22. VIGINTIDUO

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—¿Crees que si le compro unos mil tacos dejará a Cam y se irá conmigo? Que yo no tenga novio no significa que deban olvidarse de mí.

Lola hablaba demasiado, supongo porque me había extrañado bastante. Sin embargo, aun me encontraba un poco aturdida por cómo había llegado hasta Phoenix.

Cam quería ver a Shawn, había hecho un viaje por la oscuridad hasta Arizona, conmigo. Sinceramente todo pasó muy rápido, yo estaba hablando con Azafeth tranquilamente cuando de repente aparecí en medio del campus con Cam sonriéndome apenado. Mi novio apareció con cara de psicópata, se acercó a mí y me abrazó como si fuera a desaparecer nuevamente.

Yo hubiera hecho eso también, aún estaba en shock por lo que Cam había hecho.

Por otro lado, los Fonsua, Eldric, Reyna y Samid, había estado haciendo una búsqueda exhaustiva de Drew. Aun así, parecían no haber pistas del paradero de mi hermano.

—No creo, adora los tacos, pero adora más a Cam —dije tirándome de espaldas al césped frío y mojado.

Azafeth estaba de pie junto a mí, como un guardia de seguridad, y Lola lo miraba como si fuera lo mas grandioso que existiera.

Y sí que lo es.

—No lo sé, siento que se ha olvidado por completo de mí. Soy su amiga casi desde pañales, y a Cam apenas y lo conoce —dijo sentándose a mi lado.

—Si estas celosa, no va a funcionar. Deja que Shawn sea feliz por una vez en su vida, y no lo arruines. Es lo más que podemos hacer por él.

Azafeth se sentó por fin y me susurro al oído para que Lola no escuchara.

—Diana, le dije a Eldric que nos enviara una señal si hay algun problema —A pesar de que me recorrió un escalofrío, asentí mirándolo.

—¡Oh mira! Un chico nuevo y muy guapo —dijo Lola super emocionada mirando hacia la puerta del campus.

Al dirigir mis ojos hacia donde Lola estaba señalando, senti una terrible ira y quise golpear lo que fuera. La imagen de un Belcebú sosteniendo el cuerpo moribundo de Drew provocó que mi mano fuese hasta la de Azafeth; quien sin dudarlo la apretó y también observo enojado al demonio.

—Tú —dije enojada.

No me importo que Lola nos mirara confundida, me acerqué sin pensarlo mas, con Vida entre mis manos y le apunté directo a la garganta al demonio.

—Venía a entregarlo, porque sus chistes son tan malos que mi señor ya se estaba volviendo loco. Además, ya no nos sirve. Hicimos lo que nos ordenó —espetó demonio mirando a Drew con interés, lo empujó haciendo que mi hermano se estrellara contra mí, lo agarre antes de que se cayera.

—¿Estas bien? ¿Te hirieron? —le pregunté tomando su cara y viendo si tenía algún rasguño.

Él negó asustado y me abrazó hundiendo su cara en mi cuello. Le lancé una mirada furiosa a Belcebú, quien iba a acercarse, pero antes de que lo hiciera Azafeth ya estaba junto a mí.

Lola nos miraba con sus ojos abiertos de par en par, como si no tuviera ni idea de lo que sucedía. Y era normal, ella solo podía ver a Drew.

—Vete —ordenó Azafeth, el demonio sonrió haciendo una especie de inclinación y se disolvió en humo negro.

Miré a Drew, estaba acurrucado contra mí mientras temblaba levemente. ¿Qué rayos le habían hecho? Su piel estaba hirviendo y temí que se comenzará a derretir como una paleta por la fiebre.

—Esperen, ¿Diana conoces al chico? Por qué siempre tu eres la que debe conocer a chicos ardientes —bufo molesta mientras se levantaba del césped. Drew la miró y pude ver cómo el cerebro de Lola hacía clic—. Dios, Diana, ¿hay algo que yo no sepa? —preguntó Lola mirando a Azafeth y luego a Drew—. ¡¿Tienes un amante y no me lo habías dicho?!

Empíreo (Celestial 1#) ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora