Capítulo XXXIV

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Jueves, 25 diciembre 2036

Los gritos de Salva se oían por toda la casa, daba gusto ver tanta ilusión por ser el día de navidad. Era el más feliz e iba correteando de un lado a otro. Mi tía no le permitió abrir ningún regalo hasta que no estuviésemos todos. El nerviosismo se apoderaba del más peque de la casa. En cuanto vinieron todos, algunos con cara de haber dormido en toda la noche por haber estado de fiesta, y le dieron permiso a mis primos pequeños para, por fin, abrir los regalos. Los siguientes fuimos Pablo, Ana, Cris y yo, agradeciendo cada uno de ellos. Al terminar todos de abrirlos, recogimos los papeles y mi madre nos sirvió un chocolate caliente con tortas fritas. Los mayores empezaron con su conversación aburrida de siempre, y nos sentamos en otro lado conversando tranquilamente.

Sara(Jr): A partir de mañana, empiezan a venir todos. La casa estará mucho más llena.

Yo: Se echan de menos, sobre todo a Paula, Leo, Noemi y Ruben. Acostumbrados a estar todo el tiempo juntos.

Aitor(Jr): Claro, con nosotros te aburres. Sobre todo conmigo, ¿no?

Yo: Tú no me aburres, me cansas que es distinto. Siempre estás a la defensiva, deberías de tranquilizarte.

Marco: No empecéis, me duele bastante la cabeza para aguantaros. Necesito una cama urgentemente.

Cris(Jr): Después de comer te dejo mi cama, así te echas una siesta y descansas.

Pablo(Jr): La fiesta de ayer fue dura por lo que veo, menudas caras tenéis.

Marco: No vuelvo a dejarme llevar por el novio de Carlota, es un pozo sin fondo.

Cris(Jr): Carlota, ¿tienes novio y no nos lo has presentado? Me parece muy fuerte de tu parte.

Carlota: Llevamos poco tiempo y vamos despacio, ya os lo presentaré a su debido tiempo.

Yo: Paula se va a volver loca en cuanto se enteré, te va a interrogar hasta el cansancio.

Ana(Jr): Eso ni se duda. Paula adora a Carlota y cualquier cosa que haga, le interesa.

Carlota: No le digáis nada por el momento, no quiero que se ilusione y que luego no llegue a nada.

Ivan: ¿Tan poco oficial es para querer llevarlo en secreto? No es normal en ti.

Carlota: En verdad no estoy muy segura, me gusta mucho pero él no me da seguridad.

Marco: Suspira por ti, no digas tonterías. Deberías tenerle más seguridad.

Cris(Jr): Nos lo debes de presentar y nosotros le hacemos el chequeo. Si nos soporta cinco minutos, es que te quiere de verdad.

Aitor(Jr): O huye definitivamente en cuanto nos conozca, que es lo más probable.

Sara(Jr): Y de paso nos traerá a un psiquiatra para que nos encierren a todos.

Marco: Menos mal que mi hermana Ana no está para escucharos, ella y Cris son expertas en terapias psicológicas.

Yo: Mi madre dejo de ir hace tiempo aunque estoy de acuerdo con ella, deberíamos ir todos una vez en la vida.

Carlota: Ir vosotros primero y si eso, voy yo. De momento no lo necesito.

Siguieron con el tema y Marco empezó a chinchar a su hermana, insistiendole para que fuera a un psicólogo. Tenían un royo raro pero se querían como si no hubiera un mañana. La mañana fue muy interesante, Ana estuvo todo el rato con el móvil, Cris intentando cotillear y Pablo demasiado nervioso. Me entretenía ver esa escena, no lo podía evitar. Mi tía Noemi miraba a sus hijos intrigada. Mi madre se reía porque también se había dado cuenta de la situación, era muy observadora. En la comida, nos volvieron a mandar a la salita para que todos estuviésemos más tranquilos. De esta manera, nos servían sin la necesidad de tener que estar levantándose todo el rato. La mayoría estaban medio durmiendo en la mesa, por lo que apenas hablamos. De los jóvenes y después de comer, los más mayores se fueron a dormir la siesta y vino a mi casa Ángel y Clara. Según ellos, se aburrían en su casa y necesitaban salir de allí. Ángel se pego a Ana y los dos se metieron en su mundo, provocando que Pablo estuviera más nervioso.

Segunda Generación #MUGC4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora