"Te instruire y te mostraré el camino que debes seguir, te aconsejare y no quitare de ti mi mirada"Salmo 32:8
(*)
Todo estaba tranquilo. Al menos, lo estaba hasta que llegaron ellos, los demonios, y comenzaron a matar a los estudiantes y profesores.
—¡Diana, vamos! —Cam gritó tomando mi mano y sacándome de la cafetería.
No sabía donde estaba Azafeth y eso era lo suficiente para ponerme nerviosa. Todos corrían histéricos por los pasillos hasta que vi a Samid y Reyna mirar hacia afuera.
—Mammón y todos los demás príncipes están aquí —susurró Samid, el cielo estaba gris y el fuego reinaba por todos lados.
Los demonios mataban a las personas sin piedad, haciendo que algo dentro de mi pecho se retorciera. Esperaba que Lola, Shawn y Yoo no estuvieran entre esa multitud.
—Ellos están bien, Eldric los llevó a un lugar seguro —murmuró Reyna mirándome con tranquilidad. Yo en cambio no sabía por dónde empezar, si todos estaban aquí entonces Luzbel estaba cerca.
Pero estaba preocupada por Azafeth, no lo veía por ningún lado.
—¿Podremos con ellos? —pregunté mirando a Cam. Él ladeó la cabeza y sacó sus dagas de su pantalón.
¿Quién rayos iba armado hasta los dientes a la universidad?
—¿Qué? Hay que estar preparado siempre —murmuró encogiéndose de hombros. Sacudí mi cabeza—. Podremos con ellos hasta cierto punto, pero igualmente deberías llamar a Uriel.
Señaló a Ahmm mientras salía a toda velocidad a combatir. Miré a Reyna, quien miró a Samid y sin decir nada fue detrás de Cam. Me arrodille en el suelo y cerré mis ojos.
"Ángel Uriel, yo te llamo. Quien me ayuda siempre, el ángel de la batalla. Oh, arcángel Uriel, responde a mi llamado"
No pregunten, por que en realidad casi siempre solo digo Uriel y aparece, pero este caso es diferente. Este era un llamado de guerra.
Ahmm brilló y susurró, alce mi mirada hacia Reyna quien me miraba expectante. Vida apareció en mis manos y Reyna sacó una mini-espada de su jean. De verdad, todos iban armados.
Ella y yo corrimos. Apenas salí extrañe el aire frío de adentro, afuera parecía un horno y los edificios caían.
—Diana Trace—. La voz de Belcebú me inundó los oídos. Me gire y lo mire fijamente. Sonreía mostrando sus colmillos y ojos extraños.
—Chico mosca —dije yo avanzando y dando una estocada con Vida.
Belcebú se movió, esquivando los golpes y cuchillazos. Pero no me iba a rendir hasta verlo envuelto en cenizas.
Reyna peleaba con Asmodeo, la gracia y velocidad con la que se movía era impresionante.
Cuando por fin le atine a Belcebú, este se desintegró y un fuego amarillo lo quemo. Leviatán me miró enojado.
—Eres dura de matar —murmuró avanzando hacia mi.
Él atacó primero, antes de que me cortara la cabeza me agache, pero alguien me arañó por atrás; haciendo que soltara un quejido.
Me gire gruñendo para ver a una chica sonreír. La miré con notable ira.
—Grat —dije yo apretando a Vida entre mis dedos. Ella se inclinó al escuchar su nombre. Silbo y del suelo brotó un poderoso y temible dragón.
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Empíreo (Celestial 1#) ✔
Fantasy༺Libro uno de la saga Celestial༻ «Diana, una joven universitaria como cualquiera otra, con dos mejores amigos un poco locos, empieza a presenciar sucesos que le harán ver que no era para nada ordinaria. No era una chica normal, no era quien creyó se...