ΦXΦ

215 23 5
                                    

¿Dónde mierda he dejado el Mustang? Lo busco con la mirada pero hay tanta gente que no puedo reconocer mi propio auto.

La cabeza me da vueltas. Tengo el alcohol tan metido que no puedo ni siquiera caminar. Pero lo hago, en busca de mi auto.

Cuando lo diviso... mierda, está totalmente abollado. Tiene todas las lunas rotas. Tanto el parabrisas como las ventanas piloto, copiloto y traseras. Además, tiene una gran línea tosca que parte desde la maletera hasta la puerta piloto en ambos lados. También está abollado por ambas puertas. Han jodido mi auto.

- ¡Joder! – grito y unos que pasan por ahí se quedan mirándome. Pongo mis manos sobre la cabeza y me recuesto sobre la puerta del auto abollada.
No sé qué mierda hacer. Trago saliva y siento que hay alguien detrás, observándome.

- Eh, tú, gilipollas. – me llama uno. Volteo y hay uno de los tipos que han tratado de defender a YunHo.

Entonces es lo único que puedo recordar. Lo demás, todas son escenas que pasan por mi mente y no puedo asegurar que sean ciertas. Me golpea y caigo al suelo. La vista se me nubla, puedo ver mi auto abollado y al imbécil que acaba de golpearme salir corriendo de ahí... y todo se hace negro... y de pronto no hay nada más que oscuridad ante mis ojos.

______________

6 a.m

- ¿Señorita Bang? - Minah se levantó del asiento de espera. La enfermera, joven y guapa, se acercó a ella y leyó una tabla de apuntes.

- Soy yo. – dijo nerviosa. - ¿Cómo está? ¿Qué ha pasado?

- Mejor. Ya está consciente y... uhm... ¿es usted pariente de él? Hemos encontrado su número primero en la lista de llamas recientes. – le explicó.

- Soy su novia. – mintió y trató de no ponerse más nerviosa.

- Vale. Bueno... el paciente es en realidad uno de los más inquietos que hemos tenido aquí. – renegó y negó con la cabeza.

Minah soltó aire. Debía ser difícil tener a Wonho en un mismo lugar y encima tratar de curarlo...

- Al parecer el señor Lee ha estado en una de las zonas más peligrosas de New York ayer y ha sido víctima de un asalto. Su auto está completamente destruido y en un taller ahora, no se preocupe.

Pero sus palabras no podían calmarla. Hace unos minutos había recibido una llamada urgente del hospital diciéndole que Wonho estaba inconsciente y en un estado bastante riesgoso. ¿Y le pedía que no se preocupara?

- ¿Puedo verlo?
- Sí, cla...

En ese momento, el paciente más inquieto que había tenido jamás ese hospital salió arrastrando los pies de su propia habitación.

Su pómulo derecho estaba hinchado y tenía un movimiento lento al caminar. Levantó la mirada y vio a Minah. Estaba cabreado e irritado, se leía en su mirada. La miró y se quedó atónito. ¿Qué hacía ahí?

- ¿Ya me puedo ir? – dijo sin mirar a la enfermera.

- Sí. La verdad es que ya está mucho mejor. Esta es una lista de lo que debe tomarse. – le dijo a Minah y le pasó la lista de medicamentos. – tiene algunos hematomas en la espalda, pero nada que no se cure.

- De acuerdo. Muchas gracias. – sonrió Minah a la enfermera. Esta se retiró haciéndole una señal a Wonho con la mano, la verdad es que estaba muy estresada por el comportamiento de este.

Y se quedaron solos. Después de la conversación de anoche no había nada que pudiera decirse...

- Me alegro que estés bien. – le dijo ella. Y parte de eso, en realidad todo... era cierto. Estaba bien y no había nada que le reconfortara más. Quería sonreírle. Limpiarle las heridas. Quería besarlo.

TENTATION I | II | III | IV [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora