En momento como estos era cuando Lauren menos extrañaba a su madre, no se confundan, Lauren amaba, ama a su madre, pero vivir, mejor dicho, sobrevivir el día del estreno de algunas de sus obras junto a ella, era toda una hazaña.
Su padre y ella pasaban todo el día anterior planeando su accionar. "Yo me voy encargo de ella por la mañana y a la tarde tu. Y nos vemos en el teatro" le dijo el hombre el día anterior al estreno de Wicked. "¿Porqué me toca la peor parte? Se supone que tu eres su esposo... ¿En las buenas y en las malas dicen no? Bien que te gusta ir con ella por la alfombra roja después y saludar a las cámaras con cara de bobo" Contestó una adolescente Lauren. Los dos sabían que las mañanas eran más llevaderas porque su madre se entretenía vocalizando o eligiendo su vestuario o se perdía en largas charlas con el director de la obra. Pero las tardes, esas malditas cuatro o cinco horas antes de ir para el teatro era terroríficas, tan terroríficas que apenas algunos de los dos escuchaban "¡MICHAEL!" o "¡LAUREN!" se convertía inmediatamente en un partido de rugby padre versus hija para ver quien salía primero por la puerta. Lauren prefería estar jugando a las escondidas con Freddy Kruger, Jason y Scream antes que volver a sentir esos temblores que le ocasionaban los gritos de su madre.
Hablando de películas de terror, ¿Vieron que dicen que las segundas partes nunca son buenas? Bueno en este caso no era cierto. La película de terror se repetía y podía ser fácilmente titulada como "La Masacre de Lauren II" y puedo asegurar que esta segunda parte estaba siendo mucho más violenta, mucho más sangrienta, mucho más terrorífica que la primera. Porque si había algo peor que convivir con Clara Morgado el día de estreno, era convivir con toda la familia Cabello y la familia Hansen el día del casamiento de Dinah. Y Lauren lo supo, lo supo desde el momento en que su adorada novia, con su mirada fatal, con su poderosa sonrisa y con su perfecto trasero, entró con el vestido de novia de Dinah en mano y le dijo "Amor mañana vienen Dinah y su familia a cambiarse aquí". Y cuando esa mañana, la
pelinegra llegó de su trote matutino y vio a Dinah, Milika, Ruth, Selena, Sinu, su hija y su novia corriendo por todo el departamento no pudo evitar escuchar la risa de su padre y su voz diciendo "Esta vez te tocan las mañanas y las tardes muajajaja y encima son cinco mujeres más muajajaja" Por si fuera poco la situación se agravió cuando vio sentados
cómodamente en su sillón a Alejandro, Gordon y a Justin, el esposo de la hermana de Camila, que desde que se lo habían presentado, no le caía del todo bien a la deportista. Pero, como bien su novia le había resaltado, últimamente a Lauren no le caía bien nadie que se acercara a más de dos centímetros de Camila. Y no va el tal Justin este y abraza a la fotógrafa como si tuviera el derecho de siquiera respirar el perfume de su novia, definitivamente entra en la lista de los
"me cae mal" de la pelinegra.
"La masacre de Lauren II" comenzó con una lectura de la abuela de la rubia, Ruth, acerca de lo inapropiado, de lo inadecuado, de lo terrible, de lo espantoso que había sido el comportamiento de la basquetbolista una vez dictaminado el fallo de la, ahora disuelta, LPDC. ¿Acaso era culpa de Lauren que ellos eligieran pasar tres horas afuera del
departamento solo porque Camila estaba repitiendo constantemente palabras como "DIOS MIO LAUREN" "MÁS, MÁS, MÁS" "MIERDA" "AHORA CON LA BOCA" y algún que otro gemido o pequeño grito? ¿Acaso era culpa de la deportista que su novia estuviera usando una toga y que ella no pudiera evitar querer arrancársela con los dientes? Claaaaro pero mejor echarle la culpa a Lauren ¿No? Una Lauren que si, en el momento en que Ruth le estaba hablando, hubiera estado encadenada por los pies como en la película SAW, sin dudarlo ya hubiera serruchado su pierna y escapado de la matriarca de la familia Hansen saltando en un pie. Estaba segura que si moría desangrada iba a sufrir menos.Cuando por fin Lauren pudo convencer a Ruth de que ese comportamiento "inapropiado" no se iba a repetir más, "si
claro" rió la pelinegra para sus adentros, la mujer la dejó tranquila. Pero con lo que Lauren no contaba era con que al igual que la "encantadora" abuela, el resto de las mujeres parecían sacadas del cementerio de animales ese, donde supuestamente los enterrabas y volvían a la vida pero como seres malévolos dispuestos a todo. La estaban volviendo
tan loca que si la deportista hubiera encontrado un hacha por alguna parte de la casa, estaba cien por ciento segura que se hubiera convertido en el personaje de Jack Nicholson en "el resplandor" y las estaría persiguiendo a todas gritando "no les quiero hacer daño, solo quiero arrancarle los sesos" en alusión a una de las grandes líneas que tenía Jack en esa película. Pero como el hacha no apareció y como a su querido futuro suegro, no se le ocurrió mejor idea que decirle a Dinah que tenía un poco hinchado los ojos, ahora la basquetbolista, la estrella de Liberty, la mujer que hace gritar a miles de fanáticos por partido, en vez de estar degollando cabezas estaba comprando pepinos en una
tienda de las calles de Manhattan
- ¿1 Kg. está bien Lauren? – le preguntó la Señora Cho, dueña del negocio.Lauren no la escuchó. La jugadora estaba distraída pensando en cuantas cebollas tendría que pelar para llorar el equivalente a la cantidad de lágrimas que seis peligrosas mujeres estaban derramando en su departamento "¡Se casa mi hija!" lloraba la madre de Dinah, "¡Se casa mi nieta!" al rato Ruth era la que empezaba la ronda de llanto. "¡Se casa mi mejor amiga, mi hermana del alma!" por supuesto que esta era Camila. "Todavía me acuerdo esas tardes que me pase enseñándoles las coreografías de las porristas a ti y a mi hermana" decía entre llantos Selena. Al parecer Sinu había iniciado la tradición de porristas en la familia y sus hijas la continuaban. La misma Sinu que después de su hija agregó "Pensar que fue ayer cuando mi Kaki y tu entraban por primera vez al pre escolar" Pero lo que más la
impactó a la pelinegra y por lo cual dio por perdida su batalla contra las lagrimas de las mujeres, fue cuando su hija, su cangurín, su baterista, su Osito Pooh, su bicho bolita, soltó un enorme llanto seguido de "¡Se casa mi tía!" lo que genero una reacción en cadena de largos ¡Buaaaaaa! Seguido de algún que otro ¡snifff! ¡snifff! y acompañado por supuesto de varios abrazos en ronda. Ronda que terminó cuando el sutil de Alejandro hizo ese comentario sobre los ojos de la rubia, comentario que ocasionó un alud de gritos, una extensa búsqueda de productos y un maremoto de voces que cesaron cuando la pelinegra pudo escuchar la voz de Dinah... "Bomboncito ¿serias tan amable de ir a comprar pepinos?"
- ¡Lauren! ¡Lauren! – La Señora Cho llevaba varios segundos tratando de comunicarse con la ojiverde– Le pregunté si 1 Kg. está bien – repitió.
- Si, si. 1 Kg. Está bien – o al menos eso pensaba, ¿Y si volvían las lágrimas? – Agregue otro por las dudas – ya se la veía venir.
- Gran partido el de anoche. Estabas imparable. – El señor Cho aparecía a felicitar a la pelinegra. El hombre más de una vez ya le había expresado su fanatismo por el básquet de las Liberty – Una victoria más y estamos en Play Off – Como si la coach ya no la llamara todos los días para recordárselo.
- Esperemos que con un poco de suerte.... – su celular sonaba y los temblores en su cuerpo volvían a aparecer. Y por más que como en la película "la llamada" su mente, su cuerpo y todo ella gritaban "no atiendas Lauren, no atiendas", la ojiverde leía "Reina llamando" y no podía dejar de hacerlo. Aunque tuvo que aceptar que, una vez que atendió, hubiera preferido que la voz le dijera "seven days" en vez de "¿A dónde estás? Te necesitamos ya mismo" – Dígame Señor Cho,
¿de casualidad no existe alguna planta o verdura que tenga efectos soporíferos? – tal vez podía hacer la gran Giga Murano y lograr que se durmieran por un par de horas.
- Bueno dicen que la manzana puede ser ligeramente soporífera pero...
- Señora Cho agrégueme dos kilos de manzana por favor – le pidió sutilmente. Tal vez podría convencer a un montón de ardillas y pájaros para que le ayudaran a hornear una tarta de manzana como la bruja de Blancanieves "Pero no tengo el tiempo suficiente para hornear" pensó la pelinegra como si ese fuera el verdadero problema.
- ¿Problemas para dormir Lauren? – le preguntó el dueño
- No exactamente eso... - su celular volvía a sonar, la canción "Angel" que Camila tenía como ringtone, en estos momentos sonaba más bien como la marcha fúnebre en los oídos de la jugadora.
Pero cuando atendió pudo sentir la voz de Dinah claramente -¡Ven ya para acá! - y cortó.
- Señores Cho... si dentro de unos días o como máximo no me ven pasar por aquí, por favor asegúrense de que mi cuerpo tenga un entierro digno. Y por sobre todas las cosas no me dejen en manos de una señora llamada Ruth – les dio un abrazo a cada uno – Hasta siempre – agarró las bolsas y se fue.
- Espero que no le toque el antidoping en estos días – le dijo el Señor Cho a su esposa. Está última se fue a atender a otro cliente murmurando algo así como "estos jóvenes de hoy día".
De vuelta en el departamento
Lauren tomo aire y abrió la puerta esperando encontrarse con los tres hombres aun sentados en el sillón, pero en vez de eso se chocó de golpes con 6 mujeres en bata, con toallas en la cabeza y que a juzgar por la posición de sus pies y manos, estaban esperando a que se le secaran las uñas. "Mmm Camila en bata" fue lo primero que pensó,pensamiento que se le borró rápido cuando el grupo de carroñeras, porque era el sobrenombre más sutil que le quedaba en este momento, apenas vieron a la ojiverde, empezaron a lanzar cientos de órdenes. La deportista no sabía a cual acudir primero, su hija quería que le pusiera Nemo, Sinu quería que Lauren le preparara un Martini, Dinah que
cortara rodaja de pepinos, su novia que llamara a Normani para ver si necesitaba algo y la lista seguía y seguía y seguía.
- ¿Alguien quiere una manzanita? – ingenua la pelinegra que pensó que iba a ser tan fácil. Apenas les mostró una de las frutas, las carroñeras se encargaron de que Lauren entendiera que si comían manzana se les iba a hinchar la panza y eso les iba a traer problemas con los vestidos. Al parecer las miradas asesinas eran hereditarias en las Cabello, al igual que el mal carácter en las Hansen. Obviamente a la deportista no le quedó otra que tocar retirada – Ya les traigo las rodajas de pepinos – y se fue a la cocina – Maldito Señor Cho y sus manzanas soporíferas – murmuró para si - ¿Dónde hay pájaros, ardillas y ciervos cuando se los necesita? Maldita Blancanieves, me vienes engañando desde niña –seguía diciendo antes de llegar a la cocina.
- ¡Lauren! – Así que en la cocina era donde se escondían las ratas cobardes – Es mejor que dejes de consentir a las mujeres o no te van a dejar tranquilas – Le advertía Gordon, que estaba apunto de meterse una porción de pizza a la boca. Si su esposa lo viera comiendo con el traje lo mata. La deportista no hizo caso y empezó a rebanar la verdura.
- Cuando Selena se casó organizamos un partido de golf, deberíamos haber hecho lo mismo – Alejandro, otro que con traje ya puesto se encargaba de aportar "brillantes" ideas a la ocasión. Lauren miró el cuchillo y se imaginó en la escena de Psicosis en el baño y la música de fondo que tanto caracterizó a esa película empezaba a sonar en su mente.
- Quedan tres horas antes de irnos, podríamos ir a ver una película o algo – el más joven de los tres pensaba que con
esa idea había descubierto América – Total aquí mi amiga Lauren las tiene bastante bien atendidas – rió.
Cuando la pelinegra estuvo a punto de contestar fue cuando lo vio. Una atrocidad. Un espantó. Lauren pudo sentir la ira
creciendo por su cuerpo. El, Justin, tenía en sus manos su dulce néctar, su tesoro más preciado, la única mujer de su vida que no le daba órdenes, que simplemente la dejaba disfrutar con ella, que la dejaba hacer con ella lo que Lauren quisiera. El esposo de Selena se estaba tomando su preciada coca Light. No lo pudo tolerar – Lo siento "amigo" – le
sacó la botella de las manos – pero estás botellas tienen nombre y apellido. Agarra cualquier otra cosa – le dijo para después irse con una bandeja de pepinos cortados en la mano.
....
La deportista misma se había asegurado que todo estuviera en orden antes de ir a bañarse, Sofia tenía puesto Nemo, Sinu disfrutaba de su Martini y Lauren ya había ido a solucionar todos los problemas de Normani en la casa de Kendall. El resto de las mujeres ya estaban maquilladas, peinadas y todo los demás, sólo faltaba que cada una se pusiera su vestido. Dinah el vestido blanco que, por una noche, y solo por una noche la iba a hacer lucir como un ángel. Camila y Sofi tenían sus hermosos vestidos color durazno y el resto de las invitadas lucía sus propias prendas.
Cuando Lauren salió de la ducha y no sintió sonido alguno se preocupó, el sonido que vino después le hizo entender el
significado de la frase "la calma que antecede la tormenta". Llantos desgarradores llegaban desde la sala, la jugadora pudo distinguir el de Camila y el de su hija, esos dos prácticamente se los conocía de memoria. Aunque había visto llorar a Dinah solo borracha, también lo pudo distinguir, el problema era que se mezclaban con varios más. Mientras se ponía una remera y un short sencillos para ir a ver que pasaba, empezaron los gritos, y lo que la preocupó fue distinguir voces masculinas entre ellos. Fue rápidamente al comedor.
- No dije que te veías gorda Sele, sólo dije que tal vez deberías dejar de comer un poco – Tenía que ser este tipo como no – se dijo así misma la pelinegra mientras miraba como su futura cuñada se estaba deshidratando de tanto llorar.
- ¡ESTE NO ES EL MAQUILLAJE QUE YO QUERÍA! – Dinah estaba torturando a una de las maquilladoras –PARESCO LA NOVIA DE CHUQUY – Lauren tenía el presentimiento de que tenía que dejar de ver películas de terror
sólo porque le gustaba como Camila se agarraba de ella cuando las veían.
- ¡PARESCO UN DURAZNO GIGANTE! – ese ya lo había escuchado. Camila lo había dicho una cien veces ya.
- ¡Y YO UN DURAZNO CHIQUITO! – si su madre lloraba como no iba a llorar ella. La ojiverde no pudo evitar reírse imaginando la cara de su hija si cambiaba el sobrenombre cangurín, por duraznin.
-¡ALEJANDRO TE DIJE QUE EMPACARAS MIS ZAPATOS NEGROS ESTOS SON AZULES ALEJANDRO AZULES!- Ups, de alguna forma u otra esa imagen le hizo acordar cuando el presidente Bush estaba dando una conferencia y alguien le revoleó un zapato por la cabeza. En este caso Sinu no fallo. El zapato fue directo a la cabeza de su esposo.
- ¿COMO PUEDE SER QUE TE HAYAS MANCHADO LA CAMISA GORDON? PARECES UN CHICO DE CINCO AÑOS –Lauren lo había visto venir - ¿Y AHORA QUE VAMOS A HACER? – todo era un completo caos que requería intervención urgente.
- ¿Qué está pasando? – No terminó de entrar a la sala que tenía cinco mujeres colgadas de ella hablando todas a la vez y tratando de agarrar cualquier parte de la pelinegra
- ¡ESTOY GORDA! ¡SOMOS LA FAMILIA DURAZNO! ¡NO TENGO ZAPATOS! ¡MI ESPOSO ES UN COCHINO! ¡LLAMEN A MANI Y DIGANELE QUE EL CASAMIENTO SE CANCELA! – Este último comentario de la rubia fue el que hizo reaccionar a Lauren, había una boda que atender y "la masacre de Lauren II" tenía que llegar a su fin cuanto antes. Y si al final de la película Lauren se queda con la heroína, mejor aun.
– Tranquilas... tranquilas por favor... ya... ya – pidió suavemente sin éxito alguno - ¡TRANQUILAS! – Con eso tuvo la atención que quería – A ver – suspiró – Sinu, si no me equivoco, usted debe calzar igual que Camila ¿cierto? – la mujer asintió - ¡Perfecto! Porque creo que su hija tiene unos zapatos negros que le van a quedar perfectos con ese hermoso vestido, aunque puedo asegurarle que nadie le va a mirar los pies esta noche – la morena le guiño un ojo a su suegra
y la mujer antes de irse corriendo al placar de su hija le dejó un beso en la mejilla a la jugadora
– Eres adorable – agregó Sinu junto al beso.
- Señora Hansen...
- Dime Milika cariño – Lauren poco a poco se iba ganando al público femenino.
- Milika, yo tengo varias camisas blancas que estoy segura que a el señor Gordon le van a servir. Si sigue a Sinu las va a encontrar – explicó.
- Sinu tiene razón, eres un encanto – otra marca labial en su rostro.
Lauren se arrodillo en frente del sillón y apoyó ambas manos en las rodillas de Selea, que de alguna manera se las arreglaba para seguir llorando – Selena... escucha – la chica miró a la ojiverde – Te puedo asegurar que te ves
hermosa – afirmó.
- Lo dices porque eres la novia de mi hermana – contestó
- Lo digo con conocimiento. Este vestido rojo, no sólo resalta tu hermosa figura, porque te puedo asegurar que te miro y ¡GUAU! – La cara de la jugadora hizo reír a las tres Cabello que quedaban en la sala – sino que resalta tu cabello azabache y tus impactantes ojos marrones, y por nada del mundo te ves gorda, al contrario, con esas curvas cualquiera se queda sin freno. – Selena se encargó de dejar bien marcada su otra mejilla con un beso.
- Tienes mucha suerte hermanita – le dijo a Camila cuando paso por al lado de ella – voy a retocarme el maquillaje –avisó.
La novia era la siguiente. Lauren se acercó a ella y le tomo la mano – Dinah Jane Hansen, no creo que vuelva a decir esto, pero en este momento millones y millones de personas en este mundo se deben estar peleando para que seas su ángel guardián. No sólo que estás hermosa, sino que la felicidad en tus ojos te hace más bonita aun. No puedes dejar
que el día más feliz de tu vida se opaque sólo por una tontera. ¿Me harías el honor de dejar que está humilde trabajadora – señaló a la maquilladora – te arreglara el maquillaje? estoy segura de que lo puede hacer mejor ¿cierto?– la volvió a mirar y la mujer agitó entusiasmada la cabeza.
La rubia de un tirón acercó más a Lauren y la abrazó – Últimamente te estoy debiendo muchas. Tengo que dejar de acostumbrarme. Gracias – un beso en la mejilla y la novia se entregaba de vuelta a la maquilladora.
Lo mejor para el final. Cruzadas de brazos y haciendo pucheros estaban sus dos mujeres preferidas – Parezco un duraznito – chillo la pequeña.
- Y yo un Duraznon – se quejó la mayor.
Lauren lo negó con la cabeza – Osito Pooh... Lo único que tienes de durazno son tus mejillas, que hasta ganas de morderlas tengo – la deportista pudo escuchar una risita cuando amago a morder uno de los cachetes de su hija -Estas hermosa cariño – le dijo – Tan hermosa que tengo miedo que está mujer de aquí – señaló a su novia – se ponga
celosa de tu belleza. Eres una princesita, como Ariel, o como Jazmín, o como Aurora de la bella durmiente – Sabía que con eso su hija se iba a contentar.
- ¿Soy la Cabello más linda? – era viva la pequeña.
- Mmm... hay un empate – le dijo – aunque si me das un beso, puede que la balanza se incline levemente para tu lado– beso que no tardo en llegar.
- Te amo mami, voy a retocarme el maquillaje – le dijo
- Bueno bich... ¿Qué? ¿Cómo que el maquillaje? ¡Sofi! ¡Ven aquí! – ni caso le hizo el bicho bolita.
- Mhhhm – La última Cabello llamaba su atención – Es mi turno ¿no? – exigió.
- A ti no te quiero decir nada – dijo endureciendo su expresión. Cuando Camila atinó a irse, Lauren la agarró del brazo y
la apretó fuertemente a ella – A ti no te quiero decir nada, a ti te quiero sacar este vestido y hacerte el amor ya mismo.Una y otra vez, sin importarme un carajo que la abuela de Dinah me esté mirando en este momento con ganas de matarme. – y era cierto. Ruth la vigilaba como halcón - ¿Sabes cual fue el peor error de Dinah? – le preguntó a su morena.
- ¿Cuál? – Camila ya había cedido apenas escucho las palabras hacer el amor.
- Invitarte a su boda – sentenció – Le vas a robar todas las miradas, todos los ojos van a estar en ti porque tu belleza es tan fuerte que un simple mortal no la puede apreciar. Lamentablemente voy a tener que aguantar que todos tus ex novios, mujeres y demás hombres de la fiesta te miren, pero lo puedo aguantar con tal de que me prometas que vas a bailar conmigo aunque sea una sola canción – Lauren se perdió en los ojos de su novia
- Te amo tanto Lau. Tanto, tanto, tanto que ya no puedo controlarlo. TE AMO – por si con las palabras no le quedaba claro con el beso, este a diferencia de los demás fue en la boca, le quedó claro - Me voy a...
- Retocar el maquillaje, lo se – la besó nuevamente – así tienes que retocar tus labios también – le guiño un ojo – Ey –
la volvió a traer hacia ella – Quizás algún día podamos agregarle al durazno un poco de crema para que yo pueda deleitarme con el postre poco a poco – le susurró.
- Voymaqreuilalme - ¿Qué?
- Ya se, ya se. Maquillaje. Ve – la dejó irse.
Cuando la ojiverde se dio vuelta se encontró con tres hombres mirándola como si trataran de adivinar cual era su secreto - ¿Qué se le va a hacer muchachos? Cada uno maneja las mujeres que puede – Les guiñó un ojo y se fue a cambiar, había una boda esperando.
La boda
Cuando Dinah y Normani caminaron por la extensa alfombra roja era difícil decidir cual de las dos estaba más bonita, la única diferencia era que la bailarina se deslizaba con gracia por el pasillo, en cambio Dinah estaba tan nerviosa que tropezaba a cada rato. Inclusive Camila, que venía detrás de ella, en más de una oportunidad tuvo que recogerle el ramo que las temblorosas manos de su amiga no podían agarrar – Menos mal que esto era pan comido para Dinah Jane Hansen – le dijo la morena al oído de su amiga la segunda vez que le pasó las flores. Ni un insulto pudo contestar la abogada, simplemente las palabras no le salían.
La ceremonia siguió su ritmo normal, Normani hizo reír a todos los invitados con sus votos, en cambio Dinah tuvo que pedirle a Camila que le sostuviera el papel porque con sus manos transpiradas no lo podía ni agarrar, y como si fuera poco la polinesia tartamudeo varias veces y a la mitad del discurso ya estaba llorando. Y la cadena volvía a empezar, lloraba Dinah, lloraba Normani, lloraba la fotógrafa y lloraba Camila, lloraba la niña y lloraban todas las invitadas, y así
sucesivamente. Tanta lágrima vio Lauren caer que, al final de los votos de la rubia la ojiverde pensaba que no alcanzaban todas las cebollas de la tienda de la Señora Cho para equiparar semejante mar de llanto. No era que la deportista no lloraba porque era insensible o frívola o algo así, sino que, si alguien le preguntaba ¿qué carajo dijeron
las ahora ya casi nombradas esposas? Lauren no tenía la menor idea. Desde que vio entrar a su novia por la puerta del lugar, no pudo dejar de mirarla, no podía dejar de prestarle atención a cada gesto, no se perdió cuando madre e hija se agarraron de la mano y buscaron sus ojos verdes, ni tampoco la mueca casi sonrisa que hizo la artista
cuando Lauren le sopló un beso desde su lugar. Y cuando Camila se puso al lado de Dinah para sostenerle sus escritos, la jugadora vio como su chica movía la boca leyendo los votos en silencio en su caso y Lauren no pudo evitar imaginar el día en que ella los iba a estar escuchando de la boca de su mujer, no pudo dejar de imaginar el día en que ella iba estar deslizando el anillo en el dedo de Camila al igual que Mani lo estaba haciendo ahora con la abogada.
Cuando la voz de Troy apareció en el salón con un fuerte "VIVA LAS NOVIAS", Lauren salió de su encanto. Lo primero que hizo fue agarrar a su hija que corriendo y sin importarle un comino que tenía un vestido que cuidar, saltó a los brazos de su mami Lolo.
- ¿Lo hice bien? – le preguntó la pequeña.
- Nadie pasa mejor los anillos que tu bicho bolita – De hecho madre e hija habían practicado varias veces la pequeña
participación de Sofi.
- ¡Lauren! ¡Sofi! – Kendall las llamaba – Las están buscando para las fotos – anunció. Y hacia allí se dirigieron.
- ¡Queremos una foto con las piernas de Lolo!... Digo con Lolo – corrigió Normani al recibir una mirada asesina.
Lauren bajo a su hija de sus brazos y se puso entre medio de las novias – Están hermosas – les dijo dejando un beso en la mejilla de cada una – Me hace muy feliz ser testigo todos los días del amor que se tienen – agregó mientras se disponían a posar para las cámaras.
- Mila, por favor, piénsalo de nuevo, es nuestro regalo de casamiento – Dinah le rogaba a su amiga.
- Si Mila, préstanoslas un ratito nada más. Di y yo también queremos probar a la bestia – la bailarina se unía a la petición de su actual esposa.
- Primero que quiero que ya mismo saquen las manos del trasero de mi novia y segundo que Lauren y yo les acabamos de regalar la luna de miel, se conforman con eso ¿oyeron?... Y no quiero más protestas – agregó.
Mientras Camila se encargaba de supervisar las fotos, la ojiverde se le acercó por detrás – Disculpe señorita – le dijo en el oído - ¿Habrá alguna posibilidad de que hablé con la encargada de la organización de la boda? Hay algo que me está molestando – Lauren pudo ver como la piel de gallina se formaba en los hombros de su novia - ¿Podemos
charlarlo después de las fotos en el guarda ropa? – le preguntó
- ¿PUEDEN DEJAR DE DECIRSE COSAS COCHINAS EN MI BODA, PAR DE PERVERTIDAS Y TERMINAR CON LA FOTOS DE UNA VEZ? NECESITO ALCOHOLIZARME – Y la polinesia lo tenía que decir a viva voz.
La deportista le dejó un beso en la comisura izquierda del labio de Camila y la dejó tranquila.
- DEJA DE MIRARLE EL TRASERO AL BOMBONCITO Y PRESTA ATENCION A LAS FOTOS – grito nuevamente la Señora Hansen-Hamilton
- Tal vez si hubieras estado así de pícara cuando entraste, no tendría que haberte recogido tantas veces el ramo rubia oxigenada – la enfrentó Camila - ¡Ultimas fotos! – anunció. El guarda ropas la esperaba.
...
- ¡Es peligroso! – le dijo separándose de ella como pudo
- ¿Para quién? – Lauren volvía a buscar la boca de su novia.
- Nos pueden encontrar – puso sus brazos parando a la pelinegra.
- Que lo hagan, ¿tú crees que aun así voy a parar? – si Lauren lo hubiera dicho solamente, tal vez Camila hubiera sido
más fuerte, pero si en el momento que le pregunta eso, apreta sus pechos como si fueran su juguete favorito, era imposible detenerla.
- ¿No que no te gustaba el vestido? Pues te estoy haciendo un favor – razonó la ojiverde a medida que bajaba el cierre que le iba permitir alcanzar los pezones de su novia con la boca.
- MIERDA LAUREN – Camila trataba de contenerse, trataba de cerrar su boca, sabía que sus gemidos lo único que iba a hacer era volver más loca aun a su novia.
La pelinegra la miro sonriendo - ¿Estás segura de que vas a poder aguantarlos por tanto tiempo? – le preguntó. La jugadora conocía esa cara de su novia – Eso lo vamos a ver – agarró una de las piernas de Camila y la levantó de manera que ahora le rodeaba su cintura – No se como lo haces – su mano empezó a pasar las barreras del vestido –
Pero consigues que quiera tenerte así todo el tiempo. Una mirada tuya y me tienes Camila, ¿Lo oyes? Me tienes – los dedos de la pelinegra ya jugaban con el centro de su chica – Vamos dímelo, se que tienes ganas, dímelo – Lauren quería escuchar esa voz que la volvía loca.
- ENTRA DE UNA VEZ POR TODAS – y ahí estaba lo que quería, y de un solo impulso logró que su chica no pudiera seguir con su voto de silencio. Los gemidos de Camila no se hicieron esperar.
....
- ¿Se puede saber donde estabas? – Camila llegaba a la silla que estaba reservada para ella al lado de Dinah.
- Sexo con Lauren– simplemente lo dijo.
- ¡Lo sabía! Me debes veinte dólares Satan – Ally festejaba su victoria
- ¿Y donde está Lolo? – preguntó la bailarina mirando el espacio vació en la silla de la ojiverde.
- La dejé encerrada en el guarda ropa. Denle quince minutos para que se calme y alguno le va a abrir...
- ¡YO VOY! – gritaron Ally, Dinah y Mani al mismo tiempo
- Ninguna de ustedes tres, que vaya Troy – La morena dio una nueva orden.
....
- ¡TIlin! ¡Tilin! ¡Tilin! – Sofia golpeaba su cubierto en la copa como le había enseñado su mami, para llamar la atención de la gente.
- Hola todos - saludo una vez que tenía la atención de los invitados – Soy Sofia Cabello Mahone. Hija de Camila y de esa señorita que está entrando al salón en este momento – Señaló a Lauren - porque como dicen mi tía Dj la encerraron por pervertida, aunque yo no se a que se refieren con eso – Lauren saludaba a lo Forrest Gump arriba del bote Jenny en cambio Camila estaba colorada - Pero bueno también soy una de las damas de honor de mi tía Dj. Y como mi tía Dj lleva más de una hora volviéndome loca para que hable así ella puede ponerse borrachita, voy a hablar ahora.
- ¡Tilin! ¡Tilin! ¡Tilin! – Dinah golpeaba las copas esta vez – Quiero aclarar que los hechos no fueron como la pequeña rata traicionera los está diciendo. Solo quiero que hable para qué empiece la fiesta – se sentó
- ¡Tilin! ¡Tilin! ¡Tilin! – Camila se paró a defender a su hija – Además Dinah lleva más de dos horas borracha – se sentó.
- ¡Tilin! ¡Tilin! ¡Tilin! – Dinah volvía a tocar su copa – Por lo menos yo no ando teniendo sexo en los guarda ropa de las bodas – se sentó.
- ¡Tilin! ¡Tilin! ¡Tilin! – Camila pedía la palabra – No, en cambio tú y Mani prefirieron hacerlo en el baño del casamiento de Selena – contestó la latina.
- ¡Tilin! ¡Tilin! ¡Tilin! – Esta vez Mani era la que golpeaba su copa - ¡Y fueron varias veces! – agregó.
- ¡Tilin! ¡Tilin! ¡Tilin! ¿PUEDO SEGUIR? – el carácter del bicho bolita salía a la luz. Las otra tres mujeres se sentaron –Gracias – la pequeña tomó aire – Tía Dj y Tia Mani, cuando un día yo le pregunté a mi mamá que era el amor, ella intentó explicármelo de varias formas. Me leyó lo que decía el diccionario – la cara que puso la pequeña hizo reír a varios – Googleo la palabra e intentó leerme varios poemas que al día de hoy no me acuerdo y por último hizo que
llamara a la abuela Sinu para ver si entre ella y el abuelo Alejandro se les ocurría una mejor forma de explicármelo – de nuevo risas – Después he no haber logrado nada, aparecieron ustedes agarradas de la mano en casa – señaló a sus tías - y mi mamá me miró y me dijo "Eso es amor. La forma en que tus tía se miran es amor" y desde ese momento
supe lo que era. Bueno, como mi mami Lolo en su lección 41 me enseñó que si una mujer habla mucho tiempo se le deja de prestar atención para mirarle los pechos y como yo no quiero que me miren nada voy a dejar de hablar.¡FELICITACIONES! – levantó su vaso de gaseosa para después sentarse.
- ¡Tilin! ¡Tilin! ¡Tilin! – Lauren desde su mesa se levantaba – Cangurín recuérdame que la próxima lección sea para que aprendas cuando decir las cosas y cuando no – se sentó
- ¡Tilin! ¡Tilin! ¡Tilin! – Bueno mami – contestó.
-¡Tilin! ¡Tilin! ¡Tilin! – Esta vez las intenciones de Camila eran las de hablar sinceramente – Hola, yo soy Camila, la otra dama de honor de Dinah – el silbido de Lauren hizo reír a todos y puso a Camila más colorada aun –Conozco a Dinah y a Normani desde pre jardín y puedo asegurar que esas dos se aman desde que Dinah empujó del tobogán a uno de nuestros compañeritos sólo porque le sacó su lugar en la cola a Normani. He compartido con ella muchos momentos tristes, como cuando estuvieron un año entera separadas porque Dj se vino a New York y Mani se quedó
terminando la preparatoria. Pero también he sido testigo de sus mejores días, uno de ellos cuando por fin Mani se pudo unir a nosotras en esta ciudad. Se que han trabajado mucho por llegar juntas a este momento y doy gracias a Dios por poder compartirlos junto a ustedes. No solo le enseñaron a mi hija el significado del amor sino que también me lo
enseñaron a mi – Camila encontró los ojos de su chica - Las adoro ¡SALUD POR LAS SEÑORAS HANSEN-HAMILTON! –levantó su copa.
- ¡SALUD! – respondieron todos.
...
- Tú se lo tiras a Mila y yo a Lolo – decía la bailarina.
- Qué fácil, a ti te toca la basquetbolista, mientas yo me tengo que quedar con la latina idiota – respondía Dinah.
- Satan, tus primas están desaforadas por los ramos ¡Míralas! – Cuando la polinesia miró a la mesa de sus primas se dio cuenta que las mujeres estaban estirando y entrando en calor para saltar
- Va a ser imposible que ellas agarren los dos ramos – acotó Ally
- Primero que nada habría que tratar de separarlas – los chicos miraron al centro de la pista donde Camila y Lauren bailaban cada vez más pegadas.
- Hay que hacerlo ya antes de que se encierren en el guarda ropas de nuevo –Shaw fue el elegido para ir a sacar a la ojiverde por segunda vez en la noche.
- ¡LOS RAMOS! – gritó Dinah ocasionando un gran revuelo entre las mujeres que cuerpo a cuerpo luchaban por obtener el la mejor posición.
Mientras tanto una pareja bailaba como si nada estuviera pasando a su alrededor.
- Te amo – le dijo Lauren mirando directo a sus ojos preferidos ¡ZUM! Un ramo pasaba por al lado de ellas y varias Hansen se peleaban por el.
- Te amo – contestó Camila para después atrapar la boca de su novia con la suya ¡ZUM! Las flores de Mani pasaban cerca del hombro de la latina.
- ¡ES MIO! – una de las primas de Dinah salía rengueando con el ramo en la mano.
-¿Saben que creo? – Dinah les preguntaba a su grupo de amigos que se habían quedado mirando a la pareja de la deportista y la fotógrafa.
- Creo que esas dos ya no necesitan el ramo – todos sus amigos asintieron.
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Cuando, Donde y Como el Amor Quiera
HumorAdaptacion Camren .Author: Alllove Lauren Jauregui es una aclamada jugadora de básquet en Londres hasta que es elegida para jugar en la WNBA, con un pasado negro y su fama de mujeriega irrumpe en New york sin saber que un choque con una castaña, man...