Segunda Generación #MUGC4

Capítulo XVII

Martes, 9 septiembre 2036

El día había llegado, el comienzo de los madrugones, los deberes y los exámenes. La alarma sonó mucho antes de lo que imaginé y corrí hacia la ducha para despejarme del todo. Me vestí lo más rápido posible y baje a desayunar con mis padres, mi padre también empezaba a trabajar en el centro. A mi padre le encantaba su trabajo, aparte de que le traía muy buenos recuerdos. Mi hermana bajo la última, demasiado arreglada para mi opinión pero era su costumbre. Esa parte tan femenina la había heredado de mi madre. Terminamos de desayunar y Cristina salió la primera, yo cogí mis cosas y en la puerta ya me estaban esperando Leo y Ruben. En nuestro lugar estaban los demás, siendo Ángel el centro de atención.

Ruben(Jr): No te has conseguido librar del instituto, eh  Ángel.

Ángel: Ya sabéis como es mi madre, de nada le sirve que vaya escayolado.

Yo: No es para tanto, así aprenderás a dejar de hacer tonterías.

Carlos(Jr): Eso si que no es posible, lleva una época a cagarla.

Patricia: ¿Qué piensa Ana de todo esto? Yo no sé como reaccionaria.

Pablo(Jr): Mi hermana se llevo un buen susto, podría haber hecho algo más normal.

Raúl: Ángel no es muy normal que digamos, no sé qué os  esperais de él.

Marc(Jr): Ya tiene bastante con tener el brazo izquierdo inútil por una temporada.

Ángel: Lo peor es que la escayola pesa muchísimo, que malos ratos voy a pasar.

Silvia(Jr): Así aprendes un poco, que falta te hace. No sé cuántas cagadas has hecho.

Leo: Y las que quedan, Ángel es un experto en fastidiarla.

Yo: Tiene el apoyo de Paula y Cristina, eso si que es un problema gordo ya que no tienen idea buena.

Ruben(Jr): Dejarlas tranquilas que no están presente, no se pueden defender.

Pablo(Jr): Ya estás tú y Marc para hacerlo, como siempre, y luego sois quien más las picais.

Marc(Jr): Es nuestra manera de demostrarnos cariño pero son como nuestras hermanas.

Leo: Si vosotros os  queréis creer vuestra propia mentira, haya vosotros pero estáis más que colados por ellas.

Ángel: No perdáis el tiempo como yo, ahora no me da ni la hora y me lo tengo más que merecido.

Ruben(Jr): Estáis mal de la cabeza, nosotros no estamos colados por nadie ni queremos nada con ellas.

Raúl: Venga ya, ¿y por qué están en la lista negra? ¿Por qué no dejáis que nadie se les acerque?

Marc(Jr): Para protegerlas, no veáis cosas donde no las hay.

Carlos(Jr): Ya os  daréis cuenta solitos y espero que no sea tarde.

Ruben(Jr): Y yo que le pidas salir de una vez a Shey, que eres más parado que un arbusto.

Los tres empezaron con su pique habitual mientras íbamos camino al instituto. El primer día siempre era muy tranquilo, charla de los maestros, presentaciones y poco más. Aunque odiaba un poco la rutina, me gustaba estudiar y por eso no me pesaba tanto ir al instituto. Todos recogimos  corriendo cuando sonó la última campana, juntándonos todos, como hacíamos también en el recreo. Por suerte, mi hermana estaba ocupada con Marc y Ruben, eran los tres un torbellino en el momento en que estaban juntos. En cuanto llegamos a casa, yo corrí a dejar las cosas en mi habitación y baje a ayudar a mi madre. Comimos contando como nos había ido en nuestro primer día, a nuestros padres les encantaba escucharnos. Después, aprovechando que no tenia nada que hacer, quede con mi chica ya que me apetecía estar con ella. Silvia estaba preciosa siempre y me encantaba estar con ella. Fuimos a tomar un helado a nuestra heladería favorita, donde le había pedido salir.

-Hace ya seis meses desde que me pediste salir aqui, lo recuerdo como si fuera ayer Alberto.-

-Es de lo mejor que he hecho en mi vida, menos mal que me dijiste que sí.-

-Estaba deseando que lo hicieras, llevaba detrás tuya desde finales de segundo.-

-¿Sabes a quien le hizo mucha ilusión cuando se lo conté?-

-¿A quién? Eso no me lo has contado mi rey.-

-A mi madre, fue la que me ayudo. Sabes como es de romántica.-

-Tu madre es muy especial, entiendo a la perfección porque tu padre está tan enamorado de ella.-

-Pues yo estaré igual contigo, seras mi luz y mi guía siempre.-

-¿No te cansaras de mi nunca? ¿Me vas a proteger siempre?-

-Por supuesto, no imagino una vida en la que no estés conmigo Silvia.-

-Yo tampoco. Si algún día me faltases, me dolería mucho.-

-Haré lo imposible para que eso no pase, se ponga quien se ponga por delante.-

-Deberías solucionar las cosas con tu hermana, yo sé que la quieres mucho y ella a ti.-

-Mi princesa, es ella la que no quiere arreglarlo. Sigue en sus trece y tiene que cambiar.-

-Ya sabes que ella es muy suya y tú eres su pilar, yo sé que la quieres mucho y ella a ti.-

-Mejor no hablemos de eso, esta tarde es para nosotros dos.-

Dejamos el tema y pasamos la tarde mimandonos sin nadie alrededor que nos molestase. Eso era algo muy raro ya que Silvia y yo apenas teníamos tiempo a solas. Me sentía especial cuando estaba con ella, sacaba mi lado más tierno y me encantaba. Cuando vimos que ya se hacia tarde, la acompañe a su casa y yo me marché a la mía. Mi hermana estaba poniendo la mesa, cosa muy extraña ya que mi hermana no movía ni un dedo en casa. La termine de ayudar y me senté en mi sitio de siempre. Mis padres se sentaron e intentaron darnos conversación para hacer todo mas ameno.

Pablo(Sr): ¿Qué tal vuestro primer día de instituto?

Cris(Jr): El primer día es el más tranquilo, ¿y qué tal el tuyo?

Pablo(Sr): Muy bien, estaba deseando volver. Me trae tan buenos recuerdos.

Cristina(Sr): Veo dentro de poco a tus alumnos en mis clases de por las tardes.

Yo: No sé por qué no das clases en el centro de papá, serias una gran profesora.

Cristina(Sr): Ya tengo bastante con las clases de por las tardes y con el estudio.

Cris(Jr): En el estudio ya están los tíos, no es necesario que estés vigilando.

Cristina(Sr): Es mi trabajo y yo no vigilo a nadie, soy la vicepresidenta y a eso me dedico.

Pablo(Sr): Y hasta que no se ajubile vuestro abuelo, seguirá siendo la vicepresidenta.

Yo: Entonces mama, esperate sentado porque el yayo no se va a retirar pronto.

Cristina(Sr): A mi no me molesta, tengo que aprender mucho de él todavía.

Cris(Jr): Deberías dejar al tío Aitor participar más, tiene el mismo derecho que tú.

Cristina(Sr): Cuando sea capaz se lo daré. Sé que lo defiendes porque lo quieres mucho pero él no se está ganando ascender de puesto.

Yo: Aparte de que no es solo mamá la que manda, los abuelos y el tío Mangel también deciden.

Cristina(Sr): Todos sabemos que es mamá la que más controla, no nos engañemos.

Se hizo un silencio incómodo en la mesa, ya que mi madre se estaba mordiendo la lengua y ninguno queríamos decir nada para que no saltase. En el momento que termino la cena, mi padre se fue a hablar con Cristina y yo ayude a mi madre a recoger todo, a la vez que le decía que no todos pensábamos como mi hermana y Aitor. Me dio un beso y me fui a dormir, el cansancio me vencía.