El efecto Cabello

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Departamento de Camila – Sábado por la mañana
Camila abría sus ojos de repente. No había podido dormir más de dos horas de corrido, se despertaba, daba vueltas en
su cama y miraba el maldito reloj que a cada rato parecía burlarse de ella. Y la latina sabía porque le pasaba eso. No había podido sacarse a Lauren de la cabeza.
Cuando llegó de la comisaría, Shaw y Kendall, le dijeron que la ojiverde estaba en con su hija, y a Camila le volvió el alma al cuerpo, fue a la habitación y ahí estaba durmiendo prácticamente aferrada a la más pequeña. ¿Se acuerdan cuando en una de las películas de Superman se está cayendo un avión y el súper héroe tiene que tratar de frenarla con todas sus fuerzas? Bueno exactamente la misma fuerza tuvo que hacer Camila para evitar que su propio cuerpo fuera hasta la cama de su hija agarrara la pelinegra y se la llevara a su propia habitación. Pero se frenó, primero por lo adorable que se veían las dos juntas y segundo porque había un ejército de seis hipopótamos infectados defendiéndolas, era prácticamente imposible lograrlo.
Ahora ya estaba despierta – Vamos Camila, vamos tienes que decirle la verdad – la latina se trataba de dar ánimos a ella misma. El tiempo que no pudo dormir se la pasó pensando en como contarle a su novia que fue victima involuntaria de un acoso. – Solo te paras frente a ella, la miras a los ojos y le dices "Lauren te estuve siguiendo… ¿Por qué?"
Seguramente va a preguntar ella haciendo esos pucheros que hace para que te den ganas de comerle la boca a besos. ¡Camila! Tienes que concentrarte – dio una palmadita en la cara.
- A mi más bien me dan ganas de desnudarla, hace mucho que no nos muestra sus cuadraditos - decía Normani
nostálgicamente mientras caminaba y se sentaba en la cama de su amiga.
- ¡Mani! ¿Qué haces aquí? – Preguntó curiosa la castaña – ¿Dinah y tu saben que tienen casa propia cierto? – esta
pregunta no era broma, Camila estaba empezando a sospechar que la pareja ya no tenía donde vivir.
- Era tarde anoche y nos quedamos aquí – explicó como si nada – Además Dj dijo que quería estar presente cuando le contaras a Lolo lo de anoche –Camila se tapaba la cabeza con la almohada. Dinah también sabía que esto no tenía buen final - ¿Tu también piensas que es mala idea invitar a mi boda a Julia y sus amigas? – preguntaba
la bailarina refiriéndose a las detenidas que conocieron en la celda la noche anterior.
- ¿Qué voy a hacer Mani? – Ignoró la pregunta – A Lauren no le va a gustar nada nada que la haya seguido. ¿Cómo se lo voy a decir?" Lauren, cariño, bebe… rompí la promesa, te mentí, no confié en ti" Si claro le digo eso y me quedo soltera antes de poder terminar de explicarle.
- Mila – agarró las manos de su amiga – tal vez tengas que probar confiando en ella a partir de ahora – intentó de hacerla razonar.
- Tu no entiendes Mani yo…
- ¿Tu crees que yo no pasé lo mismo con Dj? – Interrumpió la escusa de su amiga – Cuando Diempezó a trabajar en el estudio, no había pasado ni una semana y ya habían dos tipos que querían tener algo con ella.
- ¿Qué hiciste? – De ser por Camila ella ya hubiera mandado a instalar cámaras de vigilancia por toda la oficina.
- Cuando me lo contó me puse como loca. Me enojé con ella y me fui a dar clases. Cuando volví y la vi durmiendo en el sillón esperándome, supe que esa era mi Dj y de nadie más – suspiró la morocha – Sólo lo supe. Cuesta pero hay que tratarlo, por tu bien y por el de ambas como pareja – terminó de contar sacándole una sonrisa a la otra chica – Deberíamos ir a la cocina, esas dos juntas con Sofi no puede ser nada bueno.
– La castaña se bajo de la cama – ¡Listo! Decidido. Voy a hablar con Lauren. Le voy a contar y de ahora en más…confianza – concluyó apretando el puño y luego entró al baño para al ratito volver a salir – Pero por las dudas me voy a tener que desnudar antes de decírselo, probablemente así no preste atención a mis palabras – se dijo y se metió a la ducha, le esperaba un largo día.
- ¿Puedo estar cuando lo hagas? – preguntó Normani tarde porque su amiga no la escuchó.
En la cocina
- Vamos cuéntanos. ¡Queremos saber! – le rogaba Dinah a su sobrina que estaba desayunando arriba de su silla
preferida, Lauren.
- Nop – se negaba Sofia al mismo tiempo que se metía una cucharada de cereales en la boca
- OOO eso no es justo bicho bolita, tu sabes quien nos gusta a nosotras – Lauren y Dinah llevaban rato tratando de sacarle información acerca del enamoramiento secreto de la niña
- Que a ti te gusta mamá y que a Tia Dj le guste Tía Mani no es nada nuevo – aclaró Sofi con la boca media llena.
- ¿Es Lucas? – preguntó tratando de adivinar la basquetbolista. La pequeña sacudió la cabeza en negativa. – Bien
porque ese pequeño no me cae nada bien, me comentaron que le gustan los juguetes ajenos – le contó por debajo a Dinah.
- ¿Cómo se llama el que es parecido al Señor cara de papá de Toy Story? – preguntó pensativa la polinesia.
- Jajaja – río Lauren – ese es Marcos – Dinah tenía razón era idéntico.- AAA ¡Es marcos! – dijo de repente la pelinegra.
- Tampoco – afirmo la pequeña Cabello.
- Oye bomboncito – la polinesia llamaba la atención de la basquetbolista - ¿Quién fue tu primer enamoramiento? – le preguntó.
- Ufffffff. Imagina esto – codeaba a la polinesia – sala de 5 años. Yo sentadita en una de las mesas redondas con mi
mochilita de Michael Jordan colgada al hombro – relataba con señas y todo - estábamos esperando a que llegara la
maestra y de repente se abre la puerta y entra ella… la señorita Marga – Lauren se ponía nostálgica – no caminaba,FLOTABA por el piso…
- ¿Estaba buena? – preguntó la rubia.
- Era hermosa… Unos ojos… una sonrisa…Tenía una co… - Lauren se avivo que su hija estaba muy interesada en lo
que ella estaba contando, Dinah sonreía pícaramente – Tenía una COMPAÑERA que también disfrutaba mucho de la presencia de la señorita – salía airosa de la situación – Todavía me acuerdo de los días Lunes – recordaba la deportista.
- ¿Que pasaba los días lunes mami? – le preguntó su hija.
- Teníamos gimnasia – le guiño el ojo a la polinesia que entendió a la perfección – Y la Seño Marga iba con unas calzas que daban ganas de… - evidentemente a la pelinegra la abstinencia no le quedaba muy bien que digamos - o casualidad yo siempre terminaba con alguna raspadura que la seño me soplaba – Se ve que desde pequeña era un desastre.
- ¿Qué casualidad no? – agregaba Dinah mirando a la otra adulta sospechosamente.
-¿Y tu? ¿Alguna maestra que te tuviera loca o algo así? – Lauren devolvía la pregunta.
- Dolores. Lola. MI niñera – Dinah no lo tuvo que pensar mucho –Usaba unos escotes TERRIBLES y tenía un "par de
amigas" – la abogada aprovechó que su sobrina no la estaba mirando para hacerle una seña a Lauren llevándose sus
manos a su propio pecho.
- Déjame adivinar – la interrumpió la deportista – el truco de "se me cayo la cuchara"- Lauren hacía mención a viejas
técnicas de observación.
- Bueno en mi caso era el lápiz porque ella me ayudaba con la tarea. Todavía me acuerdo cuando me dijo "Di es la quinta vez que se te cae el lápiz" – recordaba con una sonrisa la rubia – que lindas épocas, donde una era soltera y podía mirar pechos cuando se le diera la gana – esto no lo decía muy contenta.
- ¿Tu si puedes mirar pechos cuando se te de la gana mami? – le preguntó curiosa la más pequeña de las Cabello.
- JAAAA, me gustaría verla intentándolo – se burlaba Dinah - Si en un día le sacaron los videos y las revistas, ¿te imaginas si te agarra mirando?
- ¿Qué videos y revistas? –canguro menor vs. Floffy.
- OYE… se supone que tu nos tenías que decir de quien gustas – acusó madre a hija
- Pues… ¿qué pasa si es más de uno? – preguntó tímidamente Sofi mientras jugaba con la remera de su mamá.
La polinesia y Lauren se miraron aguantando la risa - ¿Más de uno? Preguntó Dinah para asegurarse de haber
escuchado bien - ¿De cuantos estamos hablando más o menos? -agregó tratando de que su sobrina la mirara, cosa difícil porque la niña a esta altura estaba escondida prácticamente en la ropa de Lauren, con su carita colorada de la
vergüenza.
- ¿Osito Pooh?- la llamó Lauren sin éxito - ¿Dónde está Dj? ¿Acaso la perdí? – Lauren le hacía cosquillas a su hija tratando de que siguiera hablando.
La niña despegó la cabeza de su madre y enfrentó a las dos adultas para al fin hablar – Pues es que si estoy más tiempo con Julián, Marcos se enoja. Si en el almuerzo me siento con Marcos, Poly se enoja – Dinah y Lauren ya no podían más del asombro, la pequeña tenía admiradores y admiradoras. – Si toco una canción en la batería que le gusta a Poly, Bella no me habla…
- Pues te vas a tener que ir acostumbrando cangurín… - empezó a decir Dinah
- No me digas así – interrumpió la niña. Lauren le saco la lengua a la abogada. La única que le decía así era su madre.
- Como te Decía PEQUEÑA RATITA – resaltó el nombre – que te vas a tener que acostumbrar.
- Pero yo no quiero eso. No quiero que ninguno se enoje… ¿Por qué no puedo tenerlos dominados como tía Mani te
tiene a Ti? – la pequeña no se dio cuenta de la bomba Molotov que acababa de tirar.
- OYE CUIDADO CON LO QUE DICES – Dinah la apuntaba con el dedo mientras de reojo veía como Lauren se tapaba la boca para no largar la carcajada – Que Mani siempre quiera las cosas que yo estoy dispuesta a hacer es otra cosa – aclaraba para oscurecer – además te vuelvo a repetir, te vas a tener que acostumbrar porque eso se llama "efecto Cabello"…
- ¿Cuál es el efecto Cabello? – preguntaba Normani entrando a la cocina. Detrás de ella aparecía una recién bañada Camila Cabello.
- Ese – le contestó Dinah a su futura esposa señalando con su dedo a Lauren que se había quedado embobada mirando a Camila.
- Sip. El efecto Cabello – afirmaba también la bailarina, al ver como la pelinegra babeaba por su amiga.
- ¿Ves ratita? – Su tía le llamaba la atención – Así vas a tener a todos los chicos y chicas tu – apuntó a la basquetbolista
- y cuando aprendas a mover el trasero como tu madre…
- IMPARABLE – Normani terminó lo que iba a decir su novia.
Camila y Lauren estaban literalmente a dos pasos de sus amigas pero no escuchaban nada, estaban muy ocupadas
atacándose una a otra con miradas.
- ¡Buen día! – Fue Camila la que se animo a saludar primero, acercándose a su hija y a su novia que en este momento eran un combo 2x1.
- ¡Mami! – saludo alegremente la pequeña que recibía el beso de su madre con gusto.
- Buen día su majestad – saludo Lauren pícaramente - ya pensábamos que no íbamos a tener el gusto de verla
desayunar con la plebe – siguió con la broma.
- Pues de vez en cuando a las reinas nos justa mezclarnos con la gente normal – dijo sonriendo Camila mientras se sentaba con una tasa de café en la punta de la mesa.
Lauren se levantó de su silla con Sofi encima, agarró el asiento y lo puso al lado de su castaña para luego volver a
sentarse. No era la primera vez que lo hacía y esto cada vez le llamaba más la atención a la fotógrafa – Hola – saludo la
ojiverde buscando los ojos de su reina y guiando su boca a su destino favorito, los labios de Camila.
- Hola – contesto la latina y cerró los ojos preparándose para recibir las miles de descargas eléctricas que le producían
los besos de su novia. Pero se equivocó. No fueron miles. Fueron millones.
- Te extrañe – fue lo primero que le dijo Lauren apenas se separaron.
- ¿Mucho? – preguntó jugando un poco
Lauren puso cara pensativa – mmm no tanto, solo un poco – contestó con una sonrisa recibiendo un suave golpe en el
hombro por parte de la Cabello mayor.
- ¿Pueden dejar de ser tan espantosamente empalagantes? Dejen de mirarse así. ¡Por Dios! Esta su hija en el medio
– Dinah las molestaba recibiendo una mirada asesina de parte de ya sabemos quien.
- Bueno… ¿Qué vamos a hacer hoy? – Lauren quebraba la tensión – fin de semana libre para mi asíque estoy a sus
órdenes. ¿Qué quieren hacer? – preguntaba Lauren entusiasmando a las demás.
- ¡AL ZOOLÓGICO! – dijeron Sofi y Normani al mismo tiempo mientras su madre y Dinah soltaron un bufido.
- ¿OTRA VEZ? – Dinah no iba a perder otro par de botas – es la decimocuarta vez que vamos a ver a la copia de rinoceronte acuático ese – se refería a el hipopotamito claro. Su futura esposa y Sofia la miraron como si hubiera dicho algo prohibido. – Mejor vamos al cine – opinó la abogada – hace tiempo que tengo ganas de ver la nueva película donde actúa la vampira esa que le tiene más ganas a Alice Cullen que al hermano – comentó Dinah refiriéndose a
Bella Swan
- Dinah tiene razón – Camila apoyaba a su amiga – otra vez al zoológico no – Upsss Camila te ganaste una mini mirada
asesina de parte de tu hija - Pero al cine tampoco – Upsss esta vez de la polinesia. Parece que era un día donde las miradas de muerte no iban a escasear – ¡YA SE! – Prim lamparita encendida para la fotógrafa - ¡Vamos a jugar al Bowling! – Camila trató de entusiasmar a su gente pero entre Normani que no entendía la palabra, Dinah que a lo Sheldon Cooper odiaba usar esos zapatos usados y su hija que ofendida se acurrucaba en su otra madre mucho no iba a lograr.
- La última vez que jugamos petíe tanto tu trasero Cabello que no pudiste sentarte en el taxi de vuelta – Dinah estaba dispuesta a defender su idea con espadas si era necesario – yo QUIERO ir al cine.
- Yo quiero ir a ver a Junior – volvió a decir Sofi usando todos los puchero posibles
- Yo quiero ir a darle de comer a las aves – ni Mani cooperaba
Y Se armó la hecatombe. Volaban insultos por un lado, gestos por otro. Gritos iban, Protestas venían…
-¡SILENCIO! – Intervino Lauren logrando que las cuatro la miraran – Muy bien. Así me gusta – las felicitó la pelinegra –Vamos a hacer lo siguiente, se me ponen las cuatro acá – Lauren agarró a una por una y las fue sentando una al lado de la otra. Con Camila fue extremadamente cariñosa – BIEN. Ahora cada una me va a dar una razón de porque le parece que el lugar que eligió para que yo la fabulosa Lauren Jauregui – las cuatro giraron los ojos muy coordinadamente – pase su día libre en ese sitio en vez de estar haciendo otra cosa más interesante – la pelinegra miró a Camila fijamente haciendo que esta se ruborizara – Ustedes tienen que DEFENDER el lugar y luego yo decido. Hagan de cuenta que soy como una especie de Jueza ¿sí? – las cuatro asistieron. – De derecha a izquierda, Dinah tu primero – señaló a la poinesia – ¿Preparada? – preguntó
- ¡Desde el día que nací! – contesto segura. Ella era abogada. Este era su escenario.
- ¡ESA ES LA ACTITUD! – choco lo cinco con ella la deportista.
-Y Déjame recordarte bomboncito que aun tengo tus videitos y cuando quieras Jessica Larsson te estará esperando en mi casa…
- DINAH – protestó Camila al ver la cara que ponía su novia cuando le nombraban a sus ex posesiones – DEJA DE
EXTORSIONAR A LAUREN Y TU – señalo a su novia – YA ES HORA QUE DEJES DE LLORISQUEAR POR ESA TIPEJA…
- Camila te recuerdo que yo soy el juez aquí – Jesica Larsson actriz porno si tipeja JAMAS- y si quieres ir a jugar al
Bowling no creo que sea bueno que llames a Jessica Larson tipeja… Shhh – silenció a su novia que estaba a punto de protestar – Le toca a Dinah, que por ahora es la clara ganadora – comentó Lauren por lo bajo ganándose protestas del resto y una sonrisa de la polinesia – Lista… YA – autorizó a que empezara a hablar.
- Gracias Su Señoría. Déjeme decirle que si nosotras vamos a ver la película de Blancanieves no solo nos vamos a
deleitar con una rubia HERMOSA, y pido que se resalte lo de hermosa, Charlize Theron, sino también vamos a tener la
oportunidad de ver a Kristen Stewart luchando ¿oyó bien su señoría? LUCHANDO. En varias oportunidades según los adelantos – aclaró.
- ¿Eso es todo? – preguntó la pelinegra.
- No… Además pido que se agregue como prueba que usted tiene unas piernas monumentales y un trasero digno de
observar y que si el día de mañana la castaña amarga que tiene como novia no la satisface mi prometida y yo estaremos muy a gusto de colaborar con la causa –Normani asistía con una sonrisa - Eso es todo – Dinah terminó su defensa chasqueando los dedos a lo gueto y tomó asiento en su silla para esperar el veredicto.
- Señorita Hansen lamento decirle que primero yo no tengo ojos para otras mujeres – este comentario le sacó una
sonrisa a Camila - Y que estoy casi segura que lo último que agrego califica como extorsión asíque su petición es DENEGADA, aunque le agradezco su halago hacia mis piernas y trasero. Corro todos los días. Gracias.
- OBJECION – grito la abogada.
- DENEGADA – concluyó Lauren – Su turno Señorita Hamilton futura de Hansen – señaló a la bailarina.
Normani se paró y sin aviso alguno se sacó la remera dejando ver su parte delantera, sus pechos por si no quedo claro.
– Eso es todo su señorita – comento la bailarina desnuda desde su lugar sin pudor alguno.
- ¡NORMANI! - Camila le alcanzó a tapar los ojos a su hija con una mano y a Lauren con la otra pero sin querer le dio de lleno a su novia en el ojo.
- Buen intento cariño – la felicito la polinesia dándole un beso.
- DINAH DEJA DE FELICITAR A TU NOVIA Y PONLE LA REMERA – insistió Camila que tenía a Sofi de un lado tratando de ver porque tanto alboroto y podía sentir como le caían las lagrimas involuntarias de la pelinegra en la mano.
Apenas Mani se puso la remera con ayuda de la polinesia la castaña se movió hasta su novia para mirarle el ojo – Perdona, fue un impulso – le dijo mientras inspeccionaba la cara de la chica.
- Arde… arde… sopla…sopla – pedía llorisqueando Lauren y Camila obedecía y soplaba con toda la culpa del mundo
encima. Y así se mantuvieron por un rato, no precisamente porque a Lauren le seguía molestando el manotazo.
- ¿Pueden dejar sus jueguitos sexuales para después? Terminemos esto de una vez por todas – Dinah aun no había aceptado que la deportista hubiera denegado su propuesta.
- ¿Puedes dejar de decir esas cosas con mi hija aquí presente? – preguntó Camila ofuscada con el timming que tenía Dinah para interrumpirla.
- La hubiera escuchado hace un rato hablando de los pechos de su niñera – la acusó la niña, haciendo que la fotógrafa
la mirara como cual Reina de corazones pidiendo la cabeza de Alicia.
-¡Pequeña rata traicionera! – su sobrina iba a dejar de ser su sobrina muy pronto – No me mires así Mila. Fue tu novia la que empezó todo hablando del trasero de su maestra…
-¡SILENCIO EN LA SALA PORFAVOR! – lo único que le faltaba a Lauren era una escena de celos de Camila por sus
enamoramientos en el jardín. Ya se veía teniendo que llamar a la maestra obligada por su novia para pedirle disculpas por mirarle el trasero. – Señorita Hamilton aunque sus pechos son muy – miró a su novia que estaba esperando atentamente haber que iba a decir la pelinegra – muy adecuados para cualquier cuerpo humano, no son prueba suficiente para convencerme, asique su pedido es… DENEGADO – golpeo la mesa imitando a un juez.
- No le hagas caso Mani Bear-Dinah consolaba a su novia – tus pechos podrían sacar de la cárcel hasta al mismísimo
Freddy Krueger.
- La que sigue por favor – ordenó la jueza sin prestarle atención a las quejas del resto. Miró a su niña – Señorita Cangurin comience por favor – pidió.
- Señora Jueza – miró a su madre para ver si lo había dicho bien y esta asistió – Señora jueza si yo voy a ver a Junior, el hipopótamo, voy a ser una niña muy pero muy feliz. Y si yo soy una niña MUY feliz ¿Qué pasa? – miró a toda la audiencia.
-¿Qué pasa? – preguntó su más reciente madre
- Si yo soy feliz mis madres también lo son. Todas las madres lo dicen – concluyo la niña como si hubiera sido lo más obvio del mundo.
- OBJECION – pidió levantando la mano Camila
- Adelante señorita Cabello mayor – autorizó el juez
- En este caso yo como madre de Sofia aseguro que si vamos al zoológico no sería feliz – atestiguo la latina.
- Muy bien. Entonces señorita bicho bolita lamento comunicarle que con este testimonio se le cayó la defensa. ¿Tiene
algo para agregar? – preguntó dulcemente a su hija.
- Mmm – la pequeña trataba de pensar algo rápido – TE AMO MUCHO MAMA – agrego mientras abrazaba a la pelinegra.
- OBTENCION – pidió Mani
- Objeción amor – la corrigió Dinah.
- Denegada – dijo la pelinegra que seguía derretida en los brazos de su hija.
- Bueno Bueno – Lauren terminaba el abrazo lista para ir a ver al hipopótamo - salvo que la señorita Cabello mayor tenga un as bajo la manga yo diría que la señorita cangurin tiene ganado el caso – Nada del mundo le podía ganar a un te amo y abrazo de Sofi pero bueno había que terminar con todos los presentes.
- Buena suerte mamá – le dijo la niña a la castaña – la vas a necesitar – murmuró la pequeña para que sólo su madre original la escuchara.
- Bueno solo tengo una cosa que decir – dijo Camila a la audiencia para luego darse vuelta a mirar a su novia – Señora
Jueza… - Y como explicarles. La defensa de la fotógrafa se basó prácticamente en hacerle entender a Lauren que si iban al bowling el beso que le estaba dando AHORA se iba a repetir muchas veces más.
- ¡OBJECION! – gritaron Dinah y Sofía  sin conseguir nada. La defensa de Camila había acaparado toda la atención de
la Jueza.- ¡OBJECION! – volvieron a intentarlo. Pero nada. Se ve que la castaña estaba repasando punto por punto de la demanda.
De repente Camila cortó el beso – Eso es todo su señoría – dijo y volvió caminando a su asiento moviendo excesivamente sus caderas.
Las tres chicas restantes miraron a la morena que se había quedado paralizada en el lugar que su novia la había
dejado – TODAS AL BOWLING. CASO CERRADO – sentenció Lauren golpeando nuevamente la mesa para luego salir
rápido hacía el balcón del departamento, se ve que necesitaba aire. Al parecer Beso de Camila mata abrazo de Sofi o eso es lo que diría la carta de guerra de Camila.
- No hay mejor defensa que un buen ataque- les dijo Camila guiñando su ojo al resto – Es el efecto Cabello mis queridas– les dijo sonriendo malignamente a su hija y amigas.

Cuando, Donde y Como el Amor QuieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora