Two Ways ¦ Jeongin y tú ¦

D I E C I S É I S

—¿Qué hizo Jisung? —preguntó Felix ya enésima del nombrado.

Jisung se encontraba con los ojos muy abiertos y con una pieza de pollo en su boca.

—Él no. —hable ente risas.

Jeongin había llegado a la sala para observar la escena.

—¿Park? —preguntó Bea y asentí.

—¿Qué pasa con Jisung Pa...—el sonido de la puerta no dejo terminar a Chan.

La madre de Jeongin había llegado.

—¡Oh! —expresó—. No sabía que estaban todos aquí —una amplia sonrisa se hizo presente en su rostro.

—No se preocupe, ya los he alimentado —hablo Chan con orgullo.

—Tan lindo como siempre —respondió la madre de Jeongin—. Por cierto ___, tu madre ha dejado las llaves aquí —apunto a cualquier lugar de la casa—, dijo que las olvidaste está mañana.

—Soy muy olvidadiza —hice una mueca—. Muchas gracias por la comida chicos, Bea y yo tenemos unas cosas que hacer —camine junto con Bea hacia la madre del niño Yang.

—¡Yo quiero ir! —alegremente agregó Seungmin.

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Ya había pasado tiempo desde que estaba en casa, Seungmin ya había regresado a su casa, ya que era un poco tarde; ahora estoy en la cocina con Bea, ambas estamos "cenando" un cereal.

Con Jisung, le dije que tenía unas cosas que hacer, él lo comprendió y lo dejamos para otro día.

—Ya he llegado —mi madre había entrado a la cocina.

—¿Tan tarde llegaras? —pregunté con tristeza.

—Trabajo es trabajo —encogió sus hombros he hizo un gesto con su mano.

—Hoy estuvimos en casa de los Yang —habló Bea.

—¿Y cómo estuvo? —preguntó mi madre caminando por la cocina—, ¿estuvo mal? —se giró para mirarnos.

—No para todos —Bea me miró pícaramente.

—Entiendo esas miradas —Mi madre hablo entre risas.

—No sé de qué hablan. —levante mi trasero y en mis manos lleve los trastes sucios a su lugar.

Me despedí de ambas y subí a mi habitación, al estar dentó de esta me aseguré de que la puerta estuviera bien cerrada para poder así desprenderme de la apretada ropa que llevaba desde la mañana. Ya con el pijama puesto me dirigí al baño; hice mis necesidades, amarre mi cabello y salí.

Estaba por quedar dormida, pero...recordé aquel papel que me hizo un gran lio esta tarde; no lo había sacado del bolsillo trasero de aquel pantalón viejo. Fui hasta el, con el en manos me senté en la orilla de mi cómoda cama, tomé el celular y comencé a pasar cada número a este.

Tras pensarlo no más de 5 veces, decidí que era bueno enviar un mensaje a aquel chico de cabeza pequeña.  

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Jinyoung

Yo: ¡Hey!, Bae Jae young,
¿cierto? (10:57 pm)

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Por una extraña razón comencé a temblar; me tire en la cama intentando caer dormida, pero no podía...¿será que son nervios?, ¡demonios __!, solo es un chico.