"LA GUERRA HA COMENZADO" - ( 1 PARTE )
El sol volvía a brillar ante mis ojos cansados. Tenía la satisfacción de haber superado todos los restantes chakras. Sabía que no había sido una de las más bellas experiencias, pero quizás si no volvía mirar al pasado podía asegurarme de no volver a cometer errores, los mismos que una vez me marcaron. Estaba completamente agradecida con Calipso que no tenía palabra para describir su gran amabilidad y la misma fuerza que sacó a relucir tras jurar luchar por lo que ama.
Sin embargo no estaba completamente segura si era correcto lo que había sucedido en la última prueba. El chakra del Pensamiento. Aun puedo notar en mi alma que no he sido capaz de dejar todo atrás. Aún hay algo que me ata a la tierra y debo de averiguar que es, si tan solo fuera capaz de conocer la razón de este sentir, sería libre de todas las cadenas que se atrevieron a dañar mis muñecas.
—¿Estás bien Selene? Pareces un poco distraída —habló Calipso mirando al sol elevarse de entre las olas del mar, coronando una vez más al eterno cielo. Su voz sonaba más afligida, pero no alcancé a decirle nada, temía que recordara todo su pasado, no cuando ahora se sentía mucho más feliz que antes.
—No es nada Calipso, solo es una curiosidad que corrió por mis pensamientos, algo de menos importancia —trataba de no difundirme más detrás de esa manta de anhelos y perjuicios, aquellos que eran hechos por mi conciencia.
—Bueno siendo así, quiero entregarte algo para que no olvides este recorrido y así puedas saber todo lo que un día dejaste atrás y superaste sin dolor. Esto te recordará lo valiente que fuiste y serás por toda tu existencia en la tierra —sonreía elevando la mirada hacia el nuevo amanecer que pintaba con alegría los estragos de la oscuridad y bautizaba todos los rincones con amor y pasión—. Este es un brazalete muy especial. Sé que te prometí la espada, pero aquella arma no es más que una de las variantes de este. Si tu alma descubre su verdadera cara, podrás saber que arma es la que el brazalete ha escogido para ti.
Sus manos acercaban lentamente aquel accesorio reluciente, como si en el los rayos del sol y la penumbra de la oscuridad quedaran guardados para siempre.
—Gracias. No sabría cómo agradecerte por tu esfuerzo y dedicación, me has ayudado mucho —comenté mirando con agrado el regalo y preguntándome con curiosidad ¿Cuál sería mi arma?
—No eres la única que esta agradecida. Selene, has servido mucho para mi reflexión y sanación, no tendría palabras para decirte lo tanto que he crecido en espíritu, gracias a tu ferviente osadía y valentía. Eres un ejemplo a seguir y nunca debes de bajar la cabeza, puesto que tus ojos no han de fijarse en el polvo del mundano suelo —expresó ella dejando de lado el silencio que había escapado por nuestras miradas.
Pero nuestras voces no serían las únicas que romperían aquel silencio. Un gran estruendo irrumpió en nuestros oídos, haciendo que rápidamente nuestras manos se elevaran hacia ellos. Intentando desparecer el ruido, intentando salvarlos sin poder lograrlo. Rápidamente nuestras miradas se buscaron y dirigiéndome al cielo, buscaban el punto de dónde provenía ese increíble sonido.
Mis ojos se dirigieron una vez más al cielo y buscando una respuesta lógica. Sentí una extraña presencia y una voz se acercó de entre tanto bullicio.
—Selene... Vienen por mi... —Calipso me recordó sin querer las palabras de Hermes, el castigo de Zeus estaba siendo cumplido. Orgigia estaba en peligro.
—Debemos ir a la isla ¡Ya! —Grité corriendo descendiendo rápidamente de la cumbre. Mis pisadas nunca habían llevado tanta desesperación, sentía una increíble necesidad de salvar a Orgigia de una tiranía a causa de una incomprensión.
—¡Oréas! ¡Llévanos de inmediato a la isla! No hay tiempo que perder —estaban en graves problemas y el peligro se estaba acercando sin poder retroceder su voluntad. Calipso podía sentir todas esos sentimientos recorrer sus venas, extendiendo sus nervios, abriendo su mente a la destrucción.
El cielo se tinto de rojo, las nubes reclamaron el firmamento y la poca luz que se podía observar, estaba desapareciendo entre el miedo inminente que causaba una guerra al porvenir. Las aves dejaron de deleitar a los humanos con sus cantos. La vegetación dejó de escucharse y las olas aumentaban su ferocidad sin piedad alguna. El aire dejo de correr y las esperanzas desaparecieron como lo hicieron los animales.
Nuestros corazones latían fuera de sí. El colapso estaba avecinándose, queriendo gobernar nuestras almas, reclamando nuestros nervios como sus víctimas. Y lo peor era saber no podía hacer nada contra ello.
—¡Oréas por favor, más rápido! ¡Más rápido! —exclamaba Calipso mientras que sus lágrimas recorrían sus mejillas, perdiéndose entre el pelaje del dragón.
—Yo sé que tú puedes amigo —alenté acariciando su lomo y esperando lo mejor. Aun así el mismo temor se estaba infundiendo entre mi conciencia ¿Nuestro final estaba cerca? No lo podía creer verdad. Zeus no era así, el corto tiempo que lo había conocido, pude haberme dado cuenta de su voluntad gentil y poco agresiva ¿Cómo era capaz que el amor no triunfara esta vez? ¿Acaso aquel sentimiento había perdido prestigio? ¿Acaso el cariño ya no era más que un pasado sin posibilidades de recuperarlo? ¿Sería que ya no existía más futuro sin este trágico presente?
Pero de algo estaba completamente segura y era que no dejaría que todo el esfuerzo que había logrado hasta ahora se vea desperdiciado por una tonta guerra tras las sombras de un hombre que simplemente estaba siendo amado, amado por una mujer que le prometió vender su alma a cambio de verlo feliz para siempre.
Nuestros pies descendieron en el palacio, debía de protegerlo, una batalla se estaba avecinando y no dejaría que esta tierra fuera profanada por unos guerreros sin voluntad propia. Esta vez no estaría del lado de los dioses y mi osadía resurgiría de entre las sombras, de entre las innumerables cenizas que habían nacido a partir de mi pasado. Esta no sería una mañana para morir, sino para ganar el trono del poder. Esta sería una decisión sin oportunidad de volver atrás. Esta sería mi nueva identidad, mi nuevo ser. Mi nuevo yo.
ESTÁS LEYENDO
POR DECRETO LUNAR | 1º © #WATTYS2018
Fantasi| Libro 1º - SAGA ASTROS OSCUROS | Miles de oraciones son elevadas al cielo, en busca de ser cumplidas, en busca de que por fin alguien más allá de las fuerzas humanas, pueda cumplir sus sueños. Pero aquellos mismos ruegos caen en busca de un mejor...