Pensaba que todo lo que había podido pasar está siendo recompensado con alguna que otra experiencia. Estaba totalmente segura que a partir de este entrenamiento sería una persona completamente nueva, diferente y con mis ideales más allá de la propia verdad.
Aun así no sabría si quedaría miles de preguntas sin responder, habían sido tantas cosas las que mis ojos tuvieron la suerte y la desdicha de observa que simplemente era incierto el destino que quería plantearme.
Por alguna razón estaba un poco intrigada y preocupada por la actitud de Calipso, algo no andaba bien y estaba dispuesta a saberlo. Ni siquiera las paredes de la caverna serían impedimento para que mi voz se escuchara a través de la oscuridad, llevando consigo el aliento y respaldo que tanto necesitaba ella. Estaría en deuda firmemente y sin oportunidad de retroceder de mi decisión. El destino no sería nunca más mi escritor, ahora podría construir y ver lo mismo que un día logre imaginarme, lo mismo que estuve esperando por tantos años.
Mis pies rozaban la tierra siendo yo, asombrada por la delicadeza de sus partículas. Sintiendo como cada parte de ella, llevaba el agradecimiento hacia su creador, un gesto inigualable que sin embargo se me era muy difícil de interpretar.
Si las cosas que nuestros dioses habían creado, son para enaltecerlos sin más ¿Por qué quitarle la tranquilidad, el amor, la paz, la comprensión, la felicidad, la vida, el corazón, tantas cosas que nos fueran esenciales? Los humanos no habríamos tenido el privilegio de conocer el amor, si no hubiera sido por la voluntad de los dioses y ahora cuando sentimos irreverentemente esa sensación, nos quitan lo que más deseamos, una actitud totalmente contraria a lo que en verdad este visto.
Un actuar e ideales muy confusos y fuera de orden.
—¿Selene? —Escuché decir a una mujer, al mismo tiempo en que mis ojos eran iluminados por la luz del anochecer y mis oídos eran deleitados por la majestuosidad, dulzura y melodía de aquellos animales que alzaban sus voces ante la luna—. ¿Estás lista?
Una mirada confiada y sin pedir más a la valentía, era la misma mirada que mis ojos podían expresar, dejando de lado los temores y la vida que antes había irrumpido entre los lazos de mi calma.
—Estoy preparada ¿Cuál será la primera lección, Calipso? —Pregunté entusiasmada haciendo que trasmitiera el mismo sentimiento de gozo a ella.
—Tus capacidades físicas son asombrosas en cuanto a tu edad, al parecer es mucho más que una simple joven. Pero fuera de aquel campo, tu espíritu es pobre y descuidado, propenso a ser corrompido y dañado por los recuerdos que un día arcaron tus ideas y creencias —Explicó mientras mi interés crecía a medida en que las palabras salían de su boca—. A eso hemos venido, a enseñar a tu ama a convertirse en una de tus mejores armas, más allá del ingenio que has podido desarrollar.
—¿Mi espíritu? ¿Cómo podremos ayudarlo? —Seguí para después ser deleitada con la belleza que en ese lugar existía, aún más allá de las puertas de la caverna. Más allá de donde mis pies habían podido sentir la paz por primera vez, se escondía un verdadero reino de armonía y belleza.
—Hoy Selene, será tu primera enseñanza y prueba. Tendrás una semana para poder liberarte de todo lo que ha hecho mal a tu espíritu. Por eso empezaremos por una técnica muy antigua y usada por todos aquellos que quisieron llegar a su punto más alto. La liberación de los Chakras —Habló seguida por un silencio inconfundible, el mismo que siempre amenazo mi estancia en la tierra.
—Ahora entiendo la necesidad de todos en el templo, la necesidad de verse y sentirse limpios espiritualmente —Comenté siendo apoyada por la afirmación de Calipso dada por su mirada fija y desafiante.
—El primer chakra que rige nuestro cuerpo, es el de la TIERRA, don pisamos y dejamos huella y memoria en las demás cosas y personas que un día conocimos. Sin embargo este ámbito se ve obstruido a causa de nuestros MIEDOS más peligrosos —Caminó hasta un pequeño monté cubierto con diferentes tipos de tierra, aquellos colores no se asemejaban ni a la más bella y espléndida pintura del mercado. Luego se sentó y pidió gestualmente que hiciera lo mismo—. Copia mis movimientos Selene y medita, busca tus miedos más peligrosos, tus temores más crueles y déjalos ir.
Mis ojos se cerraron, permitiéndome alejarme de la realidad, dejando que por fin pudiera entender cuáles eran los temores que ocultaba dentro de mí. Los mismos que no dudarían en arrebatarme la tranquilidad.
* * *
—¡Morirás Selene! —Gritó Gala lanzándome su único ataque.
—¡Hermana! —Se escuchó mi voz a lo lejos de un vasto y peligrosos resplandor.
—No durarás para siempre, solo eres un juguete más de los dioses —Hablaba la entidad que existe en mí.
—Eres tan solo una vergüenza más, Selene —Una voz especial se escuchó en mi alma, la misma que hace años la había destrozado.
—Padre... —Suspiré con los ojos cerrados.
* * *
—Tranquila Selene, sé que puede ser muy difícil ver lo que te aterra y mantiene desconfiada. Debes aprender más allá de lo que ya lo has hecho, para comprender lo que te depara tu vida en sí —La voz de Calipso ayudaría a que mi alma se dejara llevar, soltando todos aquellos miedos que existían en mí—. Solo déjalos ir...
Abrí los ojos encontrándome en otro lugar, aquel extraño sitio estaba cubierto de flores, lleno de luz y una brisa cálida que jugaba con mis cabellos, haciendo que sin querer llegasen hasta ellos.
Corrí tras una silueta de un hombre, el cual estaba cada vez más cerca de mí. Tal vez mis ansias habrían de jugar con mi respiración, así como las esperanzas con mis sueños.
—No temas más Selene, se han ido para ya nunca más volver —Sonrió un hombre el cual recordaba muy bien, mi padre al fin me había perdonado. Al fin había dejado el rencor que nos separó desde aquella vez.
—Padre mío, cuando os he extrañado...
ESTÁS LEYENDO
POR DECRETO LUNAR | 1º © #WATTYS2018
Fantasia| Libro 1º - SAGA ASTROS OSCUROS | Miles de oraciones son elevadas al cielo, en busca de ser cumplidas, en busca de que por fin alguien más allá de las fuerzas humanas, pueda cumplir sus sueños. Pero aquellos mismos ruegos caen en busca de un mejor...