- ¡Esto es vida! – Dinah estaba disfrutando de una hermosa tarde de sol tirada en una colchoneta inflable dentro de la piscina, con una copa de champagne en la mano - ¡NO! Es mejor que la vida misma... esto es el cielo. Sólo falta que aparezca Jennifer Aniston como mi mucama para llenarme la copa – y porque no.
- A Dj le encanta que yo me disfrace de mucamita – comentó al paso Normani. Estaban las cuatro tan relajadas que ninguna se esforzó en contestar el comentario de la bailarina.
Después del almuerzo, una herida Lauren se había encargado de limpiar la pileta y ahora su novia y sus amigas estaban disfrutando del agua limpia, mientras ella y su pequeña estaban terminando con los cuatriciclos. Troy y Shaw hacia rato que se habían cansado del sol así que estaban haciendo un buen uso del equipado salón de juegos de la casa.
- ¡Amo a tu novia Mila! En serio... Es más brindo por la bienvenida del bomboncito a nuestras vidas – La rubia levantó su copa, el resto la imitó.
- Yo brindo por el Señor y la Señora Wilson que llenaron la heladera de alcohol – Ally ya iba por su tercera copita, menos mal que se había decidido por quedarse en una de las reposeras de afuera junto con Kendall.
Esta última fue la siguiente en levantar su copa – Yo brindo porque esta noche cada una de nosotras tenga lo que se merece – la cantante estaba ansiosa por probar los colchones de las habitaciones.
- Yo brindo por la paz mundial – decía Normani al mejor estilo Miss simpatía
- ¿Puedes dejar de mirarla así? vas a hacer que nos vuelva a ensuciar el agua – Advertía Dinah a Camila que desde una de las colchonetas de agua no dejaba de mirar como Lauren le enseñaba a manejar el ya arreglado cuatriciclo a su hija – Demasiado con que te convencimos que te cambiaras la bikini – muy difícil había sido tranquilizar a la pelinegra cuando vio que su novia se disponía a tomar sol con sus amigas nuevamente en su malla blanca. Si Troy y Shaw no llegaban a tiempo para sostenerla todos sabían que iban a tener que sacar el botiquín de nuevo. Por lo tanto sabiamente, y con varios ruegos de sus amigas, Camila se cambio su bikini y no se sacó el vestido hasta llegar al agua y asegurarse de que Sofi y las motos tenían suficientemente ocupada a su novia.
- No puedo evitarlo – se defendió la fotógrafa – Me tiene hipnotizada – agregó mientras bebía un sorbo de su copa.
- ¿Ya podemos mirarla nosotras también? – preguntó Mani
- Ustedes se dan vuelta y yo que convenzo a mi hija para que esta noche duerma con sus tías – con eso no se juega Camila
- Ni te atrevas a mirarla cariño – Nada iba a echarle a perder su noche a la polinesia
- ¡MIRA MAMA! ¡PUEDO MANEJARLA! – Sofia rodeaba la pileta con la moto y se frenaba justo a la vista de su madre - ¡YA SE FRENAR! – menos mal.
- ¡Muy bien cariño! Pero dile a tu madre que no quiero que manejes sin casco – alguna de las dos tenía que ser la madre aguafiestas – Y dile que la Amo – volvían los mensajitos.
Al rato volvieron a sentir el ruido de la moto cerca de ellas. La pequeña se subió el casco de la cabeza – Dice mami que ella te ama más que Cristiano Ronaldo a si mismo... Y también dice que te subas los breteles de la bikini – la pequeña no dio lugar a contestación y siguió probando su juguete nuevo.
- ¿Cómo demonios alcanzó a verlos desde allá? – Camila levantó la mano y la sacudió hacía su novia como diciendo "Ni pienses que voy a dejar que se me marquen los breteles"
- ¡CAMILA! – la retaron sus amigas al ver como Lauren dejaba lo que estaba haciendo para caminar con furia hacia la pileta.
- No pudiste verla tranquila... tenías que despertar a la bestia –Dinah odiaba que le interrumpieran su bronceado -Díganle adiós al agua limpia y vayamos buscando un lugar para refugiarnos... ¡TROY TRAE EL BOTIQUIN! – gritó indignada Dinah.
La deportista llegaba a la orilla de la pileta - Ven aquí – le ordenó a Camila
- ¡Oblígame! – le replicó
- Estás jugando con fuego morena... te lo advierto – le dijo apuntándola con el dedo.
¿Quién necesitaba el botiquín? – Tarde pero Troy aparecía con los materiales - ¿El oso atacó de nuevo? – busco respuesta en las mujeres
En ese momento el timbre de la casa sonaba – ¿Pero que demonios es ese ruido? – Dinah pensaba que estaba escuchando cosas.
- Es el timbre. Mis padres instalaron bocinas por algún lado del jardín para que se escuchara también aquí – explicó la pelinegra– Te salvó la campana – le dijo a su novia mientras se disponía a entrar a la casa a ver quien llamaba a la puerta.
- ¡Aquí te espero ojiverde! – le gritó provocando una sonrisa de su chica. Cuando se dio cuenta de que tenía las miradas de sus amigas sobre ella, dejó de mirar el caminar de Lauren y las enfrentó - ¿Qué? – preguntó.
- ¿Quién eres y que has hecho con la presidenta del club del celibato? – Kendall pensaba que le habían cambiado a su amiga.
- Y esperen a que Lolo le de su sorpresa – agregó Mani.
- ¿De que hablas cariño? – la rubia se interesaba por la conversación.
- NADA. Mani no quiso decir nada. – no se sabía si el rojo de Camila era por el sol o por la vergüenza.
- Pero Lolo dijo que tenia una sorpresa para ti – la fotógrafa ya podía ver la sonrisa maligna de Dinah.
- ¡DJ! – Puff, la campana se había convertido en la mejor aliada de la artista. Lauren aparecía cerca de la piscina nuevamente, pero esta vez se dirigía a la polinesia – Es la organizadora de la fiesta. Tienes que explicarle que es lo que quieres. Sal de la piscina mientras yo la voy a buscar – le pidió amablemente – Puedes acercarte a la orilla – esta vez si miró a su novia.
Camila no la contradijo y remó con sus propios brazos hasta quedar al borde de la pileta - ¿Necesita algo Señorita Jau...? La rubia no pudo terminar porque la boca de la pelinegra no la dejó.
- Eso nada más. Puede continuar haciendo lo suyo – la deportista fue hasta el garaje y salió de el montada en cuatriciclo con su hija siguiéndola en el de ella desde atrás.
- Esperen... ¿Acaso dijo Organizadora? – Preguntó Ally al grupo – Pensé que era un tal Señor Anderson – recordaba bien.
- Es cierto – confirmó Kendall.
- ¡DEMONIOS! – Camila salió como pudo de la piscina. Una mujer agarrada de su ojiverde no era algo que ella pudiera admitir.
Apenas se terminó de secar y pudo ponerse el vestido vio como su novia volvía con una invitada detrás ella. Más precisamente agarrada en ella – No digas nada – le dijo a la polinesia que ya estaba mirándola - ¡Vamos! – le dijo. Y ambas se acercaron a la recién llegada.
- Déjame ayudarte – La ojiverde le extendía la mano a la mujer que sin desaprovechar la oportunidad tomó la mano de Lauren y se bajó de la moto. Ese gesto no le gustó nada a la fotógrafa que ya tenía su traje de perra puesto.
- Camila, Dinah, ella es Florence Anderson, la hija del Señor Anderson. Señorita Anderson...
- Lauren dime Florence por favor – las cheerios se miraron. Podían reconocer ese tono de voz a millones de kilómetros
de distancia.
- Florence ella es Camila, mi novia y ella es Dinah, una amiga y la anfitriona de la fiesta – hizo las presentaciones necesarias.
La mujer miró de arriba abajo a las otras dos pero sin intenciones de saludarlas – Pensé que era tu fiesta – le habló a la pelinegra agarrándola del brazo – Mi padre me ha hablado mucho de las fiestas que se solían dar en esta casa –contó ignorando la presencia del resto de la gente que se estaba acercando.
- ¿Entonces tu estás a cargo del negocio de tu padre ahora? – siguió la conversación si darse cuenta de las constantes miradas asesinas de su novia y amiga.
- ¡MAMI! – el Cangurín la hizo más fácil, si quería atención de su madre solo tenía que saltar hacia ella y dejar que su madre la agarrará. Camila hizo una nota mental al respecto: "saltar sobre Lauren"
- ¿Tienes una hija? En las revistas no la mencionan – parece que había hecho su investigación
- Si – Camila ya había aguantado bastante – Sofi... es nuestro tesoro – se acercó a su chica que ahora tenía alzada a la pequeña y le dejó un corto beso en los labios - ¿No debería comenzar a hacer su trabajo? – le preguntó. Nadie puede con Camila Cabello.
- Que su padre haya sido un excelente organizador de fiestas no quiere decir que usted lo sea – Tampoco Dinah iba a aguantar ser ignorada.
- Así que tenga en cuenta que esta será su prueba para futuras referencias – Cuando se juntan pueden ser terribles.
- Sígame que le vamos a dar las indicaciones de lo que queremos – La polinesia y la latina se adentraron a la casa seguidas por Florence a quien Lauren le dedicó una sonrisa de disculpas.
- Mami... ¿Te acuerdas cuando te conté que Bella, Julie y Mari se peleaban por jugar conmigo y tú me dijiste que no me tenía que meter a las peleas de gatos? – A Sofia no se le pasa una.
- Si bicho bolita me acuerdo – Como no hacerlo.
- Pues tú tampoco deberías meterte – concluyó haciendo reír a la pelinegra.
- No te preocupes Cangurín que yo tengo mi propio oso para jugar – de hecho tenía marcas en su cuerpo, que todavía ardían, que se lo recordaban perfectamente.
En la sala – Una hora después.
Lauren que estaba sentada en una silla con Sofi arriba ya se había cansado del maltrato que su novia y la polinesia le estaban propinando a la organizadora.
- Mami creo que está apunto de llorar – Sofia se había dado cuenta también y estaba sintiendo pena por la chica.
- Si yo digo que quiero tres putas barras... van a ser tres putas barras – Dinah ya lo estaba haciendo a propósito.
- Pero es que eso es en vano, por la cantidad de invitados que usted tiene, con dos es suficiente. Además van a haber mozos recorriendo el lugar – explicó Florence con la poca calma que le quedaba.
Dinah y Camila se miraron - ¿Acaso tienes problemas para entender lo que Dinah te está diciendo? Esto funciona así... Nosotras pedimos y...
- Nosotras tenemos – la rubia terminó la frase de la castaña.
Lauren sintió como Sofi ocultaba la cabeza en su pecho asustada por la forma de ser de su madre y de su tía -¡BUENO BASTA! – las tres mujeres miraron a la ojiverde que se había parado con su hija en los brazos.
- Pero... - Dinah quería seguir
- Dije basta – repitió – Florence... ¿Tienes todos los datos necesarios? – La organizadora asintió aliviada – Perfecto, yo
te voy a mostrar la locación así te das una idea de el lugar con el que cuentas para trabajar y luego te acompaño a la puerta – Lauren bajó a su hija y le abrió la puerta de la sala a la Señorita Anderson para que saliera – Ustedes dos se quedan acá – automáticamente frenó a las dos amigas que se disponían a ir con ellas.
- Pero es mi fiesta – alegó la polinesia.
- No me importa, ya hicieron suficiente. Se quedan acá – ordenó girando hacia la puerta
- ¿No será que quieres quedarte sola con ella? – Camila la miraba cruzada de brazos.
Lauren se volvió y se quedó a dos centímetros de su novia – No te pases Camila – le dijo directamente.
- Me paso todo lo que quiero - afirmó
- No se como tu estás acostumbrada a tratar a la gente pero en esta casa jamás se humilló a nadie, y va a seguir siendo así. ¿Lo oyes? – Ambas miradas se enfrentaron como si fuera una pelea de hechizos al mejor estilo Harry
versus Voldemort. Lauren lanzaba un Expeliarmus y Camila atacaba con un Avara Kedabra - ¿Vienes conmigo Cangurín? – La ojiverde rompió el contacto ofreciendole la mano a su hija. La niña no dudo en agarrar la mano de su madre y ambas salieron en busca de Florence.
- Oye... - Dinah se acercaba a su amiga - ¿Está mal si me siento un poco excitada por el bomboncito en este momento? – no es el momento Dinah
- CALLATE – el orgullo de Camila no podía permitir que la morena osara a desautorizarla delante de la gente – MANI, ALLY,KENDALL – llamó.
En un abrir y cerrar de ojos sus amigas aparecieron. Habían estado escuchando todo y no pudieron creer como Lauren se les había plantado de esa forma. La última persona que lo hizo pasó tres años de la preparatoria recibiendo granizados en la cara - ¿Qué pasa Mila? – preguntó con cuidado la bailarina.
- Quiero poner en marcha "La prueba de la Santísima Trinidad" – dijo sin pestañear haciendo que las cinco chicas se miraran.
- ¿Mila estás segura? Mira que después no hay vuelta atrás – Kendall sabía de lo que hablaba, después de la prueba tuvo que aceptar que su novio era un mirón de primera.
- ¿Para cuando la quieres? – Ally era la suplente de Camila
- Lo antes posible, ahora mismo cuando vuelva de dejar a la organizadora – afirmo – Y quiero el nivel cinco – informó.
- ¿ESTAS LOCA MILA? – El nivel cinco era el peor de todos – No lo va a soportar – nadie lo haría.
- Nunca antes lo hemos hecho ¿cierto Dj? – O al menos eso pensaba ella.
- Nunca – aseguró la rubia.
-¿ESTAN CONMIGO EN ESTA O NO? – Camila se había cansado de las protestas de sus amigas - ¿Acaso yo no participe cuando ustedes lo pidieron? – el resto bajo la cabeza avergonzada.
- Tranquila Mila, estamos adentro ¿Cierto? – Dinah puso una mano en el centro esperando el resto de las manos.
- Yo voy primera – Ally confirmó su participación agregando la mano
- El juez ya lo tienen – Kendall se unía.
- Lolo no va a poder con nosotras – Ni medio pelo de inocente tenía la bailarina.
- ¿ESTAMOS LISTAS? – preguntó Camila poniendo la mano.
-¡SIIIIII! – fue el grito de guerra de las mujeres. Ahora sí manos a la obra.
....
Luego de que Lauren dejara la moto en la que había llevado a Florence hasta la puerta, su hija la convenció de meterse a la pileta con ella. Y como la pelinegra nunca se puede negar a las peticiones de su hija buscó su malla y marchó al jardín. Vieron a Kendall hablando por celular desde una de las reposeras y sin molestarla se metieron al agua.
- La coca ligth ya se mezclo con el agua. Esta jugando con la leche chocolatada – susurró Kendall al teléfono usando algo que parecía ser una especie de nombres claves.
En la sala desde la ventana Dinah confirmaba la señal – Lauren está en la pileta, es ahora o nunca – informó.
- Recuerda Ally– Camila repasaba los movimientos – mucho movimiento de caderas y necesitas ser muy sensual – la
latina ya tenía listo los cubiertos para comerse cruda a su novia ante la primer mirada.
- Tranquila morena... ¿tu de donde crees que salieron las Geishas? – No era momento para referencias culturales.
- ¿Eso es lo que comimos el otro día en casa Dj? – preguntó la bailarina ansiosa por si le tocaba su turno.
- No cariño eso es sushi... Pensé que tú habías nacido en Norte America – se dirigió a la enana – Además estoy segura
de que las geishas son coreanas– pensó la rubia.
- SE PUEDEN CONCENTRAR POR FAVOR – Pidió Camila – Tu solo ve y corre alrededor de la pileta, estoy segura que de eso no pasa – La castaña parecía director técnico – Tiene algún fetiche con los pechos rebotando parece – La latina contaba secretos de alcoba. - Preparada, lista... ya – indicó.
Y Ally salio. Se había puesto un short, zapatillas de correr y arriba sólo tenía el sujetador de la bikini - ¡Que ganas de correr que tengo! – evidentemente la actuación no era su fuerte. Aun así apenas llegó al borde de la pileta y empezó a correr a su alrededor. Lauren y Sofi, que en este momento jugaban a aguantar la respiración bajo el agua, ni se
percataron del trote de la señora de Ogletree.
- Ni una mirada - le susurró Kendall al teléfono – Repito ni una mirada – se pensaba que tenía una radio.
- ¿Ni una mirada dijo? – la polinesia asintió ante la pregunta de la castaña. Camila se acercó al altavoz – Más potencia –ordenó.
Del otro lado de la línea la cantante escuchaba la orden y se disponía a darle la señal a la corredora - ¡NECESITO UN TRAGO DOBLE! – Gritó.
Ally reconoció la señal y se frenó justo de frente a la deportista, dándole la espalda para hacer ejercicio de elongación.
Abrió las piernas y poco a poco se fue estirando sobre una y sobre la otra. Luego se giró e hizo exactamente lo mismo de manera que sus pechos estaban a la vista de cualquiera, primero hacía una pierna y luego hacia la otra.
- Absolutamente nada... repito... nada de nada – Kendall estaba asombrada.
- MAS POTENCIA – volvió a gritar Camila
- ¡ESTE CHAMPAGNE NECESITA MAS BURBUJAS! – anunció Kendall ganándose una mirada rara de su sobrina que estaba llevando en la mente la cuenta de cuanto su madre permanecía debajo del agua.
Cuando Lauren salió a la superficie, Ally aprovechó – Correr no es lo mió – dijo dejando las zapatillas a un costado y para luego sacarse el short muy despacio, incluso agregó un pequeño gritito de "ups" cuando se le enredó entre las piernas. Una vez que logró quedarse sólo con su bikini puesta, se tiró de cabeza al agua y nado hasta llegar a las
escaleras. Cuando llegó, tiró su cabeza mojada hacía atrás y de la forma más sensual posible subió por ellas sin escatimar el movimiento de caderas.
- Lamento decirles que Lauren acaba de superar el primer obstáculo – Kendall le hablaba al celular – Ally deja la prueba con cero miradas en su haber – fin de la prueba para Ally Ogletree.
- ¡Mi turno! – Mani estaba entusiasmada. Era sabido que nadie podía con Ella.
- ¿Llevas la botella? – Le preguntó una nerviosa Camila – Bien creo que las morenas son la debilidad de Lauren – quien mejor que ella para saberlo – confió en ti Mani – le dio una palmadita en la cola. La bailarina salía a la cancha lista para infartar a cualquiera. A su bikini negra, color que la fotógrafa le había dicho que se pusiera, le había agregado un par de tacones rojos. Mani parecía salida de cualquiera de las revistas que antes poseía la basquetbolista.
- Tranquila Chancho, nadie puede con mi morena– la calmó Dinah – Yo misma le hubiera saltado encima de no estar en medio de la prueba – confesó.
- Esa no es ninguna seguridad Dinah, tú tienes cero auto control – dijo Camila con mucha razón
- ¡SHHH! – Está llegando – anunció la rubia esquivando la acusación.
- ¿Cuál es la posición de Lauren? – le preguntó al celular, no veía bien que estaba haciendo su novia.
- La coca Light le esta enseñando a la leche chocolatada a tirarse de clavado – contestó Kendall de una manera que no era muy sutil el tema que digamos.
- Mantén la cabeza entre los brazos – Sofi estaba ya en posición de arrojarse al agua y Lauren a su lado repasaba las reglas principales cuando Manilas interrumpió.
- Lolo... ¿Puedes atarme un poco más fuerte los lazos del bañador? – le pedía poniéndose de espaldas y mostrando las dos tiras sueltas.
Lauren agarró ambas tiras y sin quitarle la vista a su hija empezó a hacerles un nudo - ¿Lista cangurín? Bien... ahora flexiona las piernas para tomar impulso... listo Mani... y salta... – La bailarina un tanto decepcionada por la poca atención recibida caminó hasta las reposeras donde estaban Kendall y Ally
- No le prestó atención, espero nuevas órdenes – informó Kendall.
- ¿Ni siquiera le miró el trasero? – preguntó Dinah para estar segura.
- No miró nada. Sus ojos no salieron de Sofi – confirmó Ally apoderándose del celular - En otras noticias, las pequeña aprendió a tirarse de clavado – anunció algo irrelevante
- Procedan con la segunda parte – Indicó la artista
- ESTE TRAGO NECESITA UN POCO DE HIELO – gritó Allt sacudiendo su vaso y mirando a Mani.
La bailarina se agachó y susurró – No me la se – Parece que se había olvidado lo que significaba esa clave.
- El truco de la botella Mani – murmuró Kendall para refrescarle la memoria
- Ya agarró la botella – Dinah no le perdía pisada – Esto tiene que ser una broma, nadie en su sano juicio le prestaría atención a una niña estando mi novia casi desnuda a su lado – la abogada no lo podía entender.
- Bueno en el truco de la botella han caído varios – Camila trataba de darse ánimos.
En la pileta Normani, vestida ahora con una diminuta camiseta blanca, se estaba volcando un litro de agua arriba de ella. Cualquiera podría decir que estaba lista para competir en el torneo de remeras mojadas que se hace en la mayoría de playas en el verano – DIOS MIO MIS PEZONES ESTAN DUROS POR EL AGUA – eso no estaba en el libreto – ¡MIREN COMO REBOTAN! – Mani saltaba de arriba hacia abajo.
- Si no la mira juro que voy a empezar a dudar del lesbianismo de tu novia Mila... DIOS MIO ¿qué hago perdiendo tiempo yo? – se preguntó a si misma la abogada.
- A pesar del buen intento de Mani, no recibió mirada alguna. La coca sube a la chocolatada a sus hombros y juega a tirarla, por cierto Ally está apunto de cruzarse para su bando – Con lo de los pezones casi la tenían.
Mani miró para la ventana donde sabía que estaba su prometida y encogió sus hombros como diciendo "¿Y ahora?"
- Nada funciona – Camila pateo la mesa indignada - ¡ES MI HIJA! - de repente se le había ocurrido algo.
- Mila me gustaría que dejaras de parecer una loca gritando cosas al azar – pidió Dinah.
- Quiero decir que mi hija está actuando de bloqueador, hay que sacarla de ahí como sea ¿oyeron? – Preguntó al alta voz – Saquen a la chocolatada del jardín como sea y luego procedan con la fase final de Mani– ordenó.
- Sacar a la chocolatada. Copiado – fue la respuesta del otro lado – Hay un problema – se volvió a dirigir al celular – no sabemos como – informó.
- Déjenmelo a mi – Camila salió hasta la puerta - ¡SOFIA CABELLO TIENES TRES SEGUNDOS PARA VENIR A ORDENAR TU ROPA EN ESTE INSTANTE! – se metió de vuelta a la sala.
- Está funcionando... la chocolatada dejó el agua – anunció Kendall – Fase final de Mani en proceso - ¡EL COLOR DE MI TRAGO ES OSCURO! – comunico la clave a la morena, que le guiño un ojo y fue derecho a agarrar el bronceador que estaba cerca de las reposeras.
Con el bronceador en mano le habló a la pelinegra que descansaba apoyada en una de las paredes de la pileta –Lolo... ¿me podrías poner bronceador en la espalda? – uso el tono de voz a lo coca Sarli cuando decía "¿Qué pretende usted de mi?"
- Claro Mani – tomó impulso y salió del agua.
- La coca está por caer – comentó triunfante al intercomunicador Ally.
- Te dije que Mani no fallaba – Dinah codeaba a una Camila a la cual no le caía nada bien que la pelinegra tocara a la bailarina.
Pero nuevamente Lauren sorprendió a todas. Agarró una toalla y cuando Normani se puso de espaldas, se la coloco encima tapándole el trasero. Era una especie de aviso "Ni pienses que te pongo bronceador en esa parte" En
segundos Lauren le había pasado la crema por la espalda a la bailarina – Listo Mani – le dijo y se tiró en una de las reposeras a secarse.
- Tenemos un record – nadie había llegado hasta acá - Tocó solo la espalda... repito, sólo la espalda. Segundo obstáculo superado. Dinah todo está en tus manos – Ally y la cantante se miraban entre ellas sorprendidas,
mientras una abatida Normani se sentaba a su lado – No estés mal Mani Bear – Ally la calmaba.
- Ni me miró – La bailarina se había sentido despreciada – Dj no llega ni a ponerme el bronceador – confesó haciendo pucheros.
- ¿Y me lo dices a mi? Si Troy me veía sacándome el short de esa forma, mañana aparezco embarazada – un poco brusco el ejemplo de Ally ¿no?
- ¿Cómo estoy? – Ahora si. Dinah con una malla blanca que era prácticamente un hilo en la parte de abajo y dos pequeños triangulitos en la parte superior, estaba lista para hacer su primera aparición en la historia de "La prueba de la Santísima Trinidad".
- DIOS MIO DINAH... ¿Dónde conseguiste que te vendiera ese bikini? Debería ser ilegal o debería venir con una leyenda que diga "no apto para menores de 21" – Era imposible que Lauren no mirara a la polinesia.
- Solo para estar segura Mila... ¿Seguro que quieres nivel cinco? – Por más que bromeaba todo el tiempo quería seguir teniendo la amistad de la latina.
- Si Lauren llega a ser necesario quiero que lo hagas Dj... pero dudo que tengas que hacerlo – Camila sabía que apenas la rubia saliera de la casa hasta los pájaros la iban a mirar.
- OK... Quiero la posición de la coca Ligth – dijo al comunicador
- La coca Light está leyendo en una de las reposeras – le contestaron - Esperamos indicaciones – fue lo siguiente.
- Salgo en tres... dos... uno – y Dinah ya caminaba hacia la pileta. Fue directo a ponerse en el otro extremo de la mirada de la deportista. Se frenó, miró derecho hacia las sillas y se soltó el pelo para después agitar su cabeza de arriba hacia abajo varias veces.
La fotógrafa que miraba desde la ventana recibió la confirmación de lo que ella misma estaba viendo – Increíble pero Lauren no levantó los ojos del libro. Ally ya es gay... repito... Ally ya es gay y en mi opinión ese bikini debería estar prohibido – era algo en lo que todas coincidían.
- ¡MIERDA! – Los sentimientos de Camila eran encontrados, por una parte quería que su novia fallara para no sentirse tan culpable por lo de la organizadora y por otra parte los celos de ver a sus amigas tratando de conquistarla eran cada vez más grandes. – Dile a San que siga – anunció.
-UN POCO DE AGUA NO VENDRIA NADA MAL – comunicó en voz alta.
Dinah entendió perfecto. Se tiró al agua hasta llegar al borde justo debajo de donde estaba la basquetbolista. Tomó Impulsó y logró salir. Cuando estaba parada en frente de ella prácticamente bloqueándole el sol se dio vuelta y se agachó para sacudirse vaya a saber que dejando todo su trasero a merced de la ojiverde.
- Quieta Mani – La cantante tuvo que agarrar a Normani antes de que cual perro cazador fuera por su presa.
- DEMONIOS... ¿Cómo hace Dinah para tener esa cola con todas las hamburguesas que come? – A más de una se le hacía agua a la boca.
- ¿Me pueden decir que está pasando? Desde acá no veo nada – Camila necesitaba noticias.
- Camila – era la voz de Ally– El segundo intento también fracasó ¿estás segura de que quieres el próximo? – Nunca antes visto.
La castaña tragó saliva y miró hacia las habitaciones para asegurarse de que su hija siguiera limpiando su cuarto – Pro... procedan – afirmó titubeando.
- A MI ME GUSTA SIN HIELO – Ally pasaba la señal.
La abogada miró a la ventana donde estaba su amiga y luego al grupo, ¿Acaso Dinah se estaba acobardando?
- A MI ME GUSTA SIN HIELO – repitió Ally aun más fuerte.
La latina tomó aire y llevó sus manos a las tiras de su bikini para soltarlas, si Camila quería el máximo rigor, lo iba a tener. En cinco segundos los pechos de Dinah estaban libres de cualquier prenda. Si, en topless en frente de Lauren, que seguía metida en su libro.
- Lo hizo – murmuró Kendall.
- Te admiro Mani– esta fue Ally, que como mínimo a esta altura ya era bisexual.
- No se dan una idea de lo bien que se siente tocarlos – agregó la bailarina.
Dinah sorprendida por la falta de atención no se iba a dar por vencida, se recostó en la reposera de al lado y estaba
dispuesta a todo – ¡Qué calor! – chilló.
- Mhhm – fue lo único que sintió murmurar a Lauren.
- ¿Me convidas de tu agua? – la abogada se inclinaba sobre uno de sus costados apoyando su cabeza sobre su brazo.
Sus pechos desnudos apuntaban a la deportista.
- Claro – la ojiverde agarró la botella y sin dejar de mirar su libro se la pasó – Aquí tienes – dijo.
Dinah bebió el agua para después hacer que bostezaba levantado los brazos... ¿será otra clave?
- Prueba superada.... Repito... prueba superada – fue lo último que oyó Camila antes de apagar el celular.
A los diez minutos Sofia volvía para seguir jugando con su madre en la pileta y el grupo se reunía en la sala nuevamente
- ¿Qué haces? – le preguntaron a la fotógrafa cuando vieron que se disponía a salir.
- Quiero sacarme una duda – dicho esto caminó hasta la pileta, apenas llegó tuvo la mirada de la pelinegra encima de ella – Quiero hablar contigo – le dijo secamente para volver a irse no sin ser seguida por los ojos de su novia.
Las chicas desde adentro vieron como Lauren en un segundo sacaba a su hija de la pileta y seguía el camino que había hecho su chica.
- Al parecer la única debilidad del bomboncito tienen nombre y apellido – concluyó Dinah.
- CAMILA CABELLO – dijeron a unísono las demás.
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Cuando, Donde y Como el Amor Quiera
HumorAdaptacion Camren .Author: Alllove Lauren Jauregui es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New york sin saber que un choque con una castaña, man...