Two Ways ¦ Jeongin y tú ¦

C A T O R C E

Hoy era el primer día de instituto, por lo que me encontraba en el coche de mi padre; Bea y yo aun teníamos cara de dormidas, a Bea siempre le importo su aspecto, a mi...con tal de que vaya con comida está bien.

—Hemos llegado y ahí está el joven Yang —mi padre apunto con la mirada el coche de los Yang—. Él las llevará a dirección, ya saben para el horario y eso —estacionó el coche.

—Está bien, hasta luego padre —abrí la puerta de este y salí.

—Hasta luego —Bea se despidió de mi padre y repitió mi acción.

En cuanto bajamos recibimos algunas miradas, ¿la razón?, ni yo la sé.

—Hasta que llegan, estaba aburrido aquí —caminó hacía nosotras.

—No es para tanto, ¿ya podemos ir? —dije de mala forma subiendo los escalones para llegar a la entrada.

Desde ese último mensaje "Olvida lo que pasó hoy", no hemos vuelto a hablar, los chicos van a mi casa, por lo tanto, él igual va.

—¿De verdad no le hablaras? —preguntó Bea susurrando a un lado mío.

—Yo...yo tengo un orgullo muy grande y lo sabes. —respondí.

—Es aquí —Jeongin detuvo el paso frente a la dirección—. Yo tengo que irme —Bea y yo asentimos, él giro sobre sus talones y miramos hasta perder su figura.

—Bueno, creo que es hora de entrar. —Bea paso su mano delante de mi rostro.

—Tú vas primero. —mis nervios eran tan fuertes que ni entrar podía.

—Está bien. —Bufo.

Bea aún no salía, ¿Será que algo está pasando?, ¡Tal vez y no es nuestro instituto!, ¡Ese niño Yang me las pagará!

—¿Me estas escuchando? —esa extraña voz me saco de mis pensamientos, era Chenle, ¡espera! ¡¿Chenle?!.

—¡Chenle! —este me miro más confundido aún.

—Confirmó que no me escuchaste. —hizo puchero.

—¡Perdón!, ¿Qué me decías? —le sonreí nerviosamente.

—No es nada, solo que te vi por aquí y vine a saludar. —el rubio teñido siempre se veía tan feliz, lo envidiaba.

Bea por fin salió, después de 10 minutos que para mí se sintieron como 10 horas.

—¡Hola! —Chenle al verla sonrió aún más.

—Ho...ola —Bea era igual de nerviosa que yo, pero ella con los chicos.

—Es mi turno, no se vayan sin mi —hice puchero y con cara de sufrimiento di unos pequeños golpes y esperé hasta escuchar un "pase".

—Buen día —saludé y cerré la puerta detrás mío.

—Buen día, este es su horario —paso el papel en donde venía este—. Como todo alumno tendrá que participar en los campamentos y eventos escolares —«¿Campamentos?, de eso no estaba enterada.»

—Me parece bien. —sonreí.

El director decía cada regla que tenía que cumplir, la asistencia y ese tipo de cosas.

—Eso es todo, que tenga buen día, espero no verla tan seguido por aquí. —negué sonriendo.

—Hasta luego. —salí del lugar encontrándome con Bea y Chenle.

—¿Qué aula te ha tocado? —Bea preguntó emocionada.

Eche un vistazo a mi hoja hasta dar con el número— Aula 37 ¿a ustedes? —mire a ambos.