La despedida

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-¡Listo! – Anunciaba Camila cuando terminaba de ponerle la remera a Lauren – no es que me queje pero si vas a terminar todas nuestras discusiones en ropa interior, tengo el presentimiento que nunca voy a ganar – decía la morena poniendo sus brazos alrededor del cuello de su ojiverde.
- La idea es que tu también quedes con poca ropa – le dijo Lauren con una sonrisa provocadora, mientras tomaba a la latina de la cintura - ¿Vamos? No es que no me guste estar así con mi novia, pero necesito cambiarme el uniforme –preguntaba acariciando su rostro.
-¿Recién te recupero ya nos separamos? – preguntaba la fotógrafa
- Primero – Lauren le dejo un corto beso en los labios – nunca me perdiste, lo que pasa es que tu no confíes en mi aun– la latina iba a protestar pero la deportista se anticipó – no digas nada – puso un dedo en sus labios - Me va a gustar ver cómo vas a hacer para compensarme después de que te demuestre que eres la única mujer que quiero a mi lado –dejo otro corto beso – Y segundo, ¿puedo proponer algo? – pegunto dulcemente.
- ¡Epa!, si que las deportistas hacen las cosas rápidas, Hace unos minutos que somos novias y ya quieres proponerme matrimonio – bromeaba Camila – ¿no piensas que van un poco rápido las cosas? ¡Me estás asfixiando! –La castaña aguantaba la risa. La cara que ponía Lauren era genial.
- Ja ja, muy graciosa señorita Cabello… ¿sabes qué? Olvídalo – Lauren se hacía la ofendida ¿Nos vamos? – se soltaba de su novia y caminaba hacia la salida.
- ¡JAUREGUI! – La llamo Camila, Lauren giró a verla – Ven aquí – ordenó alzando su dedo y moviéndolo de arriba hacia abajo para que su chica se acercara a ella, pero la pelinegra agitó su cabeza negándose - ¿No vas a venir? – Preguntó la castaña. Lauren volvió a negar con su cabeza – UNO – alzó uno de sus dedos, Lauren no se movía –DOS – contó Camila alzando el segundo dedo, pero al igual que el anterior la pelinegra no se movió – Y TRES – llegó al final sin lograr nada.
-¿Y ahora que vas a hacer? NO me asustas Cabello – dijo Lauren burlándose.
- Voy a usar tu misma estrategia - agarró el borde de su remera y la empezó a subir por su cuerpo lentamente -¿Vienes? – preguntó con la remera en la mano, Lauren no gesticulaba palabra alguna, ni movía su cabeza, nada. Sólo miraba. - ¿No vienes? Bueno, vamos a ver ahora – desprendió el botón de su jean y empezó a quitarlo exagerando sus movimientos. Una vez se los quito completamente miró a la ojiverde que estaba petrificada de tal manera que parecía que le habían hecho un encanto tipo "Petrificus Totalus" - ¿Tampoco? Bueno – levantó sus hombros - Supongo que algo está fallando. Voy a salir a preguntarle a alguien que me falta. Nos vemos luego – Lauren tú chica cruzando la
cancha en ropa interior para que otra persona la vea, REACCIONA.
Laurencorrió hacía ella y la agarró de la cintura – Si das un paso más estás en problemas Cabello – amenazó
bromeando la otra chica.
- ¿Me estas amenazando? – Camila pegaba más su cuerpo semi desnudo al frente de la pelinegra.
- Te estoy advirtiendo – la dio vuelta para enfrentarla – Escucha bien lo que te voy a decir, NADIE, absolutamente nadie
te va a ver así. Sólo yo – una ojiverde posesiva no estaba precisamente ayudando a Camila a controlar la situación -
¿entendido? – preguntó
Camila sacudió la cabeza de un lado al otro – Porque no me lo haces entender… - Y eso es como decirle a un chico que no meta los dedos en el enchufe… Si primero fue Camila la que le comió la boca a Lauren, lo que hizo la pelinegra fue prácticamente canibalismo… Le DEBORO los labios a su reciente novia tratándole de hacer entender que ella había comprado todos los derechos de aires sobre ella.
- ¿Entendiste? – fue lo primero que preguntó Lauren apenas se separaron
- Que… que… que – Camila sacudió su cabeza, el beso la había descolocado - ¿Qué ibas a proponer? – una cena en medio de Alaska o una expedición al polo norte para la morena hubiera estado perfecta.Lauren sonreía ante la tartamudez momentánea de su chica – ¿puedes ponerte la ropa antes? Es un poco difícil hablar contigo así – Lauren se dio vuelta.
- ¿En serio Lolo? – Se burlo Camila al ver que la ojiverde no miraba – como si no hubieras visto suficiente ya – la cargaba mientras se vestía.
- Camila estoy sufriendo créeme, si vuelvo a mirar no respondo de mi – le explicó la pelinegra.
- Ya te puedes girar – avisó la fotógrafa
- Bueno tampoco es que haya mucha diferencia ahora – dijo la deportista apenas volteo - Estas hermosa – coqueteó Lauren.
- Ya dime de una vez antes de que quiera volver a besarte – presionó Camila
- Vamos a casa, cocino algo y vemos una película o lo que tú quieras – ofreció la ojiverde
- ¿Oí bien o todavía no me recupero de la conmoción del beso? ¿Dijiste que cocinas? – de verdad Camila no sabía si había escuchado bien o no.
- Oye ¿te vas a seguir burlando de mi por mucho tiempo? Porque de ser así prefiero que lo hagas sin ropa.
- Acaso no puedo estar sorprendida de que mi novia casi perfecta cocine también – se defendió la fotógrafa - acepto la propuesta de matrimonio que me hiciste antes – bromeó.
- ¿Me vas a contestar o vas a seguir con tus bromitas? – Lauren necesitaba sacarse esa ropa transpirada.
- Ya ya, señorita gruñona, acepto su propuesta siempre yo elija la película – dijo Camila y le dio un corto beso en los labios.
- Por supuesto su majestad – Lauren hizo la reverencia le agarró la mano a su chica y ambas salieron del estadio.
En el departamento de Lauren
-Lauren se está bañando Chechee – Camila había decidido llamar a sus amigas para pedirles que se quedaran con Sofi hasta que ella llegara.
- Si que la hiciste ensuciar eeee, bien callado te lo traías picarona… yo que tu estaría metida en esa ducha con ella
ahora – para la polinesia ducha y sexo eran sinónimos.
-Te digo que no paso nada Dinah, asique deja los chistes de mal gusto ¿quieres? – lo que menos necesitaba la latina en este momento era que su amiga le pusiera ideas en la cabeza. – Pásame con Mani– pidió Camila.
- Mani se está duchando también, así que a esta conversación le quedan exactamente…
- DINAH NI SE TE OCURRA ENTRAR EN MI DUCHA… DINAH…DI… - Tarde, la polinesia ya había cortado. –Aghhhh, cuando la agarre… - le decía a su celular.
- Espero que no estés hablando de mi – Lauren aparecía en la sala vistiendo solo un top y un short tipo los que usaba para correr o para boxear, abría la heladera – ¿Te gustaría un chop suey de pollo y verdura? O prefier… - Lauren no
pudo terminar de hablar, Camila la había atrapado entre su cuerpo y la heladera.
- Ponte ropa – suplicó Camila – por favor – mientras yo lavo las verduras – le sacó los comestibles de la mano a la jugadora y se dirigió al lavado dándole tiempo a que la ojiverde fuera a ponerse una remera.
- Bien. Ahora usted señorita – agarró a Camila y la subió a la mesada – se va a quedar allí mientras yo preparó esto.
- ¿No me vas a dejar ayudarte? – preguntó haciendo pucheros
- Nop – le mordió el labio que sobresalía – mientras yo cocino tu me tienes que prometer algo – pidió Lauren – en realidad nos vamos a prometer algo – hablaba Lauren mientras cortaba la verdura.
- Dime – incitaba la castala mientras acomodaba un mechón de pelo de la ojiverde detrás de su oreja.
Lauren paró lo que estaba haciendo y busco los ojos de Camila – Quiero que me prometas que no vamos a pasar una
sola noche enojadas una con la otra. No vamos a dejar pasar ese tiempo sin hablarnos o resentidas entre nosotras.
Sea la hora que sea, sea lo que sea que tengas por decirme, me vas a buscar y lo vamos a hablar o discutir o rompemos cosas o me tiras cosas, lo que sea… - explicaba la deportista - Por favor bonita, prométemelo – le pidió agarrándole ambas manos.
- Lo prometo bebe - Camila veía como Lauren sonreía al sobrenombre – pero tú tienes que hacer los mismo – agregó la
latina.
Lauren besó a su chica sellando ambas promesas – no podría pasar ni una hora enojada contigo – la volvió a besar y siguió con sus tareas.
Cuando la pelinegra sirvió la cena, a Camila no sólo le sorprendió lo sabroso de la comida sino que Lauren tomó una de
las sillas y se sentó bien pegada a ella tratando de tocarla de alguna forma. No era que a Camila le molestara, por el
contrario, sino que le llamaba la atención. Pensó en preguntarle pero decidió dejarlo pasar por esta vez.
...
- Ya puedes abrir los ojos – Camila había convencido a Lauren de que se tapará los ojos mientras ella elegía la película.
- ¿Qué elegiste? ¿No es Nemo cierto? Porque esa película sólo la veo con mi Cabello preferida– pregunta la pelinegra
mientras se acomodaba en una de las esquinas del sofá
- Sólo por decir eso vas a tener que esperar – Camila se sentaba en la otra esquina del mueble.
- ¿Qué haces? – preguntó Lauren a quien no le gustaba nada que la latina estuviera lejos de ella, y por lejos entendamos a más de dos pasos -Ven aquí – golpeo el asiento al lado de ella - prometo que me comporto – beso su dedo índice en cruz.
Camila se arrimó de a poco y como la basquetbolista no quiso ponerla incómoda se limitó a esperar la película –"Cuando un extraño llama" ¿sabes que es una película de terror no? – preguntó Lauren.
- ¿Te da miedo? – Preguntó la castaña alzando su ceja – porque si te da miedo puedo ponerte "El rey león" o "la bella y la bestia", al parecer tienes muchas de esas películas – resaltó Camila.
- Es un engaño, sólo la caja es de películas infantiles, adentro hay películas condicionadas –Lauren trató de aguantar
pero la cara que puso Camila pudo más – Es broma… es broma – corrigió rápidamente, pero Camila miraba la película sospechosamente - ¿Quieres comprobarlo cierto? – la latina asistió. – adelante.
Camila se paró y fue a buscar "El rey león" lo puso en el DVD y… "Hakuna matata una forma de ser… Hakuna matata nada que temer" La voz se Timón y Pumba se escuchaba desde el salón. Lauren pensó que la castaña había zaceado su curiosidad pero se equivocaba. Camila volvió al estante donde la pelinegra guardaba sus películas y agarró "La Bella y la Bestia". No fue hasta que vio bailar en un bello salón a Bella con la Bestia cuando Lauren la vio suspirar.
-¿Ya? – le preguntó la deportista - ¿conforme? – le preguntaba a Camila mientras esta última volvía a sentarse una vez que había puesto la película de terror nuevamente. La castaña asistió no tan segura.
Ni diez segundos llevaba puesta la película que la fotógrafa la volvió a pausar - ¿Dónde las tienes? – le preguntó a la otra mujer sin vacilar.
- ¿Dónde tengo qué? – Lauren estaba perdida.
- Las películas condicionadas – lo preguntaba como si le estuviera preguntando donde guarda las toallas del baño.
- ¿Qué te hace pensar que tengo ese tipo de películas? – se defendió la pelinegra.
- Eeee, olvídalo – miró el televisor y agarrando el control remoto puso play.
Esta vez no pasaron ni cinco segundos para que Camila volviera a poner pausa - ¿las tienes? – En serio Camila debería ser conocida como "la asesina serial de gatos".
- ¿Qué cosa? – Lauren se hacía la tonta - ¿Películas condicionadas? ¿Por qué quieres saberlo? – repreguntó la pelinegra.
-Porque creo que como tu novia tengo el derecho a hacerlo – respondió
- Oye yo nunca he estado de novia antes pero estoy casi segura de que ese tipo de secretos se llevan hasta la tumba –Lauren estaba dispuesta a aguantar lo que más pudiera.
- Bien – la mujer más baja no dijo nada más, simplemente se volvió nuevamente hasta la otra punta del sillón y cuando
se pudo acomodar reinicio "Cuando un extraño llama".Lauren contó para adentro "uno, dos y… tres" Camila volvía a pausar la película
- Quiero que me lo digas ya mismo – exigió la artista – no tengo un motivo ni nada quiero que me lo digas y punto – la señalaba con el dedo.
- ¿Tú tienes? – Lauren sacaba su capar roja y volvía a esquivar los cuernos del toro ¡OLE!
Pero la bestia da un giro rápidamente y vuelve a embestir contra el torero - yo pregunté primero.
- ¿Por qué es tan importante para ti? - ¡OLE!
- Ya te lo dije. Soy tu novia y quiero saberlo punto. Y Piensa bien tu respuesta Lauren – dijo rápidamente antes de que saliera otra pregunta de la boca de su novia porque de ella depende donde voy a pasar las próximas horas – la tenía acorralada.
- A ver… ¿Me prometes que sea la respuesta que sea todo sigue igual? – Camila asistió - ¿doble promesa? – Volvió a recibir un silencioso si - ¿promesa de canguro mayor a…
-¡LAUREN! – la castaña se estaba desesperando.
- Están en mi cuarto bajo llave – aguantó todo lo que pudo.
-Ah – Camila miró al frente.
-¿Satisfecha? – No recibió respuesta – vuelve a mi lado por favor – suplicó la ojiverde.
- Acá estoy bien – parece que Lauren no iba a salir tan fácil de esta. La película volvía a empezar y ambas fijaron sus ojos en la pantalla.
-¿Cuántas son? – Esta vez ni atinó a pausar la película - ¿5, 6… cuantas? – Parece que el interrogatorio no iba a parar.
- Eeee… unas cuantas más – contestó sin dejar de mirar la película.
- Ah – sólo decía Camila mientras Lauren se maldecía por haber hecho el chistecito de las películas condicionadas
No pudiste quedarte callada Lolo, tuviste que abrir tu bocota- pensaba la pelinegra –mírala está enojada, no vas a volver a besar esos labios nunca más y vete olvidando de poder volver a verla en ropa interior. Maldición, Malditas películas, Maldita bromas…
- Quiero verlas – anunció la latina interrumpiendo los pensamientos de la deportista.
- ¿Qué? – Lauren no sabía si había escuchado bien – Camila… no se si estamos listas para eso, me encantaría pero…
-NO DIOS NO… Quiero ver donde las tienes, quiero verlas físicamente – aclaró la fotógrafa mientras miraba a su novia
desafiándola.
- Cariño – No es buen momento Lolo
- No me digas cariño – yo te avisé.
- Camila no creo que esto llegue a buen puerto…
La morena no esperó más, se levantó del sillón y se fue directo al cuarto del Lauren. Esta última no tardó en seguir sus pasos.
Cuando entraron a la pieza Camila empezó a abrir los cajones de la ojiverde uno por uno.
- Yo que tu no haría eso – advirtió Lauren
- A no ser que seas una asesina serial y escondas un arma no creo que haya nada aquí que me pueda asustar… ¡POR DIOS LAUREN! este cajón parece una tienda online de juguetes sexuales – cerró rápido el cajón.
-Te dije que no lo hicieras – se defendía.
- ¿Y bien? – Preguntó la castaña sentándose en la orilla de la cama de brazos cruzados – Estoy esperando que me muestres las películas - movía impaciente su pie contra el suelo.
- Puffff, eres jodida morena ¿lo sabes no? – Camila agitaba aun más su pie mientras veía como la pelinegra se agachaba debajo de su propia cama y volvía con una pequeña cajita tipo en las que se suele guardar dinero en los comercios.
La artista gráfica suspiraba aliviada al ver el tamaño de la caja, allí dentro no puede guardar tantos videos ¿no? El tema es que de ahí la basquetbolista sacó una llave y con esa llave se movió hasta una de las puertas cerradas de su placard.
- Dime que no tienes lleno el mueble de películas condicionadas por favor – pedía Camila.
- ¿Todo el placard? Claro que no, sólo esta puerta – aclaró para oscurecer más su suerte mientras abría una de las partes del mueble dejando a la vista su colección de videos.
-¿UNAS CUANTAS MÁS DICES? LAUREN SON CIENTOS DE PELICULAS – Camila se paraba en frente del placard y agarraba los DVD
- Tampoco es para tanto… serán unas ochenta y pico… - Camila no tardó en mirarla asesinamente, Lauren tragó saliva -¿Estoy en problemas? – se animó a preguntar.
- ¿Por qué aparece tantas veces el nombre Jessica Larson? "Jessica Larsson en la playa", "Jessica Larsson en el Jacuzzi" "Jessica Larsson XXX" Y ESTÁ FIRMADA POR LA MISMA MUJER– la fotógrafa le iba pasando las películas a Lauren quien agarraba una por una con mucho cuidado.
- Bueno estee...- se escuchaban los gritos de la niñera de la película que estaba siendo perseguida por el extraño y Lauren no pudo evitar desear intercambiar lugares con la joven – Eeee… hubo un momento en que estaba un poco obsesionada con ella yyy… un día me la encontré en Londres y bueno le pedí que me firmara… como para tener de recuerdo – recordaba la pelinegra - ¿Qué haces? – preguntaba la deportista porque veía como Camila agarraba una caja qué estaba en la habitación y la empezaba a llenar con sus videos.
- Los voy a tirar – le informó la latina sin dejar de cargar la caja.
- ¿Qué?... No no no, Camila espera – le sacó los DVD que estaban a punto de ir hacía su muerte – No puedes hacer eso, ellos me acompañaron toda mi juventud. Mi padre me regaló el primero –le contó.
- Bueno ese me lo quedo yo, los demás van a la caja – siguió tirándolos.
Lauren sabía que había perdido, el torero había muerto en manos de la bestia. - ¿puedo al menos tener un minuto a solas con ellos? – rogó la pelinegra haciendo pucheros
Camila giró sus ojos y miró el reloj en su muñeca – Te doy un minuto corriendo desde… YA – cronometró.
Lauren se agachó en frente de la caja – Adiós compañeros de buenos momentos. Compartimos lindas emociones,me han ayudado mucho, estoy segura de que a varias les gustaría agradecereles – esto último se los dijo en secreto -¿los de Jessica también? – preguntó a la castaña levantando la cabeza.
- Esos son los primeros que se van a ir de aquí – contestó rápidamente - te quedan treinta segundos – la apuró.
- Adiós Jessica, nunca me voy a olvidar los días que pasamos juntas cuando me dio varicela, fuiste la única que evitaba que usara mis manos para rascarme ocupándolas en otras cosas…
-TIEMPO – cantó Camila y agarró el video que la ojiverde tenía en sus manos lo puso en la caja y se la llevó.
- ¡HASTA SIEMPRE! -los saludaba Lauren agitando su mano mientras se alejaban de la mano de su novia.
Camila frenó sus pasos y volvió al cajón de los juguetes – Agrégalos – le ordenó a Lauren.
- ¿Qué?... Eso sí que no. Soy una mujer con necesidades los necesito Camila– Esta vez no iba a ser débil.
- Lauren agrégalos te digo – insistió su novia - no los vas a necesitar – le guiño un ojo – y en su caso compraremos nuevos…
-¿Busco otra caja? – la ojiverde no perdió tiempo y empezó a vaciar el contenido del cajón rápidamente.

Cuando, Donde y Como el Amor QuieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora