- Hola – saludo Camila. Estas muy bonita – halagó a la ojiverde que simplemente llevaba puesto un pantalón ajustado
negro acompañado con una remera del mismo color y su pelo suelto en ondas.
- Camila – tomó su mano y la beso – si algún día dejo de sonreír, por favor recuérdame este momento. Al lado tuyo las demás somos simples espectadoras de tu belleza – Subió su cabeza y se encontró con los ojos más hermosos que alguna vez puedan existir.
Camila se ruborizaba ante las palabras de Lauren pero en ningún momento rompió la conexión visual. - ¿Te hicieron
sufrir mucho? Se lo pesados que pueden ser cuando quieren – pregunto la fotógrafa que al parecer estaba al tanto de la hostigación que iba a sufrir la pelinegra.
- ¿Tu sabias? – La castaña asistió – Oye, pudiste haberme avisado que un comité me iba a estar esperando preferiría
tirarme a un pozo lleno de estrellas de reality que volver a pasar por lo mismo. Por cierto tu hija a heredado tu mirada
asesina – Le dijo en voz baja a Camila mirando de reojo a la morena pequeña.
- Bueno al menos algo de mi hay en ella, últimamente es toda un mini tu. Por cierto tienes prohibido seguir enseñándole a conquistar chicas – por fin lo dijo.
- ¿Prohibido? Pero si yo no le enseño, la niña tiene un don nato, caen rendidas a sus pies. Yo sólo soy como el profesor X avier de los X-men, sólo entreno su talento.
- Si solo la entrenas entonces supongo que "Lauren dice que debemos a ayudar a damiselas en peligro" es parte del
entrenamiento ¿cierto? – pregunto Camila alzando su famosa cejada.
- Al parecer la parte de no le digas a tu madre lo que yo dije no la capta muy bien todavía – se defendió la pelinegra
mirando a su hija que se escondió detrás de sus abuelos.
- Y el jueguito de ponerle puntos a las mujeres… ¿Lo inventó Sofia también? – Era Dinah la que esta vez se metía en la conversación. La venganza del 9 se hacía presente.
La polinesia se ganó una mirada de "si te agarro te mato" por parte de la deportista – Eeee…
-Uyyyy alguién se acaba de ganar un 8 – comentó Ally
- A propósito – interrumpió Camila – ¿porque yo no tengo puntaje?- la curiosidad mató a Floofy.
- Sofi cariño ven aquí– Lauren llamó a su hija cariñosamente esquivando la pregunta de la castaña mayor. Que esta niña no sabe cuando cerrar la boca.
- No mami mejor me voy a dormir que ya se me pasó la hora permitida, ¿cierto mamá? – Sofia no iba a caer en las
garras de su madre.
- Si mejor ve a dormir pequeña cobarde – le dijo Camila a su hija – y no creas que tú te vas a escapar de la respuesta,
sea como sea me vas a decir mi puntaje – presionó a la ojiverde.
- ¿Sea como sea? Mmmm eso me gusta – insinuó Lauren sin darse cuenta que todavía estaba rodeada de gente.
-Kaki si no quieres que tu padre vuelva a interrogar a Lauren será mejor que se vayan – apuró Sinu al ver la cara de
su marido ante este último comentario de la ojiverde.
- Si creo que es mejor que nos vayamos – Anunció Camila a su acompañante – Adios a todos – saludo la morena.
- Hasta luego – saludó Lauren esquivando la mirada del hombre mayor
- ¡Espera mami! – Sofía corrió y salto hasta su reciente madre – ¿Mami aunque esté prohibido me vas a seguir enseñando a conquistar chicas? – le susurró la pequeña a la mayor
- Dalo por hecho bicho bolita. Nadie nos prohíbe nada a nosotras ¿cierto? – contesto Lauren
- Mmmm – pensaba la niña – creo que mamá nos puede prohibir cualquier cosa – la lógica de la pequeña era acertada.
- Jaja. Tienes mucha razón cangurin. Tu madre puede hacer cualquier cosa con nosotras – beso a la niña y la bajo –
Pórtate bien ¿sí? – Ahora si ¿nos vamos? – preguntó a Camila abriéndole la puerta para dejarla pasar.
Para sorpresa de Camila, apenas salieron del departamento la pelinegra la tomó de la mano y la soltó sólo para abrirle la puerta del auto.
- ¿Y bien? ¿Me vas a decir a donde vamos?- preguntó Camila.
- Si te lo digo luego tendría que matarte, y no queremos que Madie se quede con una sola madre ¿cierto? – bromeo
Lauren haciendo reír a la otra chica.
- Voy a ser totalmente sincera contigo morena. Me pase la noche entera pensando el lugar perfecto para ti, pensé en un
picnic, pensé en playas, pensé en lugares para comer, hasta pensé en tomarnos un avión hacia algún lugar especial…
- Lauren estas exagerando, no es necesario que…
-Déjame terminar por favor – suplicó con cariño la jugadora posando una mano en la pierna de su acompañante. Camila
sólo asistió dándole lugar a que la morena siguiera hablando y deseando que esa mano se quedara en ese lugar por
mucho más tiempo.
- El caso es que no encontraba lugar perfecto para ti. Nada era suficiente. Entonces me acorde de mis padres –
recordó Lauren con una sonrisa - ellos celebraban todos sus aniversarios en un Restaurante muy discreto de la ciudad, no es nada ostentoso pero es un lugar para empezar, porque eso es lo que quiero, quiero empezar algo contigo – Lauren se estacionaba con estas palabras y miraba a su acompañante que a su vez le devolvía una sonrisa.
- No sé cómo haces morena pero siempre de dejas sin palabras, estoy segura de que el lugar es tan especial como tu– Camila acarició la cara de su cita.
Lauren sonrió dejándose llevar por el rose de Camila para luego bajarse rodear el auto y abrirle la puerta a su chica,esta última se volvió a sorprender de cómo la deportista tomaba de nuevo su mano una vez que se dirigían al lugar.
El lugar era precioso, tenía una luz tenue y música de ambiente. Varias parejas se ubicaban en distintas mesas, Camila pensó que el lugar era perfecto para una primera cita, era perfecto para empezar. De nuevo Lauren había acertado.
- ¡Señorita Jauregui! La estaba esperando – dijo un hombre mayor aunque muy guapo, vestido de traje, apenas vio a la
basquetbolista entrar – cuando leí su nombre en la reserva me costó creerlo, hace…
-9 años- Lauren ya había sacado la cuenta.
- Exacto – 9 años que no leía ese apellido en la lista de reservas. Espero que usted empiece una nueva tradición con esta hermosa señorita que la acompaña – el hombre le extendió su mano a Camila.
- Señor Tunner ella es Camila Cabello,Camila el fue un gran amigo de mis padres Oscar Tunner, dueño del lugar- Los presentó Lauren.
- Encantada de conocerlo – saludo amablemente
- Créame que el gusto es mío señorita – el hombre beso su mano.
- Eeeee bueno ya, ya tampoco es para tanta presentación – Señor Tunner le presento a los celos de Lauren.
- El hombre miró a la ojiverde sonriente – con que igual de celosa que tu padre ¿no? – Rió el hombre – Déjenme que las lleve a su mesa – las guió.
El hombre corrió la silla de Camila para que esta se sentara y luego hizo lo mismo con la silla de enfrente que
supuestamente le tocaba a la pelinegra. Lauren se quedó pensando, agarró la silla y la puso al lado de Camila, luego se sentó ante la atenta mirada de su compañera a la cual le extraño el gesto pero no dijo nada, al contrario mientras más cerca mejor.
…
- ¿Pelo Rosa? ¿Un tatuaje de Ryan Secret?... Guauu quien diria que de tras de semejante mujer se encontraba una pobre imitación de Marilyn Manson – Camila estaba entreteniendo a Lauren con su pasado – Oye avísame cuando saques el látigo y empezamos la fiesta – siguió bromeando la pelinegra - NECESITO ver fotos. Por favor, por favor no puedes dejar todo a mi imaginación – Lauren suplicaba amistosamente.
- Esas fotos están bajo doble llave y candado. Si caen en manos de desconocidos tienen la orden de autodestruirse en 10 segundos. Y saca esa cara de boba que no es para nada gracioso – Camila se tapaba la cara con sus manos.
- Camz – Lauren se acercaba aun más a ella agarraba delicadamente sus manos y tomándolas entre las suyas se las retiraba del rostro. – es un pecado que tapes semejante belleza… Además no tienes de que avergonzarte al contrario te hace más especial aun – beso cada una de sus manos para luego dejarlas, tenía miedo de poner a la otra chica incómoda.
- Es que… era una etapa difícil de mi vida – Camila sabía que era el momento de abrirse – Yo no quería admitir que me
gustaban las mujeres y hacía todo tipo de cosas para convencerme. Entre ellas acostarme con el padre de Sofia–
contó Camila bajando su cabeza.
- ¡Ey! – Lauren levantó su cabeza desde su barbilla – Esa niña es perfecta. Como tu – encontró sus ojos y con la mirada
trató de decirle lo agradecida que era de que Camila hubiera acercado a Sofia a su vida – Esperemos que cuando sea
adolescente tenga mejor gusto que hacerse un tatuaje de Ryan Secret – bromeo la pelinegra.
Camila le dio un pequeño golpe y miró el brazó tatuado de la basquetbolista, tenía que preguntar, era ahora o nunca –
Lolo – Lauren la miro – ¿puedo preguntarte algo que me llama mucho la atención? – le dijo en un tono mezcla de
suplica con sensualidad.
- Primero quiero que sepas que no es justo que uses ese tono de voz conmigo porque soy capaz de todo – advirtió
simpáticamente la ojiverde y segundo que tú puedes preguntar cualquier cosa – explicó.
- Entonces – se acercó a ella y uso el mismo tono para provocar a Lauren – ¿puedes contarme del tatuaje? – le encantaba ver como la otra mujer luchaba por no comerle la boca en ese momento. Se veía en sus ojos la pelea interna que el instinto de Lauren estaba teniendo contra su razón.
Lauren fijó sus ojos en los de la morena – ¿me estas desafiando Cabello? – Pensó para luego decir – dame tu mano – sin esperar un movimiento por parte de la otra mujer, la deportista agarró delicadamente su mano manteniéndola en el aire por unos segundos. – Mi tatuaje es una especie de historia, algo así como mis memorias – relataba la ojiverde en un tono suave, mientras Camila escuchaba atentamente. – Empieza en mi muñeca izquierda – llevó la mano de Camila para que tocara la parte del cuerpo mencionada - con la fecha…
- ¿De tu cumpleaños? – se adelantó al relato.Lauren movió la cabeza de un lado para el otro – No, no. Eres igual a tu hija de impaciente… es la fecha en que mis
padres se casaron. Mamá decía que desde que dijo "si quiero" supo que quería formar una familia con papá. – recordó Lauren – Luego – subió la mano de Camila por su brazo – toda esta parte de colores es mi infancia – Camila trataba de distinguir alguna forma pero no era muy claro – dentro de las formas vas a poder encontrar pelotas de básquet –Lauren trazaba con el dedo de Camila una línea del dibujo que formaba una esfera – viajes por distintas partes del mundo – esta vez su dedo formaba una especie de mapa- herramientas, osos de peluche… -¿los distingues? –preguntó Lauren interrumpiendo el relato para asegurarse de que la castaña la seguía.
- Eeeee – Camila estaba en una especie de transe – eee si. Si. Sigue, sigue – insistió la castaña. Se podría pasar horas acariciando la piel suave de la morena.
Lauren sonrió – esta parte más transparente, con colores más claros – la mano de la fotógrafa subía hasta donde
termina el antebrazo – es cuando les dije a mis padres que era gay. Las líneas forman una silueta de mujer – Esta vez sin ayuda, Camila recorrió con sus dedos toda la silueta femenina. Creo que todos en el restaurante sentían las vibraciones que emanaban de estas dos mujeres.
-Luego hay dos manos ¿cierto? Puedo distinguirlas – decía Camila mientras marcaba las manos con su dedo índice.
- ses – Lauren aclaró su garganta, estaba viviendo un momento muy difícil – si, esas manos son… son mi primera vez
– Camila sacó sus ojos del tatuaje para mirar a la pelinegra – representan mi encuentro con el sexo, representan el tacto, representan las ganas de dar y recibir amor.
Camila pensó que había muerto, que estaba en el limbo, no distinguía nada más que la voz de Lauren y lo único que
podía ver en ese momento era la boca de la pelinegra moviéndose. La música ya no era la melodía de algún cantante sino que el lugar estaba ambientado por el latido de su corazón.
- Luego oscurece – Fueron estas palabras de la deportista que la sacaron del transe. Lauren había tomado de vuelta la mano de la morena y la subió justo al dibujo de su bíceps. Camila volvió a posar sus ojos en el brazo de la pelinegra –Oscurece por la ausencia de mis padres y a medida que sube por el brazo se pone peor.
Camila frunció en ceño – Es cierto y no tiene forma tampoco – observó Camila
- No tiene forma porque eso era mi vida en ese momento. Cualquier cosa. Después de la muerte de mis padres perdí
el rumbo, me dedique a salir de fiesta en fiesta, emborracharme y acostarme con cuantas mujeres se me ocurriera –apenas terminó de decirlo Lauren buscó la mirada de Camila pidiendo disculpas, pero la castaña seguía atenta al tatuaje.
- Cuando empieza el hombro – Camila levantaba la manga de la remera para ver más claramente – en tu hombro se
aclara de vuelta… y hay una… otra fecha – era como si estuviera estudiando un jeroglífico egipcio.
- Un día, después de varias horas de "diversión" como no podía pararme de la cantidad de alcohol que había bebido
me quedé a dormir en vaya a saber que casa y tuve… tuve la misma pesadilla que tuve en tu casa la otra noche –Lauren no quería mirar a Camila – Aparecía mi madre pidiéndome, rogándome que fuera feliz, que no dejara deintentarlo – la primer lágrima caía de los ojos de la pelinegra – Y de repente desperté y miré a mi alrededor esperando ver a mis padres y lo único que vi fueron un montón de mujeres durmiendo alrededor mío, vi botellas vacías y lo sentí Camila, lo sentí – ya no era una sola lágrima la que caía – Sentí que no estaba siendo feliz, estaba siendo todo lo contrario, me estaba destruyendo a mi misma. Me levanté de la cama, agarré mis cosas y me fui. Ese día… es día es la fecha que volví a nacer, esa fecha es la que está dibujada en mi hombro. ¿Te acuerdas del señor hipopótamo? –preguntó Lauren mirando a Camila.
Camila asistió mientras con sus dedos secaba las lagrimas de la ojiverde – El me contactó con gente en Londres donde termine el colegió y después me dediqué a jugar y bueno por eso el tatuaje sigue con un dibujo de ese país, fue como una especie de retiro espiritual sin la abstinencia sexual digamos- Lauren rio pero a al ver que a Camila no le causó mucha gracia siguió con su relato. Se dio vuelta y agacho su cabeza para que Camila viera su cuello – Este es el último – señaló el escudo de su actual equipo y volvió a su posición normal.
-¿El último? Preguntó Camila que volvió a pasar sus dedos por el rostro de la pelinegra para retirar los restos de lágrimas.
- Por ahora – agregó Lauren – Sólo tengo que pensar una forma de agregarlas a ti y a Sofia– Y Camila no pudo más.
Volvió a besar a Lauren. Un beso en el que Camila pudo notar como alguna de las lágrimas de la ojiverde había parado
en sus labios. Un beso intenso que Lauren se encargó de intensificar aún más cuando tomó a la morena y la sentó encima suyo.
Diez segundos, veinte minutos, una eternidad puede haber durado ese beso pero para ambas no fue suficiente.
Cuando pudieron separarse sus miradas seguían diciéndose aun más cosas.
- Quiero… quiero – Camila intentaba hablar pero estaba agitada.
- Ey – dijo Lauren acariciándole el rostro – tranquila. Dime lo que quieres.
Lauren tomó aire y hablo – Quiero ser yo la que elija el tatuaje – lo dijo casi susurrando.
- Camila si me sigues besando así puedes elegir hasta el nombre de nuestros hijos… Solo me tienes que decir donde ycuando morena – sonrío pícaramente.
- ¿Quién diría que el secreto para manejar a Lauren Jauregui eran los besos? –bromeó Camila
- Ahí es donde te equivocas Cabello, no me maneja cualquier beso. Sólo los tuyos – dijo Lauren sin bromear.
A sólo dos segundos estuvo Camila de volver a atacar los labios de Lauren, sólo dos segundo antes llegó el señor Tunner para impedir el ataque – Disculpen. Señorita Jauregui el coche ya esta en la puerta.
-¿Nos vamos? Preguntó sorprendida la castaña. Para ella no había mejor plan que quedarse en ese lugar practicando su nueva actividad preferida, besar a Lauren.
- Quiero que conozcas un lugar importante para mi – le susurró la ojiverde a su chica para tratar que aliviar sus pucheros.
En una cancha de básquet en las calles de New York – 15 minutos después
- Lauren no es que no me guste lo que haces pero ¿qué hacemos aquí? – Camila no entendía que hacía ella vestida en
un hermoso vestido de 2500 dólares con un collar de rubí en una cancha callejera.
-¿Tienes miedo? – preguntó Lauren al ver la cara de asustada de la hermosa mujer. Sabes que no tienes que tenerlo.
Jamás dejaría que te pasara nada – Lauren agarró por la cintura a su damisela
- Guauuu mi propio guardaespaldas, me gusta, me gusta – Camila puso sus brazos alrededor del cuello de Lauren- ¿Y
porque este lugar es tan importante para ti? – otra vez la curiosidad mataba al pobre Floofy.
- En este lugar empecé a jugar al básquet – explicó la pelinegra - Se que para ti puede no ser muy importante, pero para
mi es una gran parte de mi vida, la única que nunca abandoné. Jugando al básquet salí adelante y estar haciéndolo es
uno de los sueños de mi vida. Y por eso quiero compartirlo contigo, la dueña de mi otro sueño – terminó la pelinegra
acercando aun más a Camila hacia ella.
Camila sonrió tímidamente agachando la cabeza.
- Esa… esa sonrisa es mi favorita – Lauren admiraba a su Picasso personal.
- ¿Tu sonrisa favorita? ¿Entre cuales? – Pobre Floofy la tercera vez que moría en manos de la curiosidad.
- Bueno pues… está la que haces irónicamente cuando alguien dice alguna estupidez - recordaba la morena. –
También está la que haces cuando Madie hace algo que te pone orgullosa o la que haces de compromiso porque lo que
están diciendo o haciendo no te causa realmente gracia – Lauren pasaba sus dedos rozando suavemente los labios
de Camila – También sonríes levemente, aunque no se note mucho, antes de decir una ironía – le contó - Pero esta,esta que es la sonrisa que haces cuando te digo cosas bonitas, cuando alguien te da un cumplido, o algo te da vergüenza es mi preferida – concluyó la deportista haciendo que Camila se sonrojara y sonriera - ¡ahí esta! – Señaló la boca de la castaña con su dedo - ¿Ves? Es hermosa. Podría estar toda la noche haciéndola aparecer, me encanta…
- Lolo… Tienes que parar, me estas volviendo loca y estamos en la mitad de una cancha de básquet – era muy difícil
controlarse.
- Esta bien, está bien. Me porto bien. Promesa de canguro mayor a madre de canguro menor – prometía Lauren – Pero
tú tienes que hacer algo por mí – pidió la pelinegra.
- A ver dime – incitó Camila
- Bésame – suplicó la pelinegra.
-Mmmm ¿quieres un beso? – Camila se hacía rogar.
- no lo quiero más bien lo necesito – contestó Lauren.
- Pues si lo necesitas tanto me vas a decir antes, porque yo no tengo puntaje en el juego entre tu y Sofi– Nadie deja a
Camila Cabello con la duda. No por nada han muerto tantos gatos.
- Oye estoy casi segura de que eso califica como extorsión – acusó la ojiverde a la latina.
- Tómalo o déjalo Lauren Jauregui. Estoy segura de que cualquier otra aceptaría el intercambio – Camila amago a irse hacia la calle pero Lauren la agarró del brazo -¿Si? ¿Necesitas algo? – la castaña se hacía la desentendida.
- Tú no tienes puntaje porque un diez no es suficiente, porque un mil no es suficiente, porque un infinito no es suficiente… No tienes puntaje porque eres única, porque no ningún número te haría justicia – aseguró la pelinegra.
Camila se acerco a ella para besarla pero Lauren se alejó dejando a la castaña confundida - ¿Lauren?
- Ya puedes ir a buscar a cualquier otra para besar tranquila – dijo Lauren caminando hacia el coche. Caminó unos
metros y se dio vuelta para agregar- Cuando termines sólo tienes que silbar porque yo ya te pertenezco. Puedes hacer
lo que quieras conmigo me tienes en la palma de tu mano – siguió caminando
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Cuando, Donde y Como el Amor Quiera
HumorAdaptacion Camren .Author: Alllove Lauren Jauregui es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New york sin saber que un choque con una castaña, man...