ΦVIIIΦ

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  Apartó sus braguitas e hizo que el pene de Wonho se metiera a ella sin previo aviso.

- Eso es... - elevó las caderas, metiendo aún más su dura polla. Minah hizo lo contrario, aplastándose aún más. – eso es... - indescriptible. A continuación, sentía que un espasmo le recorría el cuerpo de pies a cabeza. No podía controlarse, Era muchísimo. Cada sentimiento y sensación eran un remolino interior. Una lucha consigo mismo por no salirse por completo de control. Minah se inclinó un poco, moviendo sus caderas en círculos. Las manos de ambos se rozaron intencionalmente, y él hizo que el acto se completara al entrelazarlas con las de ella.
provocando que Minah soltara un gemido.

- Más... - murmuró. Wonho alzó un poco más las caderas, sintió como las pequeñas manos de Minah  apretaban las suyas. 

- ¡oh! – gimió ella una vez más. No había nada que le excitara más que verla así. Cada faceta suya era fantástica. Nunca había disfrutado tanto follando a alguien como con ella. Asimilaba cada gemido, cada movimiento, cada gota de sudor, cada grito, cada apretón... todo...

Bajó las caderas, Minah soltó un respiro que estuvo acompañado con otro gran gemido que salió de sus labios. Wonho la había penetrado de nuevo y sin ningún aviso. Aquello le encantaba. Él... él le encantaba. Todo. Y entonces... pensaba...¿quién es él? mordía sus labios mientras Wonho continuaba acelerando el paso de sus embestidas. Y ella gemía...pero pensaba...¿de dónde ha salido? Y él continuaba, Le había atraído con la fuerza de sus manos hacia él, haciendo que se acueste sobre él. Sus senos chocaron con sus músculos. A la misma vez, sus rostros quedaron juntos...mirándose. Y un pensamiento más, una pregunta más: ¿Por qué ha aparecido justo ahora?

- ¿En qué piensas? - le preguntó él. Su voz estaba agitada, y su rostro dejaba caer la primera gota de sudor. Minah tragó saliva. No se había percatado, pero las manos de Wonho le abrazaban los muslos.

- En ti...

- ¿Por qué?

- ¿Quién eres?

Wonho soltó una sonrisa. A Minah se le hizo difícil aguantarse las ganas de besarlo, Era guapísimo.

- ¿Por qué me preguntas eso de pronto? - suavemente, acarició la piel de Minah sobre sus piernas. Ella se mojó los labios, y al hacerlo, recibió un pequeño beso de parte de él.

- Quiero saber de ti...

- No, no quieres...

- Quiero. – repitió.

- ¿Por qué? Así estamos muy bien. – volvió a besarle la boca, sin separarse de ella ni un solo centímetro.

- Porque necesito saber de ti. – le contestó ella.

- ¿Y es necesario?

- Mucho.

- Ya... - respiró hondo y pensó un poco en que decirle.- tengo cuatro hijos, uno de ellos me abandonó, pero los demás viven conmigo.

- ¿Qué? - Minah abrió los ojos, instintivamente quiso separarse de él. Pero Wonho la apretó aún más.

- Que tengo ganas de ti.

- No has dicho eso...

- Pero es verdad, justo ahora...tengo muchas ganas de hacerlo de nuevo... - se inclinó un poco para alcanzar su boca. Juntándola con la suya y humedeciendo su dulce aliento con el de ella. Movió los labios de Minah, comiéndoselos suavemente. – no tengo cuatro hijos... - sonrió mientras la besaba.

- Eres un idiota, me has asustado.

- ¿Por decirte que me pones muchísimo?

Ella enrojeció de nuevo.

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