Two Ways ¦ Jeongin y tú ¦

T R E C E

Y así paso una larga semana, los chicos volvían mañana y las clases serían en 3 días.

Ahora vamos con mi madre, a comprar cosas necesarias para el instituto, Bea asistirá al mismo instituto que yo; me gustaba el olor de los útiles nuevos, pero no me gustaba para nada usarlos.

—Y entonces... ¿podré conocer a Hyunjin? —pregunto mi amiga.

—¿Qué no era que te gustaba Felix? —detuve el carrito y la miré.

—Bueno es que...—buscaba alguna excusa—, Hyunjin rompe con la lista de tus "bias" —hizo comillas con sus dedos.

—Ya te veré, aguantando cada comentario que hacen —reímos y puse en marcha el carrito.

Llegamos a casa y cada quien partió a su respectiva habitación, con sus respectivas cosas recién compradas.

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—¡PERO NO TE PUDE BESAR! —expresó Bea—. ¡TU ERES DEL OTRO! ¡ALÉJATE DE MI BIAS! —me eche a reír ante sus comentarios.

—¡Basta Bea! —dije entre risas—. Sólo es una serie —reía.

—Cállate —ella tiro un cojín en mi dirección, pero como no estaba mirando, no me golpeó.

—Deberías de tener más puntería —esta vez fui yo la que lanzó el cojín...y si le di.

—¡HAZ INICIADO LA GUERRA! —sus gritos eran más molestos que los de Chenle.

Ambas nos encontrábamos enésima de un sofá, la distancia era algo larga; ninguna lanzaba el primer golpe hasta que....

—¡Aquí no hay guerra si no está Seungminnie! —me giré y pude visualizar al dueño de esa voz. Por otro lado, recibí un golpe en la cabeza, Bea de la emoción lo lanzó.

—¿Cuándo han llegado? —dije aún sobre el sofá.

—Hoy, el vuelo se adelantó —camino hacia mi—. Los chicos están en casa de Jeongin —dijo de la nada.

—Que bien —lo que no quería escuchar, ese nombre.

—¡Oh!, ¡hola! —Seungmin se acercó a Bea.

—Ho..ola —reí ante su nerviosismo.

—Soy Seungmin —se inclinó.

—Beatriz —copió el acto de Seungmin.

—¡YA HEMOS LLEGADO! —entró Jisung con los chicos atrás de él—. Tú madre nos ha dicho que estabas acá.

—¡Hola! —añadí emocionada.

—¿Qué haces subida ahí? —pregunto Minho.

Mire a Bea y ella ya no estaba en la misma posición que yo, esta se encontraba sentada y muriendo de nervios.

—Nada, nada —brinque al piso.

—¡___!, te extrañe —Hyunjin salio de la multitud.

—Que empalagoso —hablo Jeongin entré dientes, pero aun así todos pudimos escucharlo.

—Alguien está celoso —agregó Minho canturreando.

—¿De qué? —comentó Jeongin.

—Bueno como decía —interrumpí antes de que el ambiente se volviera raro—. Ella es Beatriz, Bea; es mi mejor amiga —los chicos se inclinaron y puede sentir lo mismo que vea.

—¡Exijo que una de tus amigas tenga mi edad! —protestó Woojin.

—¡Ja! —añadió Chan.