Diana
- Ya he llegado- grité abriendo la puerta de mi casa. En ese momento los ojos de mi madre cayeron sobre mi, con una clara pregunta en su cabeza.
- ¿No me habías dicho que ibas a cenar fuera de casa?
- Sí, pero ha surgido una cosa y no hemos podemos ir- contesté a su pregunta mientras me dirigía al pasillo- No como nada, no tengo hambre.
- Algún día me la tendrás que presentar, soy tu madre
- No se de que me hablas- y tras decir esto cerré la puerta de mi habitación dejándome caer en la cama.
De verdad quería haber ido a comer con Sofía. Tenía ganas de estar con ella, de que dejara de preocuparse por una vez que alguien nos pudiera ver y reconocernos. No podía decir que me arrepentía de haber dejado que se fuera con Natalia, pero de verdad lo hacía. Que le hubiese dicho que no podía ir ahora, que estaba con su novia.
Pero eso no era lo correcto, aquello era muy egoista de mi parte. Ella era una de sus mejores amigas y además Sofía no me pertenecía. Era mi novia, pero no podía obligarla a nada ni atarla conmigo para que no se separara.
Pero luego mi yo egoísta me decía, nunca podéis salir, os había costado un semana planear una salida y quería gritar sobre la almohada.
*****
Llegaba tarde a clase. Me había distraído más de la cuenta revisando mi Instagram, y cuando me había dado cuenta ya salía 10 minutos mas tarde de lo normal.
Llegué por fin a la puerta de la clase de Sofía y tomé aire antes de abrir la puerta, la clase estaba en un silencio absoluto y en medio de esta estaba Sofía, que se detuvo de anotar algo en la pizarra para mirarme.
- Hola- saludé tímidamente ganándome una pequeña sonrisa por parte de mi profesora favorita, pero no duró mucho porque enseguida la borró.
- Le agradecería que la próxima vez no llegase tarde a mis clases- a pesar de que su rostro estaba serio su voz delataba que estaba contenta, la conocía ya demasiado.
- Lo siento, profesora Johnson- me disculpé mientras cerraba la puerta detrás de mi y luego pasaba entre mis compañeros con la cara roja hasta llegar con Leo. Lisa se había sentado con Cami.
De repente se oyeron unas fuertes carcajadas en la ultima fila. Toda la clase dirigió su mirada hacia mis mejores amigas quien avergonzadas y con tímidas risas miraban fijamente la mesa.
A saber que estaban tramando.
- Bueno, aquí tenéis los exámenes de la semana pasada- Mierda, no me acordaba que nos tenían que dar esa nota.
Sofía empezó a repartir exámenes, cuando llegó a mi me miró y soltó un pequeño suspiro antes de entregarme el examen.
Miré la nota algo asustada, un 5, un puto 5. Inmediatamente levanté mi mano.
- ¿Que ocurre?
- No estoy contente con mi nota- dije segura de mi misma. Creo que el examen me salió mal, pero no para un 5.
- Los reclamos a última hora en el departamento de historia- la miré mal y ella se percató, porque levantó una ceja, retandome- ¿Algún problema?- negué con la cabeza- Eso pensaba.
*****
- Vamos debes estar bromeando.
- No estoy bromeando ¿Vienes o no?- preguntó otra vez Cami. Resulta que el club de fútbol celebraba una cena donde todos los jugadores estaban invitados y podían traer una acompañante. Cami formaba oarte del equipo femenino de la escuela, así que inmediatamente pensó en Lisa para que se pudiera acercar al rubio de un curso menos.
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Yo tengo 18 años
RomanceEn edición. "¿Y tú que edad tienes?" "22" "Se va a enterar tarde o temprano que tienes 18" "No si nadie se lo dice" "Señorita Walker" En ese momento no me pude creer lo que veía... Ella iba a ser mi nueva profesora de historia.