ir.
*****
Diana
Entré por la puerta de su casa algo nerviosa. Solo quería pedirle disculpas, unas enormes disculpas. Después de ese último mensaje no habíamos vuelto a hablar y hoy, para ser sincera, la había evitado todo el día. Me sentía mal, había notado su mirada encima mía durante toda la clase, seguramente pensando que era una niña, una cría que se había enfadado por alguna tontería.
- Perdón por lo del sabado- Me disculpé nada más entramos al salón y Sofía dejo su bolsa en el sofá- No debía haberme puesto así, especialmente cuando tu no eres la culpable de nada- me miró algo confundida, tratando de averiguar que había detrás de mis palabras.
- A que te re...?
- Me cabré conmigo misma y lo pagaste tú. Lo siento, no debía desquiciar mi ira contigo- Sofía se quedó en silencio, sus hombros dejaron de estar tensos y casi pareció aliviarse cuando me escucho.
-No tienes que disculparte, Diana, quería saber que te sucedía. Yo también tengo malos días y lo pago con otras personas, sabes? Luego me disculpo como has hecho tu ahora y ya está.- pasó un mechón de pelo por detrás de mi oreja, nerviosa- Menos mal que no estas enfadada conmigo, me he pasado todo el día buscando formas para pedirte perdón.
Ella al ver mi nerviosismo se acerco a mi, pasando ahora sus brazos por mi cintura, tratando de darme seguridad.
- Pero si no estaba molesta contigo, como te ibas a disculpar?- mis brazos subieron a su cuello y la atrajeron para un abrazo que realmente necesitaba, necesitaba sentir su perfume en mi nariz, consoladome.
- Bueno, pues tenía pensado llevarte a una cena, las dos solas un sábado por la noche... en un restaurante fuera de la ciudad...
- Mmm ¿Y la oferta sigue en pie?- rocé mis labios con los suyos escuchando como de su boca salía un suspiro.
- Siempre y cuando mi novia acepte ir- sus manos me acercaron a ella para besarme lentamente, con calma, diciéndome que todo estaba bien, que no pasaba nada malo.
- Si, estoy segura de que aceptara- soltó una pequeña risita contra mi mejilla separándose un poco de mí, aunque sin dejar de tomar mi mano.
- ¿Puedo preguntar por qué estabas enfadada contigo misma? Puedo ayudar, si quieres.
- Ya lo has preguntado- observé como sonreía sin enseñar sus dientes- Soy mala hermana. Estoy saliendo con la chica que mi hermano estaba enamorado- y aún estaba...
- Oh cariño, no eres mala hermana, eso no es de serlo. No es tu culpa que me tengas completamente loca por ti- mientras dijo este me abrazo, rodeando con sus brazos mié cuello. Ahora era yo la que sonreía como una idiota. ¿Cómo podia ser tan linda? Tenía que haber hablado con ella cuando me había sentido tan mal, no haberla preocupado por una tontería como esa.
- Te quiero.
- Yo también te quiero- me dio un pequeño beso y después de asegurarse de que mi mala cara se había ido, sonrió.
*****
-Oh por dios ¿Has visto como se le mueve el pelo? Es tan perfecto...- no podía creerme que Lisa me hubiera convencido para venir a ver el entrenamiento de futbol de los chicos- GOL- gritó cuando el rubio de primero anotó- ¿Has visto que golazo?
- Lisa, están tirando sin portero.
- Claro, como no es la grandiosa profesora de historia quien ha metido el gol no te interesa- mis manos se fueron a su boca para que dejara de hablar. A veces no sabía callarse la boca. Miré a los dos lados para ver si alguien la había oído, pero para mí suerte, nadie quería ver un entrenamiento de futbol a 10 grados.
- Estamos en el colegio, imbécil- le recordé en voz baja, por si las moscas.
- Perdón, perdón. Pero tampoco pasa nada que lo diga, todos los alumnos tienen algún Crush con un profesor, y especialmente con tu novia- obviamente mis mejores amigas ya sabían que estaba saliendo oficialmente con Sofía, después de todo, no podía ocultarles nada- Se ha quitado el sudor ¿Lo has visto? Deberían prohibir quitarse de esa manera el sudor.
Por favor, Leo y Cami vengan pronto- suplicaba en mi interior oyendo nuevamente como la rubia gritaba.
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Yo tengo 18 años
RomanceEn edición. "¿Y tú que edad tienes?" "22" "Se va a enterar tarde o temprano que tienes 18" "No si nadie se lo dice" "Señorita Walker" En ese momento no me pude creer lo que veía... Ella iba a ser mi nueva profesora de historia.