Mi fin de semana había pasado rápido, entre risas y regaños por parte de Kuanlin, quien pasó la mayor parte de su fin de semana en mi casa, debido al trabajo de artes.
El día de la entrega había llegado, Kuanlin decidió que él lo llevaría a su casa para arreglar las últimas cosas y el día de hoy lo llevaría impecable e impecables era como teníamos que lucir hoy. Me paré frente al espejo, hice una mueca al verme, pues no sabía si era lo indicado, una sudadera color celeste bebé, junto a unos jeans color mezclilla y como siempre, mis vans; al final decidí en dejar mi cabello suelto.
Baje y al entrar a la cocina pude ver la nota de mis padres, seguía apareciendo en el mismo lugar; sin leerla, nuevamente la tiré. Desayune rápido, lave mis dientes y salí.
El frío viento chocaba con mi cara, era frío, pero soportable, trataba de caminar lo más rápido posible; si, iba tarde y Kuanlin no me lo perdonaría, aunque la exposición no era a primera clase.
—¿Exposición de Artes? —una voz conocida para mis oídos se hizo presente atrás mío.
Detuve mi andar y giré un poco mi rostro para poder observar a aquella persona y era Bae Jinyoung.
—¿Cómo lo sabes? —lo fulminé con la mirada y cuando estuvo a mi par, volví a caminar.
—Kuanlin. —sonrió apenado.
—Ah, ya veo. —reí.
—¿Ya pensaste en lo que te dije? —cuestionó.
—Yo..., creo que sí, aunque...ya sabes los rumores de los últimos días... —alce mis cejas y deje escapar un ligero suspiro.
—Yo no creo nada de eso, él y yo no nos llevamos tan bien, pero no por eso te hablaría mal de él, solo recuerda que debemos escuchar la verdadera versión. —se encogió de hombros.
—¿A qué te refieres? —cuestioné confundida—, es sobre lo de ayer, que creemos en lo que queremos creer...—agregué y asintió.
—Y a que solo él sabe en realidad lo qué pasó, si él intenta decirte lo qué pasó, deja que lo haga, todos tenemos el derecho de ser escuchados y no juzgados. —argumentó.
Y fue ahí cuando recordé que días atrás él lo quiera explicar y yo lo detuve.
—¿A caso eres...
—No lo soy.
—¡Eres un sabio! —deje de caminar y este poco después lo hizo.
—Claramente no lo soy. —frunció su ceño y comenzó a reír.
—Entonces, ¿por qué me dices estas cosas? —lo mire extraña y seguimos caminado.
—No lo sé..., siempre he pensado que todos tenemos una misión en esta vida y tal vez yo...fui mandado para ayudarte a encontrar tu camino.
—Solo qué..., tal vez mi camino no está yéndose por un buen rumbo. —fruncí los labios.
—Tal vez, pero —pauso—, ¿sabías que tienes que perderte varias veces para encontrar el camino indicado?
Lo mire tratando de entender, ¿quién era en realidad? ¿Y por qué sabe tanto?
—¡___!
Mire hacia la entrada del instituto y ahí estaba Kuanlin, quien en sus manos llevaba la "gran obra de arte", que de hecho ese era su nombre.
—Yo tengo que irme, te veo luego. —Jinyoung revolvió un poco mi cabello y después entro.
—¡Demonios!, mira cómo te ha dejado. —se quejó viendo arriba de mi cabeza.
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Two Ways ¦ Jeongin y tú ¦
FanfictionTwo Ways/Dos Caminos. Una adolescente de apenas 16 años se ve en la necesidad de abandonar su país, para viajar a otro completamente diferente. Yang Jeongin, 17 años, idol surcoreano e hijo de uno de los empresarios más importantes de Corea del Su...
