Cuando, Donde y Como el Amor Quiera

Miau Miau

En una boutique de New York – Miércoles a la tarde
- ¿Puedes calmarte por favor? – Camila se había cansado de ver como su amiga se movía de un lado para el otro por toda la tienda.
- ¿Cómo quieres que me calme? Llevo horas tratando de buscar un lugar perfecto para la puta fiesta de fin de año de mi firma y al parecer ya es demasiado tarde para reservar cualquier lugar. Y por si fuera poco esta es la última prueba de mi vestido, del vestido que voy a estar usando para mi casamiento Mila, ¡MI CASAMIENTO! ¡DIOS MIO ME VOY A
CASAR! – Dinah agarró una revista de novias que había por ahí y empezó a abanicarse.
- ¿Qué pasó con el lugar del año pasado? – Camila se refería a la casa quinta que la polinesia había conseguido para la fiesta anterior.
- Al parecer el dueño tubo un problema con un camión – le dijo tratando de hacer una nueva llamada.
-¿Un problema con un camión? ¿Qué le pasó? – "The catkiller" ataca de nuevo.
- El camión se le puso adelante cuando el estaba cruzando la calle o algo así – la abogada le resto importancia.
-¡DINAH! ¿Lo atropelló? – la latina no podría creer la ligereza con la que su amiga trataba el tema.
- ¿Tu me viste cara de inspector de policía, forense o algo así? El asunto es que ahora tengo que encontrar otro lugar… podrías concentrarte en ayudarme. Tú tienes influencias – le recordó.
- Ya hablé con todos Dj. Es la Primer semana de vacaciones, todo el mundo usa sus campos. Me parece que es mejor que canceles la fiesta – le recomendó.
- ¿TE ESTAS ESCUCHANDO? – No podía creer lo que le estaba diciendo – Camila MI FIESTA es una de las más épicas de todo New York. Todos en el estudio esperan esta época del año solo porque saben que la grandiosa Dinah Jane Hansen les va a cambiar su vida – Camila giraba sus ojos ante lo que estaba diciendo la otra mujer – Hasta nuestros amigos me ruegan para estar en la lista – soltó.
- Eso fue solo una vez y fue porque el año pasado sacaste a Shaw y a Troy porque los escuchaste hablando del trasero de Normani – le recordó.
- No me lo recuerdes. Cada me que me acuerdo de la cara de babosos que tenían me dan ganas de… - se quedó pensando y al rato sacó su IPad.
- ¿Qué haces? – preguntó Camila
- Tachando al giganton y a Marisol de la lista de invitados – le dijo muy segura.
- ¡DINAH! – Se levantó del sillón y le sacó el aparato – Deja eso ya. Además tú insististe en que Normani fuera primero en la prueba – al parecer todo había sucedido en medio de la "prueba de la Santísima Trinidad".
- Pero nunca pensé que iban a fallar en el primer obstáculo – Y se equivocó. Ambos chicos apenas vieron a la bailarina en bikini se quedaron clavados a ella.
- Nunca nadie pasa el primer obstáculo Dj – ambas se rieron al recordarlo. La prueba de la Santísima Trinidad consistía en que Camila, Dinah y Normani, se dejaban ver en situaciones "inapropiadas" por así decirlo frente a alguno de los novios o novias que estaba siendo testeado, en bikini, en ropa interior, con muy poca ropa, en fin, se mostraban de forma sexy según el terreno en que se encontraban. Una por una iba desfilando frente a sus victimas. Si el juez, que podía ser Ally o Kendall, notaba que la chica era acosada a miradas, la victima perdía la prueba, sino, hacía alguna seña para que pasara la próxima distracción, la próxima prueba por así decirlo.
- ¿Te acuerdas de Alessandro? – le preguntó la polinesia a su amiga. Se ve que la prueba de la Santísima Trinidad databa desde preparatoria. – No logró llegar ni hasta que Mani se sacará el short – Alessandro había sido el primero, el conejillo de India del invento de Dinah para medir la fidelidad mental del novio de Camila en ese momento.
- Si bueno el no era precisamente bueno en resistir a las tentaciones, y menos en lo que aguantar se trata – Camila siempre supo que Alessandro iba a fallar la prueba – No se que tanto te ríes, si cuando Austin estuvo de novio contigo tampoco logró mucho. Basto con que Normani quedara en corpiño para que Austin quisiera meterse en sus pantalones - De la bailarina no pasaban.
- ¿Y Taylor? – Dinah empezó a reír – por poco y se devora a mi novia en la piscina – la modelo tampoco lo había logrado.
- ¿Tengo que recordarte que cuando se lo hicimos a Normani y yo fui el primer obstáculo, lo único que tuve que hacer fue mirarla fijamente? – La bailarina fue una de las presas más fáciles del juego.
- Espérate a que le toque al bomboncito – le advirtió.
- Todavía no es necesario, yo voy a decidir cuando – anunció mientras ojeaba una de las revistas.
- Hablando del bomboncito… ¿Terminaron con la mudanza? – por lo menos el tema había tranquilizado a su amiga.
- Sip – Contestó sin dejar de ojear la revista - Después de que logre que echarlos a todos ustedes para que dejaran de molestar a Lauren - Camila va a recordar el día de la mudanza como el día que quiso tirar a todos sus amigos por la escalera.
- Oye no fue culpa nuestra. ¿Era necesario que el bombón tuviera que usar esa ropa? – Lauren se había puesto la ropa más vieja que tenía porque sabía que iba a terminar toda manchada y sucia de tanto cargar cosas. El tema es que la ropa vieja consistía en un Jean extremadamente roto que dejaban ver la ropa interior de la pelinegra y en una remera,
que apenas Lauren sintió que la empezaba a estorbar se la sacó. Por supuesto que ese look no duró mucho tiempo, al segundo comentario de Dinah acerca del estómago de su novia Camila mandó a la pelinegra a cambiarse. Obviamente tampoco duraron sus amigos mucho tiempo.
- Me imagino que estrenaron el colchón nuevo – le dijo pícaramente.
- Yo si… pero Lauren estrenó el sofá nuevo. Menos más que elegimos uno más grande porque si cada vez que mi novia duerma ahí Sofi y el cachorro se le van a unir, a medida que mi hija crezca no van a dormir muy bien que digamos – creo que esa fue la intención del cambio de sofá.
- ¿Y ahora que hizo? – preguntó la polinesia.
- Pregunta mejor ¿Qué no hizo? La lista de Sofia en la nevera es interminable. Así es, la niña llevaba un registro de los errores de sus madres. Era una hoja larga que Sofi había dividido con una línea, en un lado decía Mamí Lauren y en el Mamá Camia. La diferencia era que la ojiverde tenía casi lleno su lado mientras que el de la castaña estaba vacío. La pequeña la llamaba "la lista del sillón"
- A ver… Primero resulta que en una de las tantas cajas que formaban parte de la mudanza encontré unas cuantas cositas que según mi novia se había olvidado que las tenía – Pobre Lauren no se salvaba de ninguna.
- ¿Revistas o videos? – Mientras hacía las preguntas Dinah se había puesto a probarse la ropa del local. Tenían que esperar a que la modista apareciera con sus vestidos.
- Videos… ¿Qué te parece este vestido? – Camila también se probaba ropa.
- No me gusta el color… ¿Jessica Larsson de nuevo? - desaprobaba el vestido y al mismo tiempo preguntaba acerca de los videos.
- No, esta vez eran caseros… así que su destino inmediato fue la hoguera – gran fogata gran en la cocina de Camila Cabello - ¿Puedes dejar de imaginarte a mi novia y pasarme esa camisa? – la latina ya había visto la cara de su amiga.
- Toma… ¿Qué más hizo? – Dinah calculó que una noche en el sofá equivalía a dos o tres errores en la lista más o menos.
- Ponerse del lado de Sofi– contestó. Cuando vio que la polinesia quería una respuesta más larga continuó – Austin quiere que Sofi pase una semana de las vacaciones con el en Los Ángeles. Y por supuesto que mi hija no quiere saber nada con ver a Becky – nadie quería saber nada con la perra en realidad – Y tampoco ayuda a que ella y mi novia tengan miles de cosas planeadas para las vacaciones – terminó su explicación.
- Aun no entiendo porque el boboncito fue al sillón por esto – insistió la abogada
- Es que cuando estaba a dos palabras de convencer a mi hija, llega Lauren y le anuncia, así como si nada, que esa misma semana se la va a llevar con ella a sus partidos. Por ende se armó una enorme discusión y por ende mi novia terminó en el sofá y por ende mi hija también – No había nada más que explicar.
- ¿Y qué pasó? – en algo tenía que haber terminado
- Nada. Cuando desperté esta mañana Lauren se había ido a correr y mi hija no me hablaba – El tratamiento del silencio era muy común entre las Cabello.
-Disculpen – una mujer que parecía muy estresada hacía acto de presencia entre las amigas. Imposible no estar estresada cuando se es la modista de Dinah Hansen y Normani Hamilton.
- Señora Jackson llega media hora tarde – atacó Dinah.
- Lo siento pero no fue culpa mía, su prometida y sus otras amigas no dejaban de hablar en ningún momento – La señora Jackson había estado haciéndole la última prueba de vestidos a la otra novia y a sus damas de honor, Ally y Kendall. Camila y Sofia eran las de Dinah – Cuando por fin pude hacer que la señorita Hamilton entrara al vestidor para medirse el vestido a la señorita Jenner se le ocurrió mostrarle una foto de una tal Lauren en su celular y…
- ¿Qué DIJO? ¿UNA FOTO DE QUIEN?... – aparentemente la modista no conocía las internas del grupo.
- De una tal Lauren – contestó sorprendida la mujer mayor – Como sea ya estoy aquí podemos empezar con ustedes…
¿Y donde está la encantadora de su hija señorita Cabello? – al parecer Sofi ya había desplegados sus encantos con la modista.
Camila no contestó porque apenas escucho lo de la foto agarró su celular para llamar a Kendall. Sabía que se trataban fotos del día de la mudanza.
- Podemos empezar con el mió, la ratita va a llegar en un rato – De hecho dependía de cuanto demorara el tatuaje de la ojiverde – Y de aquí que Camila convenza a Kendall de borrar esas fotos puede pasar cualquier cosa – Sólo Dios lo sabe.
- Bueno entonces aquí tienes tu vestido. Voy a entrar contigo para ayudarte y ver los ajustes de último momento que haya que hacer- la mujer empujaba a Dinah hacía el vestidor, cuanto antes terminara con esta pareja mejor.
- No es negociable y punto. Eliminas esas fotos ya mismo de tu celular o te olvida de que voy a hacer las fotos de tu álbum… ¿Cómo que puedes conseguir otro fotógrafo y más barato?... Kendall… Hola… Hola… Me cortó – Camila le hablaba a una de las empleadas de la tienda que por no ser descortés se quedó escuchándola - ¿Puedes creerlo? Me cortó – la chica negó con su cabeza – ¿Puedes traernos un cortado y un café negro por favor? – le pidió a la misma
empleada que sin titubear se fue rápido a cumplir con el deseo de su cliente.
Camila se sentó a esperar que su amiga saliera para mostrarle el vestido cuando de repente se le apagó la luz. Una mano chica tapaba su ojo derecho y otra un poco más grande su ojo izquierdo – Si adivinas quienes somos te ganas un premio – dijo una voz de niña.
- Dos premios – agregó una voz distinta.
- Déjenme adivinar – Camila hizo como que pensaba – Mi hija no puede ser porque no me habla desde anoche y mi novia tampoco porque ni siquiera me dio un beso de buenos días… asi que tienen que ser mi amante y mi hija no reconocida – apenas terminó de decirlo ambas manos la habían soltado
- ¿Cuál amante? – pregunto Lauren
- ¿Cuál hija no reconocida? – preguntó Sofi
Cuando la castaña mayor pudo ver ambas caras no pudo evitar empezar a reírse – jajajaja deberían ver sus caras – la
fotógrafa no podía parar.
- No es gracioso – le dijo su novia cruzándose de brazos.
- Para nada – su hija imitó el gesto de la pelinegra.
- Ya, ya dejen de hacer pucheros y denme mis premios – ordenó la morena.
La pequeña fue la primera en acercarse con una tarjeta que se ve que había echo en el colegio. Claramente se podía leer la palabra "perdón en ella – Perdona mamá. Si voy a ir con papá y prometo tratar de no hacerle tanto la vida imposible a la perra digo a Becky – lo dijo todo en una voz que era imposible negarse.
- Estás perdonada cariño. Y te autorizo a que le hagas a Becky todo lo que quieras – Su hija sonrió y si su hija sonreía todo estaba bien - ¿El otro regalo? – ahora miró a la ojiverde.
- Toma – le entregó también una tarjeta que decía "perdón". Se ve que esto había sido planeado – Amor quiero pedirte perdón por usar actrices secundarias en mis películas, de ahora en más tu vas a ser la protagonista de ellas – Fue lo mejor con que pudo salir.
- ¿Qué películas? – preguntó la niña inocentemente.
- Ninguna cariño ninguna es sólo que…
De repente Camila sintió un profundo silencio y levantó su cara para encontrase con su chica mirando en dirección a los vestidores - ¿Qué pasa? – y tuvo su respuesta cuando se giró y encontró a su amiga vestida de novia esperando la aprobación de sus amigas.
- Dinah – notó Lauren– Estás… estás… – comenzó a decir.
- Hermosa – terminó Camila
- Tía Dj cásate conmigo – la pequeña hizo reír a las mayores.
- Tranquila tigrecito, no quieres dejar a tu otra tía sin novia ¿o si? - Lauren calmaba a la mini bestia – Pero en serio Dj – se acercó a la polinesia– Normani no va a poder ni pronunciar "si acepto" cuando de vea así – le dijo.
- ¡Luzco genial! – Esta es la Dinah que todos conocemos.
- ¿Podemos seguir con los demás vestidos? – Preguntó la modista – Veo que la pequeña ya está aquí.
- Un momento Señora Jackson – pidió la artista – Quiero verlo – se dirigió a Lauren
- ¿Qué cosa cariño? – sabía a que se refería pero le gustaba ver a su novia ansiosa.
- Quiero ver el tatuaje. Me dijeron que era una sorpresa, pues bien ya es hora – presionó.
- A mi no me interesa el tatuaje pero si el bomboncito se saca esta bien por mi – confesó la polinesia ganándose una
mirada de reproche de su dama de honor.
- Ven conmigo – Camila agarró la mano de la ojiverde y se metieron en un vestidor.
Apenas entraron cerró la puerta y acto seguido empezó a desnudar a su chica - ¿No estarás muy desesperada amor?– bromeó la pelinegra mientras subía sus brazos para ayudar a su novia.
- Date la vuelta por favor – pidió no tan amablemente.
- ¿Puedo hacer algo antes? – preguntó la deportista.
- ¿Qué? – repreguntó resignada. Camila no aguantaba más, llevaba días pensando en su parte del dibujo de la ojiverde y no se le ocurría nada que valiera la pena. Quería saber que era lo que su hija había demandado.
- Esto – Lauren apretó contra una de las paredes del vestidor a su morena y la besó. De alguna forma la tenía que calmar.
- ESPERO QUE ESE GOLPE NO QUIERA DECIR QUE ESTAN TENIENDO SEXO EN EL MISMO LUGAR QUE YO ME TENGO QUE CAMBIAR PORQUE SINO LO MINIMO QUE PUEDEN HACER ES INVITARME – sintieron a Dinah gritar.
Lauren se separó de su novia – NO PUEDO CREER QUE ACABAS DE DECIR ESO CON TU VESTIDO DE CASAMIENTO BLANCO PUESTO - le contestó a la polinesia
- Lauren – Camila la llamaba.
- Dime amor – contestó
- Bésame de nuevo – ordenó
- Con mucho gusto – con demasiado gusto.
- ¿Irán a demorar mucho? – Preguntaba la modista – tengo otros clientes – le dijo a Dinah.
- Señora Jackson ¿sabe como le dicen a la ojiverde esa? – La mujer negó – Le dicen la bestia, asíque imagínese cuanto tiempo van a estar adentro. Yo que usted tomo asiento como la niña – señaló a Sofia sentada en uno de los sillones de la tienda.
- Todo sea por el dinero – oyó decir a la señora la abogada.
…
- ¡Guau! Debo admitir que por más que ame tus sonidos, el sexo silencioso entra como uno de mis favoritos también –confesó Lauren abrazando a su novia.
- Tú eres mi favorita – aclaró Camila.
- Tu única, que es distinto – corrigió.
Camila la besó – Bebe….Quiero ver el tatuaje por favor – ya no tenía fuerzas para exigir.
Lauren la miró por unos segundos para luego darse vuelta – Vas a tener que ayudarme con el vendaje amor – le dijo
La latina se acercó y poco a poco fue corriendo la tela que cubría el dibujo – No lo puedo creer… es… es…
- Uno… el hipopótamo. Hasta lo tuvimos que llevar de modelo – le contó - ¿Y bien? – necesita la aprobación de su chica.
- Es perfecto. Es mi hija – y tenía razón el tatuaje gritaba Sofi por donde lo miraras.
- Lo se y fue idea de ella ¿puedes creerlo?... Gracias por darme una hija tan maravillosa – la basquetbolista se volvía a acercar a Camila
- PUEDEN PARAR DE UNA VEZ POR TODAS. TENGO HAMBRE Y ENCIMA AHORA TENEMOS QUE DESPERTAR A LA SEÑORA JACKSON – al parecer la mujer había encontrado muy cómodo el sillón.
Lauren salió para encontrarse a la polinesia zamarreando a la modista - ¿Fue un sueño o todavía estoy con la polinesia loca y sus amigas sexopatas? – se despertaba
- Todavía está con nosotras – le comunicó Dinah – Camila y Sofi están esperándola en el vestidor hace media hora –mentía.
- DIOS MIO – la mujer se levantó rápidamente, agarró los dos vestidos y se metió en el vestidor.
- Oye bomboncito – Dinah llamaba la atención de la deportista – con que videos caseros… – le insinuó.
- No te esfuerces en bromear con eso Dinah que ya Mani se encargó de mostrarme los videitos caseros de ustedes dos que tiene en su celular – realmente el futuro matrimonio no tenía poder moral para burlarse de nadie.
-¿QUE? – la polinesia se iba a quedar viuda antes de llegar al altar.
- Sip… y no sólo a mi… sino a todo el resto del grupo también. Al parecer Normani está muy orgullosa de tu performance– Lauren tuvo que aguantar la risa ante la cara de pánico que tenía la otra mujer – Déjame decirte que la parte que más me gusto es cuando juegan a ser el Señor y la Señora Floofs… ¿Cómo es que le dices? – Lauren no se podía acordar de la línea de su amiga en la película – Mani te dice "Señor F¿Qué hace usted aquí?" – La ojiverde trataba de imitar la voz de la bailarina – Y tú le contestas… ¿cómo era? – De verdad que no se acordaba.
- Cállate Jauregui. No se de lo que estás hablando – se defendía la polinesia.
Lauren iba hasta la puerta del vestidor y golpeaba – ¿AMOR QUE LE CONTESTA EL SEÑOR FLOOFS A SU SEÑORA? – le preguntó a su novia en clave.
- VINE A QUE ME FROTEN LA BARRIGUITA MIAU MIAU MIAU – le contestó la morena.
- ¡DIOS MIO! VOY A MATAR A NORMANI - ya sentada se agarraba la cabeza.
- Tranquila Dj – Lauren le daba palmaditas en la espalda – A mi me tocó una payasita – confesó.
La abogada levantó la cabeza sorprendida - ¿Pudiste hacerlo? – Dinah sabía del miedo de la pelinegra.
- ¿Tu crees que me importó? Si Camila quiere payasita yo aprendo malabares… Si Camila quiere perrito, me compro la correa, si Camila quiere policía me pongo el uniforme y si Camila quiere gatito yo dejo que me froten la barriguita MIAU MIAU MIAU – Lauren no la pudo dejar pasar
- ERES UNA IDIOTA – la polinesia empezó a golpear a la jugadora con un almohadón.
- EPA EPA… TRANQUILA TIGRE… O DEBO DECIR GATITO JAJAJA – Lauren se tuvo que proteger del ataque furioso de Dinah.
- Pueden dejar de pelear y prestarnos atención – Sofia se quejaba por la falta de atención.
Lauren se había quedado sin palabras. Allí estaban su novia y su hija agarradas de la mano luciendo más lindas que nunca - ¡PUM!- almohadonzazo - ¿Qué haces? – le reprochó a la polinesia.
- Nunca bajes tu guardia bomboncito – le advirtió.
Lauren la ignoró y se fue a parar delante de sus dos mujeres – Debo estar en el cielo porque sólo estoy viendo ángeles – les susurró logrando que la pequeña de la vergüenza se escondiera detrás de su mamá. La pelinegra se agachó para poder hablarle a su hija – Osito Pooh eres la niña más hermosa que he visto. Estas echa una princesita – si su madre era la reina ella podía ser princesa tranquilamente. Después de darle un beso en la frente a su hija se paró para mirar directo a los ojos de Camila – Cuando pienso que no puedes ponerte más hermosa, cada día te superas – el color rojo
de su novia la derretía. Se acercó al oído de la castaña y le susurró - ¿Quieres apostar a ver cuanto te va a durar ese vestido puesto? – Cual de las dos Cabello estaba más colorada.
- Bueno mi trabajo aquí está listo – la modista había tenido suficiente por el día – Nos vemos el día de la boda – sin mirar para atrás salió lo más rápido que pudo del local.
- ¿Habría alguna posibilidad de que estás tres hermosas mujeres me dejarán que las invite a comer algo? – preguntó Lauren.
- Prepara la billetera bomboncito porque vas a pagar hasta la comida para llevar que voy a pedir para Mani– le dijo Dinah saliendo. Al parecer aun estaba ofendida.
- ¿Necesitan que les haga poner la alfombra real? – les preguntó a sus morenas que recién estaban recuperando su color normal. Ambas sonrieron. Era increíble el efecto que tenía Lauren en las Cabello.
En uno de los lugares para comer preferidos de Sofia
- ¿Entonces yo puedo estar en las dos despedidas de soltera cierto? – La morena preguntaba para estar segura - Digo como Kendall y Ally se quedan con Mani en la tuya y Camila se queda contigo en la de Mani yo puedo asistir a las dos ¿correcto? – necesitaba la confirmación.
- No te emociones tanto que en la de Normani va a estar su madre, su tía, sus hermanas y hasta el maldito Floofvaquintong asíque no creo que sea algo muy divertido...
- Dj creo que está sonando tu celular – le informó la castaña mayor.
- Espero que sea la confirmación del último lugar que me queda. Oren por mi – les pidió antes de levantarse de la mesa para atender.
- ¿De que habla? – preguntaba Lauren mientras dejaba un beso en la cabeza de la, ya dormida encima suyo, Sofia
- No puede conseguir un lugar para la fiesta que organiza todos los años para la gente de su firma – le explicó – El señor que le alquiló su casa de campo el año anterior al parecer falleció – dejó un corto beso en los labios de su chica
– Te amo – aprovechó para decirle. Desde que Lauren le contó la razón de porque necesitaba estar tocándola todo el tiempo Camila no dudaba ni un segundo en mover la silla de ella para sentarse cerca de la pelinegra. Le encantaba sentir que por alguna parte de sus cuerpos estaban conectadas. Y así estaban ahora, Sofi arriba de Lauren y la deportista con una mano en la pierna de su novia.
- ¡Maldición! Voy a tener que cancelar "La Djparty" – Dinah le pone nombre a todo – Los del estudio me van a odiar.
La mayoría de las secretarias confía en mi fiesta para poder acostarse con alguno de los socios de la firma y asegurarse su futuro chantajeándolos ¿Se dan cuenta la responsabilidad que siento en este momento? – La polinesia apoyó su frente en la mesa – los chismes de mi fiesta duran todo el año ¿Y ahora de que se va a hablar? ¿De trabajo?
Va ser el estudio más aburrido de todos – Camila giró sus ojos ante el dramatismo de su amiga.
- ¿Dj exactamente que necesitas? – le preguntó la pelinegra.
- Espacio para una fiesta. Y si es al aire libre mejor. Pero no te hagas problema, ya mismo cancelo todas las invitaciones. Voy a ser la más odiada en la oficina y…
- Yo puedo ayudarte – le dijo Lauren sin más preámbulos.
Ambas mujeres la miraron sorprendidas. ¿Conoces a alguien que pueda alquilarme un lugar así? – la voz de Dinah sonaba emocionada, volvía a recuperar su entusiasmo.
- Bueno no exactamente eso. Eeee… mis padres tienen…tenían, porque bueno se supone que ahora es mío, una pequeño lugar a las afueras de New York que creo que te va a servir – a Camila le pareció que no estaba todo bien en la cara de su chica. Dinah sintió lo mismo.
- Oye bombón… no te preocupes, después de todo, ya todos me odian en la oficina asíque no creo que…
- Hace mucho que no voy pero con un par de llamadas puedo tener todo listo. Además ya es hora de que vuelva – afirmó no muy convencida.
- ¿Estás segura amor? – Camila estaba preocupada.
- Si… creo que si – es hora de enfrentar el pasado Lauren Jauregui.