Two Ways ¦ Jeongin y tú ¦

V E I N T I U N O

—No puedo hacer nada más que esto. —el pelinegro me tomó por la nuca haciendo que nuestros rostros se juntaran más.

—Jeongin... —murmure al sentir sus labios rosando con los míos.

«Oh espera que es esto, ¿estoy temblado por los nervios?»

—___, ¡___! —abrí mis ojos como platos y enderecé mi torso encontrándome con un Guanlin lleno de burla hacia mí, sí, Guanlin me estaba sacudiendo. 

—¡Vaya, vaya! —dijo entre risas— Jeongin —imitó mi voz a lo que yo me levanté y fui hasta él para quedar encima suyo tapando su boca.

—¡Cállate maldito!, nadie puede saberlo —susurré.

—¿Saber qué? —Daehan apareció rápidamente, pero no tanto como yo baje de Guanlin.

—¡Oh!, nada, nada —Guanlin se puso de pie y extendió su mano hacia mí.

La tome y me ayudo a levantar.

—Hay que salir en menos de una hora, con ropa deportiva. —aviso Yuri.

Asentí, me metí al baño, di una ducha rápida, me coloqué la ropa que consistía en un no tan pequeño short, una playera corta, una sudadera algo grande para mi cuerpo encima de todo y mis zapatos.

—Espero que lleves algo debajo de eso. —advirtió Guanlin al verme salir del baño.

—Lo hago. —caminé por su lado y el dio un leve golpe a mi cabeza.

El momento de salí llego, en cuanto me encontraba dentro de toda la multitud me puse a buscar a mis amigos, no ponía atención a las instrucciones, seguía en busca de ellos o eso hacía, hasta que alguien tomó de mi mano haciéndome girar para poder verlo a la cara.

Bae Jinyoung.

—Tú eres conmigo. —hablo feliz y yo lo mire confundida.

—Cl...claro —dije.

Él me jalo hasta cualquier lugar en el campo, quedando frente a una red.

—Sabes cómo se juega esto, ¿verdad? —pasó un balón a mis manos.

—Yo...no puse atención, lo siento. —dije cabizbaja.

—Es solo voleibol pequeña —sus dedos en mi mentón me hicieron alzar la mirada—, estaré contigo. —me sonrió e imité el acto.

—Podrían dejar eso para otro momento. —esa voz la conocía perfectamente.

Yang.

Rodé los ojos al verlo junto a Hana del otro lado de la red.

—¿Por qué a mí? —murmuré tomando posición en dónde Bae me había indicado.

—¿Estás listo para perder Bae? —Jeongin habló mientras peinaba su cabello—, porque te diré algo —pauso y agregó—: ella no sabe hacer nada, solo sabe hablar con sarcasmo...ah y hacerte perder. —una sonrisa cínica se mostró en su rostro.

—¡Podrías callarte! —exclame ya molesta—. Tú no sabes hacer otra cosa más que molestar, estar con chicas y...y...—mire a Bae en busca de insultos.

—Si no tienes más insultos, que empiece esto. —se puso en su lugar.

—No le hagas caso pequeña —susurró Bae.

Bae comenzó golpeando la pelota, Yang no lo pensó ni un momento y golpeó más fuerte, Bae se interpuso entre la pequeña pelota que venía en dirección a mí, esta cayó del otro lado, dando así un punto a nuestro favor.