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  - Váyanse. – les ordenó Wonho. Bajó la mirada e intentó no desesperarse mucho por ella.

- No, yo me voy a de aquí... - susurró Minah, entre lágrimas. Intentó irse, pero Wonho le interrumpió el paso hacia la puerta cogiéndola de la muñeca. - ¡suéltame! – le gritó y soltó su muñeca rápidamente al sentir el contacto de su piel contra la suya. Ya nada era lo mismo. Nunca volvería a verlo con los mismos ojos.

Wonho tragó saliva. Endureció los puños. El pulso le iba muy rápido. Atrás, I.M, Jooheon y Shownu observaron la escena. Al observar la mirada de Wonho, los tres decidieron irse. Aunque ninguno conocía muy bien la historia de los dos, aquello había hecho que al menos Shownu se diera cuenta de cuán importante era Minah para Wonho. Y este caminó en dirección a Minah. Estaba desesperado por explicárselo todo de una vez y que ella pudiera perdonarlo. Lo único que no deseaba era...

- Te odio. – Wonho soltó aire. Aquello había dolido muchísimo. Trató de llenarse de valor para mirarla a los ojos. – te odio. – le repitió.

- Dame una oportunidad de explicártelo todo por favor...

- ¿Qué vas a explicarme? – le preguntó levantando los hombros y dejándolos caer de nuevo. – ya lo sé todo Wonho. Te llamas así ¿verdad? – lo miró a los ojos. Llena de rabia. De ira. Le dio la espalda. No era lo suficientemente fuerte como para que este la viera llorar de esa manera.

- Minah yo... - susurró. Sus sollozos se escuchaban en todo el departamento. Y viéndola ahí... de espaldas, solo llenaba su corazón de ganas por consolarla. La quería muchísimo. Más de lo que él mismo se había limitado. – no quería engañarte... te lo juro... solo...solo quería...

- ¿Querías qué? – gritó ella, volviéndolo a mirar. - ¡te odio! – le dijo sin parar de llorar. Y él, al tenerla cerca, jaló sus brazos hacia su cuerpo e hizo que esta la abrazara a la fuerza. El cuerpo de Minah se resistió. Trató de despegarse de él con todas sus fuerzas. Golpeando levemente su pecho con sus pequeñas manos. Pero poco a poco... se hizo débil, más de lo era y estaba, y fue cayendo en sus brazos lentamente. Sin dejar el llanto. No podía con esto. Wonho besó suavemente su cabeza. Sintió como las manos de ella se debilitaban poco a poco haciendo que sus brazos bajaran la resistencia. Parecía una pluma. Tan débil. Y en los brazos de él. Una pluma en los brazos del fuego.

- Sh... - le susurró Wonho. Cerró los ojos y la abrazó fuerte. Se hundió entre su cabello y su olor. – perdóname bonita... por favor...

- Suéltame... - le rogó ella, entre sollozos. – suéltame, te lo pido. – volvió a pedirle. Wonho soltó lentamente su cuerpo. Había algo que le cubría ligeramente la vista y se la obstruía ligeramente.
La dejó libre.

- ¿En serio ibas a fijarte en mí? – le preguntó con la voz en un hilo. Tenía los músculos tensos. Todo en él, dependía de ella. De cómo reaccionara. De si podría o no perdonarlo. Esa persona. Esa mujer, se había convertido en lo más importante. Minah levantó la mirada. - ¿en serio te habrías subido al auto de un maldito ladrón como yo? – ambos se miraron. Sosteniendo cada uno la mirada del otro. – ¿en serio habrías aceptado ser la novia de un tipo como yo?

Ella mordió sus labios. Trató de desviar la mirada de sus ojos desesperadamente.

- Sí, te engañé. Te engañé porque sabía perfectamente que si te decía la verdad... jamás te habrías fijado en mí. – le confesó.

- Tú no eres ninguna víctima Wonho. – contestó Minah.

- Te quiero gatita...

- Tú no quieres a nadie. - Minah tragó saliva. Dentro de ella, aquella frase también le había herido. – me das... me das tanto asco... - lo miró a los ojos. Wonho se quedó sin aliento. – no quiero seguir así... yo... no puedo... - negó lentamente con la cabeza y sin darse cuenta, se encontraba llorando de nuevo. Su corazón se volvió pequeño. Ella se volvió pequeña. Tan débil. – no podemos... seguir...

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