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  La mirada de HyoSung recorrió a Minah y viceversa. Por fin frente a frente después de dos largos años.

- ¿Tienes tiempo? – le preguntó la morocha. Traía una cazadora de cuero roja, unos jeans y unas botas.
Minah se quedó mirándola sin responderle. Aun podía sentir la irritación que había sentido al ver a Wonho junto a ella ayer.

- Sí. – afirmo tranquila y sin intimidarse. A pesar de que la comparación entre ambas era bastante definidora. La ropa de HyoSung podía costar lo que Minah ganaría en un mes ahí en Houston. Pero eso no cambiaba la gran diferencia que también había en el físico. Minah tenía mucha ventaja, por ese lado.

- Siéntate, si quieres. – ofreció HyoSung, señalando con la mirada el asiento de al frente.

Minah miró a su alrededor, no había más que una pareja al otro extremo de la cafetería, comiéndose entre ellos, que por supuesto no la necesitarían. Así que lo hizo, jaló la butaca y se sentó sobre ella.

HyoSung se inclinó y bajó la mirada, como si estuviera buscando las palabras adecuadas. En la mañana, había decidido seguir a Wonho hasta donde este había escapado. Encontrando así el paradero de Minah.

- Soy Jun Hyosung. – estiró la mano y Minah la estrechó con la suya. – ayer pude verte en el club.

- Sí. Estuve ahí. – respondió Minah, sin abstenerse de nada. Vamos. Se había enfrentado a tantas cosas, podía con esto.

- Supongo que debes saber quién soy ¿verdad? – enarcó una ceja, expectante.

Entonces... ¿había ido por Wonho?

- Sí. Creo que sí. Y supongo que tú también debes saber quién soy yo... ¿verdad?

Ambas volvieron a mirarse. Los ojos marrones de HyoSung cambiaron de matiz.

- Sí. Lamentablemente lo sé. – afirmó ella. – y estoy aquí por eso.

- ¿Has venido en representación de Wonho? Porque si es así, estás perdiendo el tiempo.

- ¿Te sorprendería?

- La verdad no. Pero no creo que a Wonho le haga falta que su novia venga a hablar por él.

HyoSung alzó los hombros, desviando la mirada.
Ligeramente ardida por las palabras de Minah. Pero sabía controlarse.

- A este juego podemos jugar las dos Minah. También conozco muy bien a Wonho. Tal vez tanto como tú. Y sí, estoy aquí por él, pero también por mí. - se detuvo y observó a Minah. Una ola de celos invadió su interior al mirar y admitir lo preciosa que era. Pero eso no la derribaría. No ahora, que había logrado llegar hasta ella y por fin poder enfrentarle. – voy a ser muy clara contigo, porque tampoco me gusta perder el tiempo. Quiero que te alejes de él.

La frase hizo que la piel de Minah se erizara. Su corazón palpitó con fuerza, estaba llena de adrenalina y la vez con muchas ganas de discutir. Pero algo le debilitó, evitándole responder.

- No puedes venir y jugar con él de esa jodida manera de nuevo. – le dijo, dejándola sin aliento. – no tienes una idea de cuánto sufrió cuando le dejaste. Pero yo sí. Y no quiero volver a verle así por una niñata indecisa como tú.

Minah tragó saliva. Vamos... respóndele Lee... dile algo, maldita sea.

- Y te lo vuelvo a decir. Quiero que te alejes. Que vuelvas a donde sea que te fuiste cuando le dejaste. Pero no quiero que le vuelvas a hacer lo mismo ¿vale? Wonho y yo estamos mejor que nunca. No vas a arruinar todo esto con una simple aparición que seguramente para ti no significa nada ¿o sí? ¿me vas a decir que sigues enamorada de él después de dos años? Por favor Minah. Vete. O al menos no hagas que Wonho vuelva a sufrir de nuevo tanto como lo hizo.

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