UN PEQUEÑO FAVOR

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P A R T E   E X T R A

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Eran las 8 de la noche el cielo estaba nublado, las calles poco concurridas, y las luces de los faroles empezaron a encenderse una a una. Entre el callejón se podía ver un bulto, una sombra bien escondida en comida en el frío suelo, para levantar su rostro y ver el cielo y después hacia la calle.

Respiro un poco del frío aire que al exalarlo, su aliento se refleja en un cálido humo que desaparece en el aire. Acomodo sus audífonos y sacó su celular de su sudadera para ver la hora. 8:10 pm. Miró de nuevo hacia la calle donde la gente disminuye, regreso su vista a la pantalla para cambiar de canción, guardó su celular para acomodar una enorme mochila que esta a su lado y cerró sus ojos.

Disfrutaba el ambiente de la noche, combinado con la música y la tranquilidad de aquel oscuro callejón, los pocos peatones que pasan la miran temerosos, desconfiados y con intriga, de sólo verla ahí, sola entre la oscuridad. Algunos pasaban sin quitarle la vista de encima, otros se sorprendían y pasaban muy rápido, otros más sólo pasaban temblorosos ante la idea de que fuera un espectro, o un alma en pena.



A unas 3 cuadras atrás, un autobús casi vacío da la vuelta a una esquina para detenerse, mientras que el conductor un monstruo de simpático aspecto pequeño con enormes orejas y una bufanda cubriendo todo su diminuto cuerpo, se estiraba con trabajos desde un aciento elevado con libros, para jalar una palanca con una rueda roja.

-Deja que te ayude- una chica humana con sus ojos cerrados, una débil sonrisa y un aire de bondad y tristeza jaló la palanca, las puertas del autobús se abrieron y el monstruo se sintió aliviado pero la miró preocupado.

-Gracias Frisk, pero, ¿Estas segura de querer bajar aquí?- Ella podía ver la preocupación en sus ojos, pero asintió acomodando la enorme mochila en su espalda y el abrigadora chamarra azul con líneas rosas para ponerse el gorro.

-Estaré bien, sólo no le digas a nadie que me viste aqui- aun con dudas asintió para verla bajar del autobús, una vez bajo miró su celular 8:45, ella lo guardó y empezo a correr para buscar el edificio en el que se encontraría con los demás, hasta ver desde la lejanía, la entrada a una bodega abandonada, donde se presume estar maldito y custodiado por los fantasmas de los trabajadores que murieron en aquel lugar.

Se detuvo en seco, para mirar a todos lados pero no vio a nadie alrededor más que una pareja muy melosa en la otra acera que esta cruzando la calle, recargados en la cortina cerrada de un puesto, sacó de nuevo su celular 8:58, revisó los mensajes viendo el último.


PAPYRUS

Nos veremos a las 6:30 de la tarde, y será mejor que nadie llegue tarde o yo el Gran Papyrus tendré que ir por ustedes a sus casas, Nyehehehehhe...


Esperaba ver aun que sea a Papyrus con su mirada molesta y revisando el reloj cada dos minutos, pero no había nadie. Respiro profundo para bajar su mochila al suelo después de guardar su celular, paso sus manos por sus hombros para sobarlos por el cansancio, para sentir que algo estaba detrás de ella. El escalofríos en su espalda recorrió sobre su espina dorsal, para armarse de valor y decidir voltear, pero antes de poder hacerlo, un brazo rodeó su pecho al mismo tiempo que una mano cubría su boca, en ese segundo sintio la respiración exalando en su cuello, para jalarla hacia la oscuridad del callejón.

Un alma rota [AU's de Undertale X Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora