Capítulo XXV

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Viernes, 31 octubre 2036

El último día de Octubre había llegado y, con ello, los preparativos de la fiesta de Halloween. El sorteo de los trajes lo habíamos hecho el lunes anterior para poder obtener los trajes con tiempo de sobra. Mi madre estuvo toda la semana decorando la casa con ayuda de mi hermana y mía. La prima de mi madre nos dio cita para el maquillaje y los peinados como hacia cuando mi madre, mis tíos y sus amigos eran jóvenes. No hizo falta ese día que sonará el despertador para que despertarse. En cuanto el Sol entro, mis ojos se abrieron y salté de la cama feliz sin pensar en lo que me traería el día. Preparé una ducha caliente y me bañe lentamente, tenía tiempo de sobra. Me vestí y arreglé después, fijandome en si estaba todo preparado para cuando viniese del insti. Como siempre, baje al comedor con la mala pata de tener allí a mi hermana.

Cris(Jr): Buenas hermanito, hoy no te has podido librar de mi.

Yo: ¿Eso es una señal de lo que vas a intentar esta noche?

Cristina(Sr): No va a hacer nada si no quiere estar más tiempo castigada.

Cris(Jr): Me castigáis siempre sin motivo, ¿por qué me castigasteis la última vez?

Pablo(Sr): Por no dejar de incordiar a la novia de tu hermano, no sé por qué motivo.

Cris(Jr): Eso no es cierto papá, es ella la que le come la cabeza a todos. Hasta Paula se ha puesto de su parte.

Yo: Nadie está poniendo a nadie en contra. Tú estás marginando a Paula por el tío Aitor.

Cris(Jr): Yo no estoy marginando a nadie, la he dejado un poco más tranquila para que pase más tiempo con Leo.

Yo: ¿Te crees tus propias mentiras? Eso ya es un problema serio.

Cristina(Sr): Dejar las puyitas, lo que tenéis que hacer es portaros bien esta noche.

Cris(Jr): Recuerdale a tu prima que vamos a ir esta tarde, así haces algo.

Pablo(Sr): Otra contestación así a tu madre y no sales de esta casa en una buena temporada.

Cris(Jr): Perdón papá, pero mamá está más desocupada que nosotros y es su prima.

Cristina(Sr): Hago más cosas de las que imaginas. No solo hago lo que te cuenta tu querido tío.

Cris(Jr): El tío Aitor no me cuenta nada, no te creas que eres tan importante para él.

Yo: Otra vez te estás engañando a ti misma, me estás preocupando demasiado.

Cris(Jr): ¿Tú estás en nuestras conversaciones para saber de lo que hablamos?

Yo: No hace falta esta ahí para saber como son vuestras conversaciones. Sois muy predecibles.

Cris(Jr): Y tú un listillo, crees que lo sabes todo y no es así.

Yo: No me equivocare mucho, no hace falta que estéis a solas para criticarnos.

Pablo(Sr): Venga, parar ya y terminaros el desayuno de una vez.

Empezamos a desayunar en silencio mientras mis padres comentaban lo que tenían que hacer esa mañana. Al acabar, cada uno se fue por un lado como siempre hacíamos, quedándose mi madre sola recogiendo todo. Me sorprendió ver a Silvia algo rara pero no le dije nada para no presionarla demasiado. Entramos a nuestra clase y yo me senté junto con Leo, mi compañero habitual. La clase fue entretenida, de vez en cuando Marc interrumpía y los demás nos reímos. A las dos, salimos de clase con mucho bullicio y alegría. En mi casa ya estaba la comida lista, así que comí y fui a mi cuarto a disfrazarme. Me había tocado el disfraz de vampiro y, por suerte, mis padres tenían un montón. Al rato, mi tía Ana nos llevo a Leo y a mi al local de su prima. Allí estaba también su hija, mi prima Mónica, ayudándole. Nos quedamos con ella hablando mientras nos pintaba, con Leo iba a tardar más ya que iba de zombie.

Mónica(Jr): Habéis sido de los primeros, ¿os hace ilusión la fiesta?

Yo: Halloween es una de las mejores fiestas, que pena que solo sea una vez al año.

Leo: ¿Vais a ir esta noche a la fiesta? Seguro que os lo pasais bien.

Mónica(Jr): Supongo que Carlota y yo nos pasaremos un rato.

Leo: ¿Está mi tía ocupada de nuevo? Paula está deseando que un día la llame y más ahora que Aitor está pegado a Cris.

Mónica(Jr): Ha encontrado un nuevo trabajo y está súper contenta. Supongo que os verá si o si.

Yo: El que seguro que va es Aitor, no lo aguanto. Está siempre pegado a mi hermana.

Mónica(Jr): El sábado lo vi en una discoteca, bebía como si no hubiera un mañana.

Leo: No me sorprende nada, a mi madre no le hace gracia su vida. Piensa que puede malinfluenciarnos.

Yo: A mi madre le hace mucha menos gracia, se la pasa casi todo el tiempo en mi casa.

Mónica(Jr): Se cansará algún día, ya sabéis como es él. Lo hará por sus padres.

Yo: Pues que se canse ya, ya es hora de que vuelva a su casa.

Leo: Que tranquilidad cuando se marche, sobre todo para la tía Cristina.

Yo: No lo sabes tú bien, no entiendo por qué mi tío le tiene un tanta manía a mi madre.

Mónica(Jr): Eso es porque tu madre es mejor en el estudio y tus abuelos confían más en ella.

Yo: Supongo que será eso pero no es culpa de mi madre, ella se ha preparado más.

La conversión continuó por el mismo camino y después, ella nos contó como le iba en sus estudios. Estaba en su último curso de universidad, había decidido hace años estudiar bellas artes. En cuanto terminamos, nos despedimos de ella y nos fuimos al local de todos los años. La gente iba llegando, llenando poco a poco el local. La fiesta iba muy bien, aunque mi hermana seguía haciendo de las suyas. Esta vez era algo peor porque iba acompañada de Aitor, pero hasta la media noche no llego lo peor. En un descuido, mi hermana y mi tío empezaron a incordiar de nuevo a Silvia. Ella no pudo más y empezó a soltar todo lo que pensaba, desahogándose de una vez por todas y dejando a mi hermana en ridículo. Después, Silvia me pidió que la acompañase para hablar a solas. Ella me dijo que no aguantaba más, que nuestra historia de amor se tenía que acabar. Yo, destrozado, fui a buscar a los causantes.

Yo: Vosotros dos, hasta que no lo habéis conseguido, no habéis parado.

Cris(Jr): ¿De qué hablas? ¿No habrás bebido junto con Marc?

Yo: Sabes que yo no bebo, pero tú y nuestro querido tío habéis conseguido que Silvia me deje.

Paula: ¿Cómo? ¿Y eso? ¿Cómo estás, primo? Debes estar destrozado.

Yo: Más de lo que parece aunque seguro que dos personas que están en este local deben estar disfrutando.

Aitor(Jr): Yo no estoy contento por ello, pero ya era hora. Esa chica no pegaba en la familia.

Cris(Jr): Además, nosotros no le hemos puesto una pistola en la cabeza para que lo haga. Ha sido decisión suya.

Yo: Agobiarla, menospreciarla, insultarla y molestarla no ha tenido nada que ver- dije con sarcasmo.

Leo: No va a recapacitar, vámonos a descansar. Quizás mañana, Silvia hable contigo y lo solucionéis.

Yo: Eso no va a pasar, Silvia está cansada y la culpa es de mi hermana. Hasta que no lo ha conseguido, no ha parado.

Cris(Jr): Eres un pesado, que yo no he hecho nada. Cada uno es libre de hacer lo que quiere.

Yo: A mí no me vuelvas a hablar. Olvídate de que tienes un hermano para toda la vida.

Cris(Jr): Venga, no seas exagerado. Hay chicas mejores que querrían estar contigo.

Yo: Espero que nunca te enamores y te dejen, aunque te lo mereces para saber lo que es.

Leo: Déjala y vámonos a casa, mañana estarás más sereno.

Le hice caso y le pedí a Mónica que nos llevará a casa. Mis demás primos se sumaron y Carlota cogió también el suyo mientras que Ana se llevaba a Marc en la moto. Nos quedamos un rato hablando mientras lloraba, después me quede durmiendo. Estaba fatal anímicamente y muy enfadada con mi hermana. Ella no sabía el daño que me había hecho y que no quería saber nada de ella en un buen tiempo.

Segunda Generación #MUGC4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora