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ΦXXIIΦ

- Es que no quiero hablar de eso... es una tontería, de verdad.

- Esa tontería te hizo cabrear conmigo hace rato. No es algo justo.

Minah soltó un suspiro. Subió ambas manos para cubrirse el rostro. De verdad no deseaba hablar del tema, era tan... privado.

- Eres tan insistente.

- Lo sé, me lo has dicho.

Se volteó para mirarlo. Sus ojos entornados y con ese marrón claro precioso, le hacían no poder negarse ante su insistente propuesta de contárselo todo. Era irresistible. Sus labios gruesos y rosas también parecían mirarla como si de una presa se tratara. Era imposible...

- Está bien. – dijo Minah por fin y dejó caer los hombros. – hace años, cuando estaba en preparatoria, Lee Hangyul y yo salimos por un tiempo.
Wonho frunció el ceño.

- ¿Quién es Lee... Hangyul?

- Déjame contarte. – se quejó Minah. – era el tío más popular de toda la preparatoria, salir con él era prácticamente un lujo, te volvías popular al instante... - se detuvo un momento, dejando que sus recuerdos le ayudaran a narrar la historia. – Uhmn... hubo una fiesta en una playa, él me dijo que tal vez podríamos ir juntos y yo... no era de las chicas que estuvieran pendientes de él todo el tiempo, jamás hablábamos o si quiera nos veíamos en la preparatoria... era extraño que me invitara a salir de un día para otro. – alzó los hombros y su voz se hizo pequeña a medida que iba avanzando. - Hyeri me dijo que no perdía nada si aceptaba, además no parecía algo más que una simple fiestucha en la playa. – se volteó y miró a Wonho, que la escuchaba expectante. – así que acepté.

Minah volvió a detenerse para tomar aire.

- La fiesta estuvo realmente mala, o eso es lo que recuerdo. - cerró los ojos y los volvió a abrir segundos después. – y bueno... ya sabes, bebí mucho. Esa noche Lee Hangyul me presentó el vodka y...jamás lo había probado antes, no me pareció ni bueno ni malo, solo quería divertirme. Él decía que era lo correcto, que me lo merecía, que de eso se trataba estar en preparatoria y no me negué. - Minah volvió a subir los hombros. Su inocencia se veía reflejada en cada palabra que iba dictando. Le jodía muchísimo recordar lo estúpida que había sido en esos años de universidad, preparatoria y más de lo mismo. Ahora probablemente no tenía la misma inocencia de antes. No era más la Lee Minah de quién podría burlarse. Cualquier tío que la viera se quedaría empalmado sin poder creerse que es la misma Lee de hace unos años. – eso es todo lo que recuerdo.

- ¿Qué te hizo? – preguntó él. Las palabras le salieron de la boca automáticamente. Había dado en el punto.

- No lo sé... - Minah alzó los hombros y la voz se le hizo todavía más pequeña. – en la mañana estaba en el departamento de Hangyul, a su lado, pero no recuerdo nada de lo que pasó. Salí de ahí, después de decirle lo muy hijo de puta que era y no me interesó saber lo que había hecho conmigo, aunque probablemente yo ya lo sabía.

Hizo una pausa. No se escuchaba más que el sonido de la televisión encendida y Eun riéndose tras observar las caricaturas.

- Vaya. – balbuceó él. Minah soltó una media sonrisa.

- Ya pasó, la verdad lo había olvidado hace mucho.

- Sí... pero recuerdas su nombre perfectamente. – le acomodó el cabello tras la oreja. Desde su ángulo podía ver su sonrisa decaída y sus ojos observando el suelo con melancolía. – de verdad... ¿de verdad le has olvidado?

- No significó nada...

- Es que tengo unas increíbles por ir a buscarlo.
Minah abrió más los ojos. Probablemente era la única persona en el mundo que sabía identificar que las palabras de Wonho iban en serio. Lo miró de reojo. Estaba endureciendo la mandíbula y parecía bastante tranquilo, pero su tono de voz delataba lo contrario.