Las mujeres de mi vida

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Domingo en la mañana – Casa Jauregui Cabello

- ¿Seguro que no quieren quedarse a desayunar? – Lauren le preguntaba a sus amigas en voz baja. Dinah y Normani estaban paradas enfrente de la puerta y cada una sostenía una niña dormida en sus brazos.

- Gracias Lolo pero Dj y yo tenemos mucho que hablar aun y está gruñona no ha podido dormir mucho por lo que veo – Dinah estaba a puro bostezo.

- No sé cómo haces para dormir en ese condenado sillón lleno de niñas por todas partes – Las tres mayores miraron el sofá cama en el que ahora estaba Sofi estirada como si fuera la dueña del mueble.Karla estaba a un lado de ella y le atravesaba una pierna por encima de su estómago mientras usaba uno de los pechos de su hermana como almohada. Luna ocupaba todo el otro costado y se había acaparado solo para ella las dos almohadas, una la usaba  para su cabeza y a la otra la tenía abrazada como si tuviera miedo de que se le escapara. No crean que Michelle estaba incomoda, la otra melliza había obligado a sus hermanas a dormir con las piernas encogidas ya que se había hecho ama y señora de la parte baja de la cama.

- Después de tantas noches en el sillón te acostumbras – se justificó la deportista.

- Pero si me desperté porque la ratita menor me sacó la almohada no muy sutilmente – se quejó la abogada.

- Luna siempre hace eso, no puede dormir sino tiene dos almohadas o al menos algo para abrazar – explicó – Agradece que al pececito no se le dio por recitar la poesía del otoño – dijo.

- ¿La poesía del otoño? – Era algo que a Mani le podía interesar.

Antes de que Lauren pudiera contarles, Michelle se había parado en la cama y con los ojos cerrados empezó a recitar…
"El otoño es un enano, con un tarro y un pincel,
Pinta todo de amarillo pues no tiene otro color,
Va trayendo viento frío
Y llevándose el calor"
Hizo una reverencia y se volvió a acostar como si nada hubiera pasado.

- Bueno imagínate eso a la mitad de la noche – les dijo orgullosa de su hija.

- ¡Por Dios Jauregui! Una de tus hijas roba almohadas y la otra es una poeta sonámbula. Le dije a Camila que tanto sexo durante los embarazos iba a tener repercusiones – se quejó la polinesia dando paso a un nuevo bostezo.

- ¿Te vas a correr? – le preguntó Mani a la ojiverde mientras caminaban hacia el taxi.

- Sip – le aseguró – Total tengo varias horas más hasta que mis mujeres se despierten – no era día de "madrugones" para todas las morenas de la casa.

- Mañana nos avisan lo que salga de la ecología…

- Ecografía Mani Bear – Dos hijas y todavía no se lo aprendía.

- Eso…

- Por supuesto Mani, apenas sepa el sexo de mi bebe las llamo – les dijo.

Normani le dio un beso y dejo que Lauren se despidiera del dormido patito que tenía en sus brazos para después subirse al taxi.

- Oye bomboncito – la polinesia entraba en modo nervioso – Gracias por lo de anoche…

- Si es porque dormimos apretaditas y calentitas, ya sabes que no fui yo la que te hizo cucharita – Lauren acarició a la cucharita llamada Riley que tenía cargada su amiga.

- Tu sabes porque lo digo – Era más que evidente.

- Lo se Dj. Lo se. Yo no puedo concebir la idea de ustedes dos separadas y mucho menos si esa idea destroza a mi mujer – confesó – Hazla feliz Dj. Si Mani es feliz, tu lo serás – Lauren se sentía identificada.

Cuando, Donde y Como el Amor QuieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora