C A P Í T U L O 29º

189 33 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


     Aunque no lo quisiera podía sentir aquellos mismos sentimientos de cuando era tan solo una niña, sabía muy bien que el mismo dolor cruel que rodeaba su corazón, no se detendría hasta conseguir lo que buscaba con tanto anhelo e ira, el mismo que se atrevía a desgarrar sus recuerdos a cada segundo en el que sus lágrimas rodeaban sus mejillas, llevando consigo el sufrimiento fuera de su cuerpo, llevando consigo la pena y el infortunio que el destino le había otorgado sin más remedio. Era extraño. Mis ganas de vengarme habían desaparecido. Pero ¿Por qué? ¿Acaso el sufrimiento era mi debilidad? No. Esta segura que esa no era la razón de mi proceder tan errado según yo. Era injusto, cobarde y sin valor alguno que tomará la oportunidad de descuido para liberar mi desprecio y resquicio por completo.

     Miré una vez más, observando como la figura elegante de Hermes desaparecía a medida en que la puesta del sol se escondía tras las olas del basto e inmenso mar. Sin embargo sus aguas, no se comparaban con las lágrimas de Calipso, no había comparación para describir aquella belleza sumida en tanto dolor. No existían las palabras precisas, ni siquiera me servían, pues esta escena era realmente indescriptible. Era capaz de destruirte por dentro de tan solo ver el rocío que brillaba en la oscuridad causado por la intensa necesidad de llorar, la innegable sensación de saber que no volverás a verlo.

* * *

       —¿Selene? ¿Qué es lo que haces? ¿Te pasa algo? —Preguntó alguien mientras mis sentidos estaban confundidos e idos, era algo totalmente nuevo ¿Cómo se llamaba? ¿Qué era? ¿Por qué no podía describirlo? ¿Acaso le tendría miedo? ¿Lo llegaría a conocer?—. ¡Hey! Selene.

       —¡¿Ah?! Mamá... Lo siento, estaba un poco distraída —Hablé mientras que la expresión de ella cambiaba, esta vez notaba su curiosidad y asombro mientras que se fijaba en mí ¿Qué estaría pasando por su mente al verme?—. ¿Mamá? ¿Por qué me miras así?

       —Es curioso... —Sonrió mientras mostraba la linda expresión de alegría que era tan característica de su ser. Sin embargo, había algo más allá que la tenía interesada. Debía averiguar de qué se trataba—. Te brillaron los ojos...

       —¿Segura que no fue la luz del sol? Siempre pasa eso —Contesté confundida aún.

       —No... Ese brillo es muy diferente al que tienes siempre ¿Qué estabas mirando? —Interrogaba mientras mis mejillas se coloraban.

     Pues sí, estaba mirando al chico que estaba en el vendedor de la esquina ¿Acaso el sentimiento de la vergüenza había causado aquel brillo en mis ojos? O ¿Todavía había algo más? Mi dedo se levantó cortando la delicada brisa que ondulaba mis cabellos, señalando al mismo chico, mientras un nerviosismo se extendía por todo mi cuerpo.

       —Creo que ya sé que es lo que pasó. Hace unos cuantos años, yo también tuve el mismo brillo, un bonito recuerdo verlo otra vez —Comentó girando nuevamente al vendedor, estaba intrigada ¿Qué es esto?

       —¿Qué es esto? —Intenté preguntar, jalando despacio las vestiduras de mi madre.

       —Es ilógico que lo hayas experimentado, pero se llama Amor, uno de los sentimientos más bellos y a la vez es el más peligroso —Contestó sonriendo nuevamente—. Tal vez me haya equivocado, solo es el brillo del sol... ¿No crees?

       —Quizás...

       —¡Edén! ¡Vámonos de una vez! —Gritó un señor, tirando del brazo al niño que mis ojos habían elegido o eso era lo que sentía.

* * *

       —No ganarás nada con derramar las lágrimas, sabes... llegará un tiempo en el que tus mismos ojos extrañen aquellas gotas llenas de sentimientos indispensables para ser feliz —Mi voz sería la responsable de destruir el silencio de ultratumba que rodeaba nuestras almas en la oscuridad de una noche triste, un destino desamparado y sin sueños algunos.

       —¿Por qué haces esto? ¿Acaso no es esta tu oportunidad para vengarte de mí? —Habló entre sollozos Calipso, ocultando la sorpresa que causaba mi presencia. Quizás se estaba preguntaba ¿Cómo era posible que haya podido liberarme de la celda? Pero todo eso ya no le importaba más, su mente, corazón y alma se encontraban fuera de la realidad, debía hacer algo por ella.

       —Créeme, yo he sentido el mismo dolor cuando Apolo alejó de mí a mi hermana Gala y más aún cuando ella me atacó. Pero la esperanza nunca murió y mis sentimientos todavía están ligados a ella, así como tú por tú querido. No te he de juzgar, no soy nadie para entrometerme en los asuntos del amor. La respuesta esta tan sólo en tu corazón y aunque ahora puedas notar que está un poco roto y desahuciado, todo eso cambiará si te atreves a ver una vez más la luz del mañana y el brillo de la noche —Contesté buscando alejarla del sufrimiento con tan sólo fijar mis ojos en los suyos.

       —Está bien, trataré de hacerlo —Sonrió levemente y levantándose del suelo. Recobró el aire—. He tomado mi decisión y no he de dejar que mi amor se haya desperdiciado, pelearé por él y aceptaré las consecuencias que eso conlleve.

       —Yo estaré allí para apoyarte, Calipso —Liberé cautivando su atención una vez más. Causando una aceptación sin ni siquiera hablar, sin embargo el silencio estaba volviendo a recobrar el dominio de nuestra comunicación.

       —Gracias, Selene —Dijo secando las últimas lágrimas—. He de dejar libre a toda tu tripulación, en especial a Iseo. Lamento haberte causado todos estos problemas, tan solo quería saber cómo era sentir otra vez la atención de un hombre vivaz y joven. Tu compañero es uno de los mejores hombres que he conocido, nunca lo pierdas.

       —Me enfrentaría contra los dioses por defender los lazos que amo —Hablé valientemente mientras que una voz en mi interior quería liberarse una vez más—. No ahora...

       —Estamos de acuerdo. Antes de todo, debo entrenarte, no quiero ver que te lastimen —Insinuó guiándome entre la oscuridad del cuarto.

       —¿Me entrenarás? —Interrogué mirándola con intriga y sorpresa.

       —Usar poderes no es lo único que debes aprender Selene, no cuando te diga lo que realmente llevas en tu interior —Soltó una pequeña risa, batallando con la pena que estaba despareciendo poco a poco.

       —Usar poderes no es lo único que debes aprender Selene, no cuando te diga lo que realmente llevas en tu interior —Soltó una pequeña risa, batallando con la pena que estaba despareciendo poco a poco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
POR DECRETO LUNAR | 1º © #WATTYS2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora