D O S

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Desperté en cuanto sentí mi barriga gruñir del hambre, había dormido unas 2 horas, me dispuse a salir de mi habitación para ir a la cocina, al llegar vi a mi madre charlando con una señora.

—Cariño ven, te presento a la señora Yang. —la señora era muy linda, cabello negro un poco más abajo de los hombros, piel clara y ojos negros rasgados, era coreana obvio.

—Hola —hice una pequeña reverencia.

—¡Oh ven acá, estoy tan harta de las reverencias!. —me acerqué a ella y me saludo con un beso en la mejilla.

—Mi nombre es ___ —le sonreí.

—Soy la señora Yang —imito mi acto—. ¿Cuantos años tienes? —me miró con un poco de curiosidad.

—Tengo 16 años. —mire a mi madre después a la señora Yang.

—Casi igual que mi hijo. —susurro levantando una ceja a lo que yo reí.

—¿Perdón?. —creo que mi madre no entendió la referencia.

—Que casi igual que mi hijo, sólo que el tiene 17. —vaya quien lo diría— ¿Y te gusto tu cuarto?.

—Claro que me gusto, el color lila es mi favorito; ¿Y su hijo en donde está?. —como porque hice esta pregunta.

—Con calma cariño. —hablo mi madre con un tono burlón, a lo que yo la mire mal y la señora Yang reía.

—Mi hijo eligió el color —sonreí— Él esta en un fansign con sus amigos. —quede sorprendida.

Lo que me faltaba, podría tolerar a una vecina que le gustaran los coreanitos estos, pero ¡¿UN VECINO?!.

—Ah... —dije con asombro y continúe—:Así que a su hijo le gust... —mi madre no me dejo terminar esta incomoda conversación con la señora Yang.

—Hija por qué no vas a caminar, para que conozcas un poco. —‹‹¿en verdad era mi madre?.››

—Claro. —no desaproveche la oportunidad—Y gracias por la habitación tan bonita. —tome algo de dinero, mis zapatos y salí en cuanto pude.

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Caminaba por las calles de Corea, eran las 5 de la tarde, casi olvido que tenía hambre antes de pasar por esa conversación incomoda que tuve con la señora Yang.

Pasé por un establecimiento donde vendían café, helados y así; decidí entrar, sería la primera vez que pruebo algo acá en Corea, al entrar vi como habían grupitos de personas en sus respectivas mesas.

—¿Que llevarás?. —desvíe mi mirada hacía la voz que me llamaba.

—Perdón, pero soy nueva en Corea, me podría decir que es lo que más llevan. —mire al señor que se encontraba del otro lado.

—¡Oh por supuesto! —comenzó a poner helado en un tazón—. ¿De donde vienes? —me miró con curiosidad.

—Gracias —le sonreí— Vengo de México. —mi sonrisa seguía.

—¡Vaya!, tenemos a una latina aquí. —me sonrió, sin duda un buen hombre—. Toma, es lo que más llevan acá; y por el dinero no te preocupes, va por cuenta de la casa. —me negué pero el insistió, en el tazón habían bolitas de helado de distintos sabores por lo que veo, junto con una botella de agua.

Me dirigía a algún asiento solo; una pareja comiendo muy cómodamente, un grupito de chicas que me miraban algo extraño, un anciano, otro grupito pero esta vez de chicos, ellos si que me miraban extraño; después se encontraba un asiento vacío. Ahí estaba yo siendo observada por esos 5 o 8 chicos, comenzában a reír, ¿acaso de mí?, los mire con el ceño fruncido, a lo que ellos reían pero creo que no de burla, tal vez les daba ternura; veo como uno se para de su lugar y camina hacia mi, comencé a comer en ese momento.

—Hola —lo observé— Me llamó Jisung, ¿podría sentarme?. —al ver que yo no respondía nada tomo asiento.

—¿Hola? —por fin hable— ___, soy ___. —extendí mi mano en forma de saludo a lo que el tomo mi mano de la misma manera.

—Así que vienes de México. —alzó una ceja.

—Así que estabas escuchando mi platica. —ahora yo alcé la ceja— Si, vengo de México. —él se asombro.

—Ya veo. —su mirada se paso de mi cara a mis pechos.

—Y, ¿Qué te trae por mí mesa?. —cruce mis brazos para que este dejara de verme.

—Bueno verás, me gus... —no pudo terminar la oración ya que fue interrumpido.

—Pollito porque no dejas a la latina en paz. —este lo abrazo por los hombros y tomó asiento, ¿Qué acaso acá dice "toma asiento"?.

—Yo... —nuevamente no termino.

—Haber, si me hacen un espacio -otro chico ahora— Hola mi nombre es Chenle. —hablo sonriente.

—No creo que haga falta presentarnos, ya nos conoce —hablo el segundo en llegar, yo estaba más confundía de lo normal— Supongo.

Aquí viene otro chico, creí que hacer amigos iba a ser más difícil, bueno si es que estos son amigos.

—Chicos el manager esta llamando, nos quiere ahí en 10 minutos. —me dedico una sonrisa y yo hice lo mismo, ¿manager?, ¿serán los bts que tanto le gustan a Bea?.

—Bueno ___, fue un gusto conócete —hablo Jisung mientas los otros chicos ya iban saliendo del lugar.

—El gusto fue mio "pollito". —hice comillas con mis dedos, el solo soltó una risa.

—¿Podríamos intercambiar números?. —me dio su celular.

—Claro. —apunte mi número y regrese el celular.

—Park, ¡apúrate!. —así que se apellida Park.

—Bueno me tengo que ir. —me sonrió por última vez, se dio la vuelta y salio del lugar.

Después de todo eso, decidí que era hora de regresar a casa, antes de salir le di las gracias al señor del lugar y camine a mi casa.

Esto sin duda lo tiene que saber Bea, tal vez y si son sus bts o sus niños perdiós, no se que tantos nombres les pone.

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Segundo capítulooo💕
Espero que les este gustando, se que tal vez no porque aun no sale él bebé, pero se viene lo mero mero🌚

Nuevamente perdonen si hay errores de ortografía:(

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Two Ways ¦ Jeongin y tú ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora