Cuando, Donde y Como el Amor Quiera

Las tardes de chusmas

Casa Jauregui Cabello - Una semana después de la noticia del embarazo.

- ¿Dinah? - Camila estaba en su escritorio revisando el contrato que le había enviado L'oreal Paris para que liderara el equipo artístico en la campaña de ese año, cuando los golpes desesperados en la puerta la despabilaron. Sus hijas mayores habían salido a comprarse ropa para la cita de la noche que tenían todas ellas con sus respectivas parejas.
El solo hecho de recordar como Lauren se paró en la puerta para evitar que sus "pequeños animalitos" - según la ojiverde - salieran a comprarse vestidos cortos y maquillajes "pervertidos" - según la ojiverde - la hicieron reír mientras caminaba rumbo a la puerta.

Antes de llegar dio un vistazo al jardín y vio como Lauren y Gracie jugaban tranquilamente,
de hecho fue el lobito la que con sus caricias y enormes pestañas calmó a su madre y logró que las dejara ir de compras. Bueno Grace y el hecho de que Camila le insinuara que durante la cita de sus hijas podían reestrenar los
rincones de la casa por donde la ojiverde y ella habían dejado sus rastros. Apenas abrió la puerta, vio a Dinah y notó que traía una furia interna mucho mayor de lo normal - ¿Estás bien? - Le preguntó sin darse cuenta que Tomy se le ponía enfrente para preguntarle algo desesperado - Está en el jardín - era obvio que el niño quería saber el paradero de Grace.

Tomy le dio un beso a su tía y salió corriendo en esa dirección en busca de su mini cita para esta noche.

Apenas el niño estuvo fuera de vista Camila volvió la mirada hacia su amiga - ¿Vas a abrir tu boca para contarme que te pasa o tengo que emborracharte? - le preguntó impaciente.

- Me pelee con Normani y las niñas - por niñas se refería a Andy y Riley.

- ¿Qué hiciste ahora? - le preguntó Camila juzgándola de antemano.

Dinah frunció el seño - ¿Por qué piensas que fui yo? Tal vez fueron ellas - dijo enojada.

- Porque desde el embarazo de Rae, tanto tu como la cabeza dura de mis esposa no dejan a las niñas en paz, por poco y no las encierran en una jaula dorada - La morena giró los ojos cuando vio que Dinah ponía la cara de "créeme
que ganas no me faltan", la misma que había puesto su esposa cuando Lauren le hizo la misma observación -Además...

- ¿Sabes qué? - la frenó la polinesia - no quiero hablar contigo - le dijo enojada - ¡Ve y únete a mis hijas y mi esposa en su club de "odio a Dinah¨- le dio.

- De acuerdo... ¿Llevo mi membrecía dorada? - bromeó la fotógrafa obviando la cara que le ponía su amiga.

-¿Te crees muy graciosa cierto? - la polinesia no toleraba a su amiga en este momento.

Camila sostenía la risa como podía. Estaba esperando a que Dinah huyera para levantar el celular y hablar con Normani.

- ¿Dónde está el bomboncito? - Desde la golpiza a "el amenaza" que la relación de Dinah y Lauren se había hecho aun más fuerte.

- En el jardín - le indicó Camila
Dinah hizo el gesto para irse pero la morena la frenó del brazo - Espera... - se fue a buscar algo y volvió rápidamente con un sombrero capellina bastante grande de color blanco que en su base tenía una cinta ancha negra, la polinesia la miró sospechosa - Vas a necesitar esto para "la tarde de chusmas" - le indicó dándole el sombrero - Ahora puedes
irte - le dijo empujándola suavemente.

El seño fruncido de Dinah llevaba largo tiempo en su rostro, su amiga preocupada por el sol no era algo de todos los días y además Dinah nunca se pondría un sombrero tan horroroso.

Miró a Camila nuevamente con ganas de
protestar, pero decidió seguirle la corriente e irse con el estúpido sombrero en sus manos al jardín.

A medida que la polinesia se acercaba a la pequeña mesa donde podía ver a la ojiverde sentada junto con su hijo y Grace, más le cerraba el uso del sombreo. Lauren tenía uno parecido nada más que era todo de color crema. Para colmo la ojiverde tenía puesto un vestido rojo que le quedaba gigante y que a Dinah le pareció a vérselo visto puesto a Sinu un verano cuando ella y Camila eran adolescentes. Por si ese trapo viejo fuera poco, Lauren tenía puesto un collar de perlas al estilo Marge Simpson y llevaba los labios pintados con un rojo fuerte y de forma bien exagerada. Grace llevaba puesto el viejo vestido rosa con lunares blancos que Camila solía pensar que era "genial" para una tarde con sus amigas. La niña también usaba un sombreo, aunque no era capellina sino un poco más chico y parecía de paja artificial y al igual de su madre también estaba pintada exageradamente.