V E I N T I C I N C O

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—Te veo más tarde, supongo. —dijo mi padre al verme bajar del auto.

—Supongo lo mismo. —bufé, cerré la puerta y caminé hacia la entrada del instituto.

Me adentré al gran edificio en busca de mi amiga Bea, por alguna extraña razón necesitaba contarle todo, es la única persona en la que puedo confiar en estos momentos.

—¡___! —giré sobre mis talones al escuchar la voz de un chico—, soy Daehan, por si te has olvidado de mí. —el chico de la cabaña soltó una risa nerviosa.

—Oh no, no; no te he olvidado. —hablé rápidamente y sonreí para ocultar mi nerviosismo.

—¡Oh!, ¿enserio? —preguntó aproximándose a mí.

«¡Pero qué demonios acabó de decir!»

—Bueno yo...

—¡Hey!, te estaba buscando. —una persona se integró a nuestra incomoda escena.

Gire mi rostro en dirección a aquella voz y era Bae Jinyoung, ahora mire a Daehan, ¡espera!, ¿qué?, ¿Bae Jinyoung?

—Mmh..., te veo luego. —Daehan habló tímido y se marchó.

—¿Pasa algo? —cuestione nerviosamente mientras regresaba mi mirada a Bae.

—Te veías incómoda, así que viene a ayudar. —encogió sus hombros y ambos reímos.

—Gracias, te debo una. —di pequeñas palmadas en su hombro derecho, en eso vi a Bea y salí corriendo hacia ella.

—Mira quién viene ahí. —el rubio teñido aviso en voz alta, haciendo que mi amiga se girará.

—Vaya, hasta en China se dieron cuenta de que me acercaba. —me burle y este me miro con cara de pocos amigos.

—¿Quien no diera por escuchar mi hermosa voz? —pregunto Chenle mientras rodaba los ojos.

—Si, si, como digas —imite su acto—. Tengo que hablar con Bea —tome a mi amiga de la mano y Chenle tomo mi mano libre—, a solas. —el rubio hizo puchero, dejó mi mano y caminó hacia su aula.

Con Bea caminamos hasta la cancha que por el momento estaba desocupada, tomamos asiento en las gradas y sin rodeos hablé.

—Bese a Yang. —cerré los ojos en espera de un golpe por parte de Bea.

Pero nunca recibí nada, abrí lentamente uno de mis ojos, el rostro de Bea se encontraba lleno de confusión, ahora mis dos ojos se encontraban abiertos de par a par.

—¿Qué hiciste qué? —susurró y miró hacia sus lados para asegurarse de que no vagara alguna alma por el lugar— ¿cómo pasó?, ¡cuéntame mujer! —me dio un par de manotazos de la emoción.

—Pasó ayer, por la noche, él..., él me lan...—sacudí mi cabeza y continué: —, su rostro estaba tan cerca del mío, supongo que fue el alcohol, si eso fue, el alcohol. —asentí con la mirada perdida.

—¿Y desde cuando bebes alcohol? —mi amiga frunció el ceño.

—Mmh, desde...—fingí estar pensando mi respuesta, pero estaba tomando mis cosas sigilosamente—, ¿ayer? —sin más que decir salí corriendo de ahí.

Bea tardo unos segundos en reaccionar y salió detrás mío, pero los pasillos aún estaban siendo ocupados por la multitud, gracias a eso puede escabullirme entre ellos y llegue a mi aula.

—¿Todo bien? —mi compañero de mesa preguntó preocupado luego de sacarse un auricular de la oreja.

—Oh si todo bien. —le sonreí con dificultad debido a mi falta de aire.

Two Ways ¦ Jeongin y tú ¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora