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En general, aquel departamento emanaba lúgubres recuerdos que solo Wonho podría narrar. Mientras Hyeri inspeccionaba con cuidado el lugar, su mente volvía a divagar entre sus conclusiones. Había tanto que no sabía. Y el hecho de que Wonho estuviera en la cárcel sin explicación alguna, ya era mucha información. Desde que lo vio por primera vez en el departamento de Minah hace ya varios años, había visto en él algo que incluso a ella le llamó la atención: el misterio en su mirada. Como si ocultara algo. Mágicamente, Minah parecía tener la misma mirada ahora. Y ahora que lo pensaba... I.M también.

El pensamiento hizo que su piel se erizara. Y toda su concentración se esfumó al escuchar una melodía suave proveniente de uno de los cuartos de aquel departamento. Parecía más bien el sonido de un celular. Trató de buscar el objeto, guiándose por el sonido y terminó entrando a la habitación en la que Minah había entrado a cambiarse. La melodía repititiva, se oía cada vez más fuerte, lo que solo significaba que estaba cerca de encontrar el móvil.
La habitación estaba un tanto desordenada, pero quitando algunas sábanas, pudo encontrar el móvil de Minah enterrado en ellas. En la pantalla aparecía un número desconocido y se lo pensó dos veces si era una buena idea contestar aquella llamada.

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Wonho volvió a marcar el número.

- Vamos, joder. – se quejó. Sus nervios aumentaron de un momento a otro, en la espera de que Minah por fin contestara. Pero no lo hacía, y aquello solo le hacía imaginar que algo había podido pasar con ella. Y aquello sería lo último que podría soportar.

Cerró los ojos con fuerza, mientras el sonido de la contestadora volvía a llenar sus pensamientos. Golpeó fuerte la pared, pidiendo con todas sus malditas fuerzas que Minah estuviera bien. Necesitaba saberlo. Necesitaba escuchar su voz. Necesitaba decirle que en unas horas, participaría en un operativo policial con el fin de atrapar a Tentation. Y que hacía todo esto por ella. Y que, joder, la amaba muchísimo. Y que si aquel operativo fallaba, si él no podía hacerlo todo, si él no salía vivo de esto... al menos tendría la certeza de escuchar su voz por última vez.

- Nena... por favor... - rogó contra el teléfono. Y rogó más, por ella, por Eunbi. Y aunque las cosas no salieran bien, solo quería saber que ellas lo estuvieran.

Segundos después, alguien contestó el móvil.

- ¿Hola? – contestaron en la otra línea. Wonho abrió los ojos y todos sus sentidos se concentraron en aquella voz.

- ¿Minah? – preguntó él, asegurándose.

- Ella no está... ¿con quién estoy hablando?

Wonho frunció el ceño. Su cerebro empezó a recordar aquella voz que ciertamente se le hacía conocida.

- Hyeri, ¿Dónde está Minah? – le preguntó yendo al punto, identificando su voz sin mucho esfuerzo.

- ¿Qué? ¿Wonho? Pero tú...

- Necesito saber donde está, por favor. – exigió Wonho. Su voz denotaba desesperación.
Y ella se tomó un tiempo para procesar toda la información. Ahora más que nunca, definitivamente no entendía nada.

- Por favor... ¿Dónde está Minah?

Hyeri tomó una bocanada de aire. Escuchar la voz de Wonho de esa manera le destruía de cierta forma. Porque él... él todavía no sabía nada...

- Eunbi ha sido secuestrada, Wonho. – soltó sin pensárselo mucho. Y supo entonces que para él las cosas solo habían empeorado. Y no se equivocaba.

Solo se quedó callado. Solo intentó entender...

Solo necesitaba unos segundos para poder hablar, porque dentro de él todo ardía en ira. Todo ardía en dolor. Y no podría contenerse a partir de ahora. Porque cuando prometió ante todos los oficiales de Francia que se comportaría, no sabía sobre esto, no sabía que Tentation también pasaría a meterse con Eunbi. Con una niña que no tenía por qué intervenir en su pasado y que sin embargo, también era parte de todo esto.

TENTATION I | II | III | IV [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora