Capitulo III

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Martes, 17 Junio 2036
El calor se hacía muy presente, faltando solo unos días para que el verano llegase oficialmente. Me levante muy temprano, me había acostumbrado por culpa de mi madre. Como un resorte, me levante de la cama y me puse ropa sport. En la casa apenas había ruido, papá se había vuelto a ir a trabajar y mi hermana seguía durmiendo. En la cocina me encontré con mi madre haciendo el desayuno, corrí a ayudarla y, al terminar, nos sentamos los dos a desayunar juntos. Ella me comentaba que amaba nuestra casa pero que se le hacía enorme, echaba de menos a mi padre y no lo podía evitar. Había sido su primer amor y se amaban como el primer día. No podía evitar querer una historia como la de ellos, superando tantas barreras solo por estar juntos. Salimos a correr luego con su prima, que estaba en la misma situación que mi madre ya que su marido también estaba de conciertos. Intenté distraerlas mientras corriamos, no soportaba verlas mal. A la hora y media, regresamos cada uno a su casa. Yo corrí a bañarme y a enviarle un mensaje a Marc para felicitarlo. Al salir del baño ya arreglado, me encontré con mis primos y Marc en mi habitación.
Yo: No os vais a morir por avisar, un día me vais a ver desnudo.
Leo: Ya te hemos visto desnudo, somos familia.
Rubén(Jr): Y eres tan mojigato que no creo que traigas a Silvia a dormir.
Marc(Jr): ¿Sigues en la segunda fase? Que lento que eres.
Yo: Sin comentarios, ¿no es algo temprano para que estéis aquí?
Pablo(Jr): Yo madrugo siempre, no me metas en el mismo saco.
Leo: A mi me ha despertado mi hermana, se ha puesto a pelear con mi madre otra vez.
Marc(Jr): Creo que Paula y Cristina son iguales, a saber como eran Ana y Cristina con su edad.
Yo: Inseparables, con saber eso te sobra. Creo que se deberían relajar un poco.
Rubén(Jr): Dejarmelas dos semanas y vendrán más mansas que un perro.
Pablo(Jr): O más locas aún, eso no está muy claro.
Marc(Jr): Lo que deberíamos hacer es bajar a la piscina y copiar su idea.
Yo: ¿Has venido aposta para bañarte en mi piscina? Que cara más dura tienes.
Marc(Jr): He venido para que estemos juntos y pasar con vosotros mi cumpleaños.
Leo: La fiesta la está organizando Patricia, ¿no? Deberías echarle una mano.
Marc(Jr): No se fía de mi, entre ella, mi madre y la suya han planeado todo.
Pablo(Jr): Han hecho bien, yo no te dejaría organizar mi fiesta.
Siguieron picandose mientras yo me ponía el bañador. Convencí a Leo de bañarnos en su piscina para no pelear con las chicas, no me apetecía hacer de mediador. Desde que eramos pequeños siempre peleabamos por la misma piscina, provocando que nuestras madres se enfadasen y nos mandasen a unos a la piscina de Mangel y a los otros a la de Rubius. De poco servía, Rubén y Marc hacían lo imposible para picar a Paula y Cristina. Bajamos y Leo, Pablo y yo arrastramos a Marc y Rubén a la piscina de Leo, solo fue pasar la puerta que conectaba mi jardín con el de mi primo. Su madre estaba liada en el jardín escribiendo un nuevo libro, desde que era pequeño la recordaba igual. Era la antítesis de mi madre, Ana era organizada, estricta y muy tranquila mientras que mi madre era despistada, desorganizada y muy nerviosa, se complementaban a su forma y eran las mejores amigas aparte de ser primas. Ana nos saco un montón de bolsas con revuelto, eso lo habían heredado de mi bisabuela. Pasamos una buena mañana, ahogandonos y nadando todo el rato. A la hora de la comida, mamá nos llamó y salimos de la piscina, se acabó la tranquilidad en cuanto nos sentamos todos juntos.
Marc(Jr): Muñecas, hoy es mi cumpleaños. ¿Ninguna me va a dar ningún regalo?
Cris(Jr): En eso estábamos pensando, bastante tenemos con verte. Menuda pesadilla.
Leo: No empecéis, esta tarde vienen Clara, Raquel, Esther, Silvia, Ángel, Sergio y Mario y no es necesario que os vean pelear.
Ana(Jr): ¿Por qué tiene que venir Ángel? ¿No tiene una borrachera que olvidar?
Pablo(Jr): ¿Qué narices te pasa con Ángel? Somos familia y nos lo puedes contar.
Noemi(Jr): Que os lo diga él si se acuerda o que no beba, es simple.
Rubén(Jr): No te puedes meter en cada cosa que le pase a Ana, Noe. Tiene boca para hablar.
Paula: Ni tú defender a tu amigo si no sabes lo que ha hecho, no tenéis ni idea.
Yo: Por ese motivo ha preguntado Pablo, solo queremos entenderla.
Ana(Jr): Gracias pero yo no diré nada, no vale la pena.
Cris(Jr): A mi me ha pedido una cita, no le he contestado todavía.
Ana(Jr): Aceptala prima, le gustas desde hace mucho aunque no te lo haya dicho.
Marc(Jr): Ni de broma, me opongo rotundamente. Ni siquiera debió ni pensarlo.
Leo: Déjala que haga lo que quiera, no es un pecado ir a una cita.
Marc(Jr): Es mi primo, estáis locos si pensáis que les voy a dejar. No le deseo esa maldición a Ángel.
Cris(Jr): Eres un imbécil Marc, yo no soy una maldición. No sé por qué te quieren tanto mis primos y mi hermano.
Yo: Cris, relájate. No vale la pena hacerle caso, ¿es qué no lo conoces ya?
Cris(Jr): Si y cada vez le tengo más asco, estoy deseando perderle de vista.
Mi hermana cogió su plato y su vaso y se metió dentro a comer con mi madre y los mayores que estaban en el comedor. Mis primas empezaron a echarle la bronca a Marc, la situación con ellos cada día era peor. Cristina no se acerco en ningún momento y, cuando termino de estar con los mayores, se fue a la piscina de Mangel. Paula la siguió y estuvieron hablando a solas hasta que vinieron los chicos. En ese momento, los pequeños se fueron con ellas y los demás nos quedamos en mi piscina. Marc reñia a Ángel por haberle pedido una cita a Cris pero Ángel pasaba de su primo. No entendía esa manía de mi amigo por alejar a cada chico que se acercase a Cris. Lo bueno es que podía estar con Silvia sin que Paula o Cristina hiciesen el momento incómodo. Al llegar la noche, la mayoría se marcharon quedándonos los mismos de esa mañana. Pusimos la cena en el jardín, convenciendo a Cris y Paula de que cenasemos todos juntos, desde pequeñas hacían todo juntas. Apenas se habló en la cena, evitando una nueva pelea. Al acabar, Marc se apresuró a hablar antes de que las chicas se marchasen, con esa cara de niño bueno que de tantas broncas le había librado.
Marc(Jr): Venga Cris perdóname, ya sabes que a veces digo cosas que no son verdad.
Cris(Jr): ¿Ya no soy una maldición? Seguro que mis primos o mi hermano te han dicho que te disculpes.
Yo: Lo está haciendo porque quiere princesa, nadie le ha dicho nada.
Marc(Jr): Dame ese regalo de cumpleaños, ya sabes que eres como una hermana para mi.
Leo: Sobre todo una hermana, admitir de una vez los dos que os gustais.
Paula: Más quisiera Marc que Cris se fijate en él, tiene mejor gusto.
Rubén(Jr): Tu opinión no es interesante, dejar de soñar con el príncipe azul anda.
Cris(Jr): Madurar un poco, hay veces que un perdón no vale.
Marc(Jr): Sabes que no lo hago a malas, solo quiero tu perdón. Hazme caso cuando digo que Ángel no es el indicado para ti.
Cris(Jr): Te perdono, tienes tu regalo en el comedor. Y lo de Ángel, soy lo suficientemente inteligente para saber que hacer.
Noemi(Jr): En este caso estoy con Marc, Ángel no es tan bueno como piensas.
Ana(Jr): Está loco por ella y solo es una cita, no le hará daño.
Yo: Mientras la cuide, yo no me voy a meter por el medio.  Es cosa suya.
Pablo(Jr): Pues ya sabéis chicas, vosotras tampoco os metáis por el medio.
Ni Noemi ni Marc se quedaron contentos con la idea pero quien debía elegir era mi hermana. Ana tampoco soltó prenda y me causaba algo de intriga, aunque no iba a marearía para que me dijera el motivo como hacían los demás. Casi al final de la noche, Marc abrió sus regalos. El que más le gusto fue el de mi hermana, ella siempre se curraba mucho los regalos. Al rato, cada uno se fue a su casa a dormir, ya había pasado otro día.

Segunda Generación #MUGC4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora