Hija de Tigre

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Sábado a la noche – "Infierno"

- ¡Camila! ¿Puedes sacarle las manos de los ojos a nuestra hija? – Lauren entraba al club de stripper de su Amiga Mary, seguida de su esposa y su hija. Durante todo el trayecto hasta la llegada del lugar, Camila insistió que Karla fuera tapándose los ojos para que luego no pudiera llegar por ella misma. A Lauren le pareció una idea exagerada, pero se divertía viendo como Camila desde el asiento delantero trataba de taparle los ojos a su hija, lo que llevaba a que la fotógrafa se tuviera que inclinar más de la cuenta en el asiento, lo que llevaba a que el trasero de su esposa estaba expuesto a su vista cuando ella quisiera y lo que llevaba a que la deportista se distrajera por el trasero de su esposa y terminara haciendo varios movimientos bruscos al volante que hacían que su hija y su esposa se quejaran… era un ganar o ganar para Lauren.

- Lauren… No podemos hacer esto… somos muy malas madres – cuando la ojiverde pensaba que a Camila le había dado un ataque de moral, la morena habló de vuelta

– Vamos a tener que llevar a Michelle a un club de estos también, donde hayan hombres bailando desnudos, no podemos hacer estas diferencias – dijo – Y cuando crezcan las otras dos también y después a Rose…

- De Rose se puede encargar Sofi cariño – Lauren la tranquilizaba, si eran malas madres, no era precisamente por hacer diferencias entre sus hijas – Karla… - Lauren aprovechó que la música aun no se escuchaba tan fuerte para hablar con su hija, que aun seguía con los ojos tapados por Camila – Escucha… Quiero que cuando entres, primero mires, y luego vemos como seguir ¿De acuerdo? – el primer paso era que Karla dejara de sentirse nerviosa en frente a una chica que le gusta.

- Si – Contestó la adolescente. Camila le sacó las manos, Karla parpadeó varias veces - ¿Dónde está…? ¡HAY UNA CHICA DESNUDA! – la joven se tapó los ojos con sus propias manos.

- ¡Hay chicas nuevas! – Camila había seguido la orden de su mujer y ya estaba mirando.

Lauren giró los ojos – Lo dices como si viniéramos todos los días – le reprochó.

- Venimos todos los años para el cumpleaños de Mary y puedo asegurar que esa chica es nueva – Señaló a una morena que estaba haciendo su presentación vestida de policia

– Voy a buscar a Mary – Lauren agarró del brazo a su esposa antes de que se fuera y le dio un beso que inició pero no terminó nada.

- Nada de andar mirando excesivamente – le dijo la ojiverde a su mujer.

Camila la miró de vuelta y sonrió con picardía para luego dar media vuelta e irse a buscar a Mary con su habitual meneo
excesivo de caderas.

- Ay Karla, Karla – sin quitarle la vista a su mujer, puso su mano en el hombro de su hija – Esta mujer me va a volver loca… o mejor dicho, ya me volvió – le dijo.

- A mi Bella me está volviendo loca – dijo el perezocito aun con sus manos en sus ojos – y eso que ni siquiera puedo mirarla a los ojos – agregó logrando que su madre la mirara.

Lauren agitó su cabeza tratando de sacarse a su esposa de ella, su hija la necesitaba – Kaki… - agarró a su hija por los hombros y la guió para dentro del lugar. – Vamos a hacerlo de a poco ¿Si? – la posiciono de manera que su vista estuviera de frente al escenario. – Sácate las manos y mira al piso – ordenó amablemente, su hija dubitativamente obedeció – Ahora vas a ir mirando de a poquito hacia el escenario – dijo – y vas a ir diciéndome que ves – indicó.

- De acuerdo – su hija aceptó nerviosa – Veo… el principio de un escenario, tiene luces – no había mirado demasiado
arriba, Lauren le daba una palmadita en los hombros para que se animara a más.

Cuando, Donde y Como el Amor QuieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora