Two Ways ¦ Jeongin y tú ¦

T R E I N T A Y C U A T R O

Me encontraba desayunando nuevamente un cereal, mientras solo veía la nota de lejos, al terminar deje los trastes en el lavavajillas y como lo hacía últimamente, tomé la nota y la tiré a la basura, lave mis dientes para luego salir.

Hoy era más temprano, por lo que casi no había estudiantes caminando hacia el mismo lugar que yo.

—¡___! —la voz aguda de Suni me hizo dar un pequeño salto del susto—, vamos juntas. —entrelazó nuestros brazos y seguimos caminando.

Su amistad me parecía un tanto verdadera, desde aquel día del campamento no habíamos vuelto a hablar, me pidió disculpas por cómo me había tratado los últimos días del dicho campamento, las cuales acepte, pues éramos las únicas chicas en el grupo de amigos de Jaemin y hacia qué me sintiera menos incómoda.

Al llegar cada una fue a su respectiva aula.

—Hola, ¿te parece si salimos hoy a buscar el material para lo de artes? —cuestionó Kuanlin, quien acababa de llegar con su rostro algo adormilado aún.

Minho había dicho que tenía que arreglar las cosas con Yang antes de que se fueran, pero en realidad no estaba de humor para hacerlo.

—Claro estaría bien. —sonreí.

(...)

—¿Qué haces? —susurro Kuanlin.

Lo miré confundida y después caí en cuenta de lo que estaba haciendo, el profesor de matemáticas hablándome y yo haciendo garabatos en el cuaderno.

—¿Podría mostrarme su avance? —el profesor venía hacia mí.

—Demonios. —dije lo más silencioso posible tratando de intercambiar el cuaderno con el de mi compañero, lo cual no funcionó ya que este se aferró al suyo y no permitió que pasara.

—Vaya a dirección para recibir su detención. —ordeno para luego mirarnos seriamente a ambos.

—Gracias, Lai Kuanlin. —murmuré cerrando fuertemente mi cuaderno, me puse de pie y salí.

Camine hasta la dirección en cuanto llegue, toque, al escuchar una voz dando el permiso de entrar, lo hice.

—Un momento señorita ___.

Asentí y espere junto a la puerta, el chico con el cual estaba hablado se giró, me miro y después sonrió, era Bae Jinyoung.

—Ahora ya sabes a dónde ir, espero ya no verte más por aquí. —el director le advirtió y este soltó una pequeña risa— Ahora sí, pase señorita ___.

Me acerqué al escritorio, así dejando la salida libre para Jinyoung.

—Buenos días, lo que hice no fue tan grave. —me trataba de excusar.

—Sabe que aquí grabe o no, tendrá que ir a detención. —sonrió apenado— Así que cuénteme.

—Solo no preste atención a la clase y el profesor me pidió que saliera. —encogí mis hombros.

—Está bien, está bien —asintió—. No creo que la pongan a hacer mucho, así que no hay de qué preocuparse.

Asentí y salí resignada, ya sabía que tenía que quedarme después de clases.

—Será algo muy difícil si alguien de la empresa no viene por mi..., de verdad no leí los mensajes, está bien, trataré de salir rápido.

Era Yang..., ambos nos miramos, pero el contacto visual terminó cuando él decidió apartar sus ojos de mi para entrar a donde yo estaba antes.