Two Ways ¦ Jeongin y tú ¦

D I E C I O C H O

—Ella está conmigo, no está sola —hablo el chico que vestía idéntico a mí.

—Ya veo. —Bae Jinyoung hablo con seriedad.

Quien diría que nuevamente Yang arruinaría mi oportunidad con Bae Jinyoung...

—Gracias. —mire a Yang con una sonrisa y tome el helado que había traído.

—¿Ustedes... —Bae nos apuntó con el ceño fruncido— ¿Ustedes están saliendo? —soltó de la nada.

—Nosotros... —Yang se apresuró a contestar, pero una voz interrumpió.

—¡Jinyoung! —un Guanlin agitado se posiciono a un lado del nombrado respirando hondo—. Te me perdiste —sonrió ampliamente.

Dio una mirada de pies a cabeza con el ceño fruncido hacia Yang y después hacia a mí.

—Bueno fue un gusto verlos, tenemos asuntos pendientes. —hablo Yang con desagrado pasando su largo brazo por mis pequeños hombros y comenzó a caminar.

—Nos vemos luego chicos. —agite mi mano en forma de despedida.

Nos encontrábamos caminando por el parque de diversiones en la misma posición, aun me quedaba algo de helado, por otro lado, Yang estaba por terminar con el suyo.

—Vaya, vaya —hablo una voz reconocida a nuestras espaldas.

Rompimos la posición y nos giramos.

Así es, era Minho el dueño de aquella voz; este estaba acompañado por los faltantes.

Sonreí nerviosamente y podía sentir los ojos de Bea y Nayun en mí.

—Creímos que los habían raptado —hablo Chan con preocupación.

—O que la habías raptado. —Seungmin salió entre la multitud y se dirigió a mí para posteriormente envolverme entre sus brazos, después introdujo lo que quedaba de mi helado en su boca.

—Bueno...—Jeongin pauso y continuó—: solo fuimos a comprar un helado —dio una sonrisa de lado.

—Bueno yo creo que es mejor irnos, ya está anocheciendo —Chan hablo y todos asentimos.

[...]

En el regreso me senté en Bea, a un costado venía Seungmin y al otro Jeongin.

—¿Entonces solo compraron helado? —preguntó Felix desde el asiento que se encontraba atrás.

Jeongin y yo asentimos.

—¿Creen que esta inocente personita podría hacer otra cosa? —Seungmin movió sus dedos en mi cintura ocasionado un gran cosquilleo.

Por inercia caí recostada en las piernas de Jeongin aun retorciéndome de la risa.

—¿Y ahora qué crees? —Minho hablo girando su rostro desde adelante para ver la escena.

Yang soltó una pequeña risa que hizo que me levantara en cuestión de segundos.

—Por eso no consiguen novia —hablo Seungmin—, por pervertidos. —añadió.

—¿Y tú por qué? —hablo de golpe Hyunjin.

—¡Hey! —exclamo Chan desde el volante—, dejen de hablarse de esa manera. —termino de advertir.

Al escuchar eso Seungmin y yo miramos mal a Hyunjin recibiendo así una sacada de lengua del antes nombrado.

El camino siguió con peleas, cantos, risas y más peleas.