Un alma rota [AU's de Undertale X Reader]

Capítulo 34

Adiós Chicos 4/

***

Fueron un par de minutos el que tardó el ascensor en bajar y unos 3 segundos en que la puerta se abrió en la oscuridad, para salir a una habitación que parecía vacía

—¡Dónde esta maestra!— me adentro un poco mas, pero no había contestación, seguí caminando más dentro

—¡Donde te escondes maestra Alphys!— grite aún más fuerte

—¡No podrás esconder a los humanos, ni a ti misma, por siempre!— avanzó entre las tinieblas como compañeras de mi alianza, me deslizó entre cada esquina, buscando y mirando en cada rincón

—Se que aquí están, puedo sentir el miedo en el aire— me detuve en cuanto escuche un ruido, mire a mis espaldas, sonreí, era un pequeño juguete, me acerque para agacharme y levantar un carrito de madera de color rojo, con número 9 pintado de amarillo.

—¡Vaya monada!— dije con sarcasmo, aquí estaban, pero todo estaba en silencio, mire con detalle el carrito

"¡Mira mamá, papá me trajo esto!"

Presione el juguete con mis manos

"Es un carrito, los humanos más pequeños juegan con esos juguetes"

Sentía mucha rabia y aventé el juguete a la pared para verlo romperse en pedazos, el estruendo provocó un eco para mirar a mi.alrededor lleno de cajas, le di una patada a la más cercana de mi, y después a otra, pero no había señas de nada, sin embargo...

—¡¿Quieren jugar?!— ya los había encontrado

—¡Entonces juguemos!— grite aún más fuerte

—Listos o no a ya voy— empecé a entonar

—Donde se escondan. Los encontraré…— di una pequeña carcajada seguí mirando el lugar para patear otra caja

—1, 2, 3 por Andrés pues le acabo de ver los pies!— miraba alrededor sin dejar de cantar

—Uno en el patio y otro en el balcón, alguien entró y se los arranco— me carcajeo de lo emocionada que estoy

—1, 2, 3 por Inés está colgando de un árbol— le di una fuerte patada a otra de las cajas, para escuchar un pequeño y muy leve llanto

—Una soga al cuello expiró, y le faltan los brazos— se escuchaba aterrado, pero aún así seguí cantando

—1, 2, 3 por Juanito que asomó la cabeza— trataba de no soltar en fuertes carcajadas para poder seguir con mi canción para este divertido juego, así que solo le di otra patada a otra de las cajas

—las pistas de tu sangre descifrar, más tu cuerpo no encontré— se sentía la tensión en el aire, la amargura y la desesperación me alentaban

“Salvación por todos mis amigos… aunque algunos ya no estén vivos…!”

No era la primera vez que jugaba a esto, tenía mucho que no lo hacía, estaba realmente feliz de jugar aún que sea un rato

“Ahora vete y contaré hasta 10 y si te encuentro te mataré…”

Escucho el murmullo y el llanto más cerca, estoy por llegar al pequeño

—1… 2…— quitó una de las cajas

—3…4…5…— saco mi cuchillo de mi sudadera

—6…7…8…9…— cuento muy lentamente a cada paso que doy